Neo-Colonialismo Humanitario: Incriminando a Libia y Reformulando la Guerra



Neo-Colonialismo Humanitario:
Incriminando a Libia y  Reformulando la Guerra

Por: F. William Engdahl

La guerra contra Libia es percibida por F.William Engdahl como un caso importante de prueba de la nueva doctrina “responsabilidad de proteger”, que intenta legitimar una política de militarización neocolonial de facto. Lo que está emergiendo es la aceptación por una comunidad internacional con el cerebro lavado, de nuevas formas radicales de intervención militar orquestadas por los EUA, que establecen un peligroso precedente y abren la Caja de Pandora de ilimitadas posibilidades para esos poderes que moldean la opinión pública a través de los portavoces de sus medios corporativos de comunicación.

La faceta más notable de la guerra de la OTAN contra Libia es el hecho de que la “opinión mundial”, siempre tan nebulosa, ha aceptado un acto de descarada agresión militar contra una nación soberana que no es culpable de ninguna violación a la Carta de la ONU en un acto neocolonialista de facto, una ‘guerra humanitaria’ en violación de los preceptos básicos de las leyes de las naciones. El mundo ha aceptado sin darse cuenta las implicaciones de que si la guerra contra la Libia de Qaddafi tiene éxito forzaría un cambio de régimen. La cuestión no es si Qaddafi es bueno o malo. La cuestión es el concepto mismo de ley civilizada de las naciones y de las guerras justas o injustas.

La campaña de Libia representa una intento de forzar la aplicación de un peligroso nuevo concepto en las normas de la aceptada ley internacional. El concepto es lo que sus creadores llaman “Responsabilidad de Proteger”. El srio. gral. de la ONU, Ban Ki-Moon ha declarado que la justificación para el uso de la fuerza en Libia estuvo basada en motivos humanitarios, y se refirió al principio conocido como Responsabilidad de Proteger, “una nueva norma de seguridad internacional y de derechos humanos tendiente a resolver la falla de la comunidad internacional en evitar y detener genocidios, crímenes de guerra, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad”.1

El presidente norteamericano Barack Obama, ha invocado este novel nuevo concepto como justificación para lo que de hecho es una ilegal guerra de agresión militar conducida por EUA2. La sria de estado Hillary Clinton como candidata presidencial en 2008 habló acerca del concepto: “Al adoptar el principio de responsabilidad de proteger, la ONU ha aceptado el principio de que la atrocidades masivas que tienen lugar en un estado son de interés de todos los estados” 3. Bonitas palabras y altamente peligrosas.

De acuerdo a reportes de enterados de la Casa Blanca la persona clave dirigiendo a Obama para moverse hacia la acción militar en Libia, citando una nebulosa “Responsabilidad de Proteger” como la base [más bien, excusa] fue la consejera presidencial, Samantha Power 4.

En efecto, vía el aluvión de propanda controlada por la OTAN, el gobierno norteamericano sin ninguna prueba verificable acusó a la fuerza aérea de Qaddafi de hacer una carnicería con civiles inocentes. [Cualquier parecido con las armas de destrucción masiva que dizque tenía Saddam Hussein y que jamás aparecie-ron, más que coincidencia es la comprobación de un propósito repetido de tratar de engañar a la opinión pública mundial]. Eso a su vez ha sido la base sobre la cuál Amr Moussa y los miembros de la Liga Arabe se inclinen ante la fuerte presión de Washington para dar a éste y a Londres la necesaria cuasi-legal hoja de parra. La matanza no probada de civiles inocentes fue el por qué una guerra “humanitaria” era necesaria. Sobre esta base, podemos preguntar ¿por qué no establecer también una operación de no-vuelos de la OTAN sobre Baharain, Yemen, o Siria? [¿por qué omitir mencionar la Franja de Gaza, que por el número de víctimas, resulta más importante?]. ¿Quién decide los criterios en este nuevo terreno de la Responsabilidad de Proteger?

No ha habido un serio esfuerzo del lado de Washington, Londres o París, de negociar un cese al fuego dentro de Libia, ni de encontrar un compromiso como en otros países. Esta es la maravillosa flexibilidad de la nueva doctrina de Responsabilidad de Proteger. Washington define quién es responsable de qué. La soberanía nacional se convierte en una reliquia.

Regresando al 2004, George Soros escribió un artículo poco notado en la revista Foreign Policy, sobre la idea de soberanía nacional. Él escribió:

“La soberanía es un concepto anacrónico, originado en tiempos que ya se fueron, cuando la sociedad consistía de gobernantes y súbditos, no de ciudadanos. Llegó a ser la piedra angular de las relaciones internacionales con el Tratado de Westphalia en 1648…. Hoy, aunque no todos los estados-nación son democráticamente responsables ante sus ciudadanos, el principio de soberanía se interpone en el camino de la intervención exterior en los asuntos internos de los estados-nación. Pero la verdadera soberanía pertenece al pueblo, quién a su vez la delega en sus gobiernos. Si los gobiernos abusan de la autoridad a ellos confiada, y los ciudadanos no tienen oportunidad de corregir esos abusos, la interferencia externa está justificada” 5.

Responsabilidad de Proteger

El golpe representado por la intervención de la OTAN en los sucesos en Libia ha estado en asidua preparación durante años. El primero en publicar el concepto, “La Responsabilidad de Proteger”, fue Gareth Evans, ex ministro australiano de Relaciones Exteriores y principal directivo del ICG (International Crisis Group).

En el 2002, un año antes de la ilegal agresión EUA-RU contra el Iraq de Saddam Hussein, Evans publicó un artículo fundamental en Foreign Affairs, la publicación élite sobre política exterior del neoyorkino Consejo de Relaciones Exteriores 6.

En su artículo Evans pedía que el debate de si intervenir o no en un país dado en base a derechos humanos, aun si los eventos eran estrictamente internos a ese país, fuera “reformulado no como un argumento respecto al ‘derecho de intervenir’ sino respecto a la ‘responsabilidad de proteger’ “ 7.

Esta astuta “reformulación” lingüística creó el necesario desdibujamiento de las líneas del Principio de igualdad soberana de los estados consagrada en la Carta original de la ONU, Artículo 2, Sección 1 de la Carta constitutiva. Hubo una razón muy sólida para que las naciones fundadoras firmantes de la Carta Constitutiva de la ONU en 1946 excluyeran la intervención de vigilancia de la ONU en las disputas internas de un estado soberano.

¿Quién debería decidir ahora cuál lado era el correcto en un conflicto dado? Bajo la “responsabilidad de proteger” esencialmente EUA y unos pocos aliados selectos podrían potencialmente definir a China como violadora de los derechos humanos de sus ciudadanos tibetanos u otra minoría étnica y ordenar que tropas de la OTAN intervengan en una acción humanitaria. O la OTAN pudiera decidir intervenir en la intranquilidad interna en Chechenia, parte integral de la Federación Rusa, debido a las tropas de Moscú intentando imponer el orden sobre los insurgentes siendo secretamente armados por la OTAN via Al Qaeda o las redes mujahideenes en Asia Central. O  una similar excusa “humanitaria” pudiera ser utilizada para pedir la imposición de una zona de no-vuelos por la OTAN sobre Belarus, Ucrania, Venezuela, Bolivia, o tal vez en algún punto, sobre Brasil.

La pretendida doctrina humanitaria “responsabilidad de proteger” abre una Caja de Pandora de posibilidades para que los poderes que controlan la opinión mundial vía CNN, BBC o medios clave tales como el New York Times, justifiquen una política neocolonial de facto de intervención militar. Este es el verdadero sentido de lo que Gareth Evans despreocupadamente llama “reformulación”.

Montaje como una manipulación deliberada

En los medios masivos de comunicación el montaje es un tema muy bien investigado. La técnica se refiere a manipular la reacción emocional de un individuo o más exactamente, su percepción del significado de las palabras o frases. Cuando el Partido Republicano buscó el apoyo para una gigantesca reducción fiscal para las herencias de los ricos, algo que la gente como Bill Gates o Warren Buffet encuentran importante para mantener sus miles de millones, la administración Bush reformuló el término impuestos sobre las herencias para que llegaran a ser “impuestos de fallecimiento”, sutilmente haciéndolos parecer como algo que cualquiera que finalmente muere debería apoyar —sólo los ricos heredan, pero todo mundo muere— se convirtió en el sutil mensaje reformulado.

Una frase retórica es empaquetada para animar una cierta interpretación y para desanimar otras. Dos autoridades sobre formulación, Susan Fiske y Shelley Taylor identifican por qué la formulación es tan notablemente poderosa como herramienta para manipular la percepción. Crea una “abreviatura” mental. De acuerdo a ellas, los seres humanos son por naturaleza “tacaños cognoscitivos”, dando a entender que prefieren pensar lo mínimo posible. Las formulaciones nos dan una manera rápida y fácil de procesar información. De allí que, la gente utilizará los filtros mentales antes mencionados para entender los mensajes que llegan. Como Fiske y Taylor hacen notar, esto da al remitente y formulador de la información un enorme poder de usar estos esquemas para influir en cómo los receptores interpretarán el mensaje. 8

Lo que está emergiendo, con la agresión contra Libia como un importante caso de prueba para la reformulación de la intervención militar como responsabilidad de proteger, es la aceptación de nuevas formas radicales de intervención militar orquestadas por los EUA, con o sin sanción del Consejo de Seguridad de la ONU, una nueva y radical forma de neocolonialismo, un nuevo e importante paso en el camino hacia un Nuevo Orden Mundial, el tan buscado Dominio de Espectro Completo del Pentágono.
Las omnipresentes ONGs

La organización directiva para incrustar la nebulación idea de responsabilidad de proteger es otra de las omnipresentes ONGs, ésta llamada Global Centre for the Responsability to Protect (Centro Global para la Responsabilidad de Proteger). A su vez, con mucha semejanza a las famosas muñecas de madera rusas, fue creada por otras ONGs de derechos humanos incluyendo el International Crisis Group, Human Rights Watch, Oxfam International, Refugees International, típicamente financiadas por una pequeña red de donantes. 9

Gareth Evans es co-presidente del Consejo Consultor Internacional del Global Centre for the Responsability to Protect, así como presidente emérito del International Crisis Group que dirigió del 2000 al 2009.

El International Crisis Group de Evans, que en alguna ocasión se autodescribió humildemente como “ampliamente considerado como la principal fuente independiente en el mundo, de información, análisis y asesoría para gobiernos y organizaciones internacionales sobre conflictos”, difícilmente es una voz de independencia o democracia. Es la creación de los principales círculos de política de Washington, comprometidos al avance de una agenda que el Pentágono llama Dominio de Espectro Completo, a la cual me referí en un libro anterior titulado “Democracia Totalitaria en el Nuevo Orden Mundial”.10

Además de obtener fondos de los gobiernos de EUA y el RU, el ICG de Evans consigue generoso apoyo de las fundaciones Rockefeller, Ford y MacArthur11.
George Soros, fundador del Instituto de la Sociedad Abierta se sienta en el Consejo de Administración del ICG 12.
Hasta que hizo su dramático y muy “oportuno” regreso a Egipto en Enero de 2011, Mohamed El Baradei también se sentaba en el consejo del ICG con sede en Bruselas13.

El ICG anteriormente era encabezado por Zbigniew Brzezinski, consejero de los presidentes norteamericanos y asociado de David Rockefeller desde hace mucho tiempo. Entre otras importantes figuras vinculadas al ICG de Evans, del cual ha sido fundador, está Morton Abramowitz, ex miembro de consejo del National Endowment for Democracy (Fondo Nacional para la Democracia)14.

El actual presidente de ICG es Thomas Pickering, ex embajador norteamericano en Moscú y El Salvador, donde fue acusado de respaldar la creación de escuadrones de la muerte. El consejo de ICG también incluye al Gral Wesley Clark, ex comandante de la OTAN que dirigió la destrucción de Yugoeslavia en 1999 y Samuel Berger, ex Consejero Nacional de Seguridad de EUA. El ex srio. gral. de la OTAN, Lord Robertson of Port Ellen también es miembro15.

Esto debería hacer que al menos algunos lectores perceptivos reevalúen a qué se refiere realmente la agenda “Responsabilidad de Proteger” de Evans.
El Global Centre for the Responsability to Protect de Evans, además de estar activo en el Norte de Africa y el Medio Oriente, está directamente activo en Asia desde su centro en Australia.

En resumen están haciendo los mayores esfuerzos en promover la noción de responsabilidad de proteger bajo el disfraz de proteger a las diversas poblaciones de lo que definen como “genocidio, crímenes de guerra, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad…” 16. La comunidad mundial sutilmente está siendo lavada del cerebro para aceptar la nueva y radical proposición con ninguna señal seria de oposición.

Como Michael Barker, un analista australiano del uso de la retórica humanitaria y de las ONGs de base norteamericana para hacer avanzar la agenda de Washington, observó: “Tal vez si el ‘malo’ de Qaddafi hubiese sido un genuino dictador respaldado por EUA… el gobierno norteamericano podría haber ejercido más influencia sobre las opciones políticas de Qaddafi y animarlo a dimitir y permitirle ser reemplazado con un lider más amistoso hacia EUA. Sin embargo, precisamente porque Qaddafi no es un dictador respaldado por Occidente, las potencias externas no pueden hacerle “manita de puerco” tan fácilmente: esto ayuda a explicar por qué las principales élites…. del mundo estuvieron tan inclinadas a utilizar el pretexto humanitario para apoyar a sus opositores en la guerra civil”17.

Establece un precedente realmente peligroso, del que muchas naciones ahora comienzan a darse cuenta.