El pasado domingo informamos en nuestro medio de los primeros rumores que llegaban sobre el inicio de la “Operación Sirena”, una campaña organizada por los rebeldes libios y la OTAN con el objetivo de tomar Trípoli y capturar a Muammar al Gadafi, en una medida desesperada para romper el empate técnico que existía desde hacía meses en el país. Tal como preveíamos en el artículo, los intensos bombardeos precedieron la entrada de los rebeldes en la ciudad, tomando algunas posiciones y celebrando de manera muy precipitada su “victoria”, mientras el pueblo se preparaba para la resistencia, inspirada en Stalingrado.
Así mismo, en dicho artículo ya avisábamos a los lectores del papel propagandístico que tenían los grandes medios de comunicación, participando sin ningún pudor en unaguerra psicológica para presionar al gobierno y pueblo libio, quienes se vieron desbordados en las primeras horas del ataque de la OTAN, tal y como confirmaron algunos dirigentes. Se ha llegado incluso al extremo de conocerse amenazas a corresponsales alternativos (como a Mahdi Darius o Thierry Meyssan, de Red Voltaire), de bloqueos a su acceso a Internet, o presiones para evitar informaciones que contradigan sus manipulaciones. Como ejemplos de las mentiras vertidas en las últimas horas por los Mass Media, encontramos la hipotética captura de diversos hijos de Gadafi y la huida del líder libio, el control “total” de la capital, la rendición de elementos del ejército y hasta de las guardias personales de Gadafi, etc.
Como es natural, no es la primera vez – ni será la última – que los medios presentan escenarios completamente diferentes a la realidad. Cabe recordar algunas imágenes similares en la guerra imperialista de Irak, cuando ciudadanos y miembros del ejército americano tumbaron la estatua de Saddam en Bagdad y nos la vendieron como una acción “de masas”, cuando la realidad es que era apenas una decena de oportunistas en una plaza vacía y tomada por los tanques yanquis.
Han pasado cerca de 48 horas desde el inicio de la Operación Sirena – que se ha cobrado miles de muertos y cerca de 5,000 heridos – y a pesar de las celebraciones, de las declaraciones de dirigentes de la CNT, la OTAN y los estados que participan en esta masacre, de los titulares amarillos de los medios de des-información, y de que nos vendieran el fin de la guerra como un hecho, empiezan a llegar informaciones desmintiendo las manipulaciones mediáticas.
Por un lado, los rebeldes y medios de comunicación han tenido que tragarse sus palabras en relación a la captura de varios hijos del líder libio. El hijo mayor, Mohamad Al Gadafi logró escapar de su casa, que estaba supuestamente controlada por células rebeldes, mientras que imágenes desde la capitalmostraron libre a Saif Al Islam – uno de los hijos con mayor peso político –rodeado de ciudadanos libios y declarando que Trípoli está en su mayoría bajo control gubernamental. Cabe destacar que los medios llevaban horas informando de la captura de Saif, y su posible entrega a la Corte Penal Internacional.
Por otra parte, es sumamente complicado dilucidar cuál es la situación real de la ciudad y el progreso de la Batalla por Trípoli, que como es lógico tendrá una importancia capital para la guerra en Libia, de la victoria o derrota del legítimo gobierno en la ciudad, dependerá el futuro de toda la contienda.
En cualquier caso, últimas informaciones señalan que el Ejército – que hasta ahora permanecía fuera de la capital, de ahí la fácil entrada de los rebeldes durante las primeras horas – ya ha entrado en la ciudad, liberando diversos barrios y fortificando diversos puntos, expulsando con facilidad a los desorganizados rebeldes. Los Comités Barriales, que se encontraban sorprendidos y desbordados en los primeros momentos, ya tienen las células de resistencia activas, participando en la defensa de la capital.
Gadafi permitio la entrada de los mercenarios “rebeldes” para evitar al máximo
La destrucción de tripoli por los bombardeos criminales de la OTAN
A pesar de este contraataque, continúan los fuertes enfrentamientos y los rebeldes siguen presentes en muchos puntos de la ciudad, apoyados desde el aire por las fuerzas de la OTAN, que facilita su avance y relativa iniciativa ante el Ejército y el pueblo armado de Trípoli. Algunos medios incluso han señalado la presencia de miembros del SAS británico (fuerzas especiales) y de militares de Qatar para apoyar a los rebeldes en Trípoli, lo cual estaría confirmado tras abatir a algunos de ellos y conseguir sus identificaciones.
Por tanto, aunque se puede apreciar una respuesta y contraataque ante el avance de los rebeldes, aún es pronto para realizar cualquier análisis o conjetura del desarrollo de la importante batalla. Seguiremos informando conforme lleguen nuevos datos que ayuden a clarificar la situación.