Mostrando entradas con la etiqueta nobel de la paz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta nobel de la paz. Mostrar todas las entradas

Nobel de la Paz para los autores del Magnicidio, Genocidio y Destrucción de Libia

HRW: Nuevas pruebas de ejecuciones masivas tras la muerte de Gaddafi

El magnicidio cometido por los nobeles de la "paz",  los que han
"democratizado" el terrorismo, es una vergüenza una ofensa para la humanidad
La organización para la defensa de los derechos humanos insta a las autoridades libias a realizar una investigación de las muertes

La organización internacional defensora de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusó a milicianos libios de asesinar a más de 60 simpatizantes del coronel Muammar Gaddafi después de la captura y muerte de este. En un informe de 50 páginas titulado 'Muerte de un dictador: venganza sangrienta en Sirte', el grupo detalla las últimas horas de Gaddafi y las circunstancias de su muerte, la de su hijo Mutassim y la de miembros de su convoy, a partir de testimonios e imágenes grabadas con teléfonos móviles cuando ocurrieron los hechos hace un año.

El director del departamento de emergencias en HRW, Peter Bouckaert, afirmó que los resultados de la investigación cuestionan las afirmaciones de las autoridades libias del Gobierno de transición de que Muammar Gaddafi murió en un tiroteo en el momento de su captura el 20 de octubre de 2011 en su región natal de Sirte, al noroeste del país, y no después.

Sin embargo, testigos y medios de comunicación afirmaron que murió después de ser capturado por los rebeldes. Según HRW, la milicia de la ciudad de Misrata capturó y desarmó a los miembros del convoy de Gaddafi antes de golpearlos violentamente y después "ejecutaron al menos a 66 de ellos cerca del hotel Mahari". El informe también afirma, con la información que facilitan otras imágenes, que uno de los hijos del ex líder libio, Mutassim Gaddafi, fue asesinado después de ser trasladado a Misrata.

Bouckaert pidió a las nuevas autoridades libias que lleven a cabo una investigación seria y completa de "estas ejecuciones masivas del 20 de octubre de 2011, los abusos más graves cometidos por las fuerzas de la oposición" en los ocho meses de conflicto en Libia (de febrero a octubre de 2011). 



Crimen de guerra de la OTAN contra Gaddafi, su hijo y decenas de partidarios que fueron ejecutados por los perros callejeros llamados “rebeldes”


Libia: las represalias sangrientas en Sirte


La Unión Europea manoteó 
el Premio Nobel de la Paz…

Por: Adrian Salbuchi

Millones de personas en todo el mundo quedaron atónitos e indignados ante el insólito anuncio de que el Premio Nobel de la Paz para el 2012 se adjudicaba nada menos que, ¡a la Unión Europea!

¿Cómo se le va a dar un premio por la Paz a una entidad que sistemáticamente apoya la destrucción económica y social de Grecia, impone condiciones sociales crueles a españoles e italianos al tiempo que apoya incondicionalmente con cientos de millones de euros a megabancos usureros, impone un presidente elegido antidemocráticamente (Herman van Rompuy) y, a través de su poderosa maquinaria de guerra de la OTAN, continúa con la destrucción de países como Irak, Libia, Afganistán y hoy se prepara para un ataque unilateral contra Siria e Irán? ¡Uno esperaría que la 'Paz' estuviera hecha de materia mucho más sólida! Sin embargo, cuando se observa la conducta del Comité Nobel noruego a lo largo del último medio siglo, el premio por la 'paz' para 2012 no habrá de sorprendernos.  

Violentos del pasado galardonados con el Premio de la Paz Vale la pena repasar quiénes fueron algunos de los más ímprobos destinatarios del Premio de la Paz en el pasado, recordando que cuando Alfred Nobel lo instituyó en el año 1901, dejó aclarado en su testamento que el mismo siempre debiera ir a aquellas personas que "hayan hecho el mayor o mejor trabajo en pos de la fraternidad entre las naciones para abolir o reducir los ejércitos regulares y para preservar y promover congresos por la paz". De acuerdo. Algunos destinatarios del Premio Nobel no estuvieron mal elegidos: Albert Schweitzer en 1952, Georges Pire en 1958, la Cruz Roja Internacional en 1963, Martin Luther King en 1964, la Madre Teresa en 1979, Nelson Mandela en 1983 y Médicos sin Fronteras en 1999. Otros casos, sin embargo, nos dejan rascándonos la cabeza cuando recorremos los corredores del violento último medio siglo:  

Asesinos de la Paz Tomemos como primer ejemplo el caso del Premio Nobel de la Paz del 2009, Barack Obama, actual presidente de Estados Unidos. Carnicero de Libia; destructor de Siria; paladín de Israel en la destrucción de Palestina; mentiroso flagrante quien prometiera una política equilibrada de su país en Medio Oriente en su famoso discurso en la Universidad de El Cairo, para luego terminar ingenierizando insurrecciones y guerras civiles en toda la región (la mal llamada 'Primavera Árabe').

A su vez Obama nombró a personajes clave de megabancos como Goldman Sachs, CitiCorp y otros para “administrar la economía” siempre en contra de los derechos humanos de las poblaciones de EE.UU. y del resto del mundo. 2002, Jimmy Carter, 39º presidente de EE.UU. "por sus décadas de esfuerzos incansables para lograr soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, promover la democracia y los derechos humanos, y adelantar el desarrollo económico y social”. Sin embargo, este es el mismo Carter que en 1973 fuera cofundador con David Rockefeller, Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger de la Comisión Trilateral, uno de los centros de planeamiento clave de los Dueños del Poder Global que pretende imponer un Gobierno Mundial sobre toda la humanidad, le guste o no. La presidencia de Carter marcó la casi total entrega del Gobierno de EE.UU. a la Comisión Trilateral, ya que todos sus funcionarios clave provinieron de esa entidad: no sólo el presidente, sino también el vicepresidente, los secretarios de Estado, Tesoro y Defensa junto con subsecretarios, embajadores clave y comandos militares. 2001, la Organización de las Naciones Unidas y Kofi Annan "por su trabajo para un mundo mejor organizado y pacífico".

¡Esto sí que parece una broma de muy mal gusto! Hoy la ONU es una mastodóntica entelequia hipócrita, injusta y cobarde, que no sólo ha demostrado su total incapacidad para evitar la guerra, sino que -todo lo contrario- ha promovido y sancionado ataques genocidas de la OTAN contra Irak en 2003, Libia en 2011 y en 1982 apoyó incondicionalmente los ataques colonialistas del Reino Unido y EE.UU. contra Sudamérica durante la guerra contra la Argentina por las Islas Malvinas/Falkland. 1990, Mijail Gorbachov.

Quizás Gorbachov haya ayudado a tirar abajo el bloque comunista y demoler el Muro de Berlín, pero sólo para luego entregar las nobles naciones de la ex Unión Soviética y de Europa Central a la devastación maliciosa perpetrada por los megabancos parasitarios occidentales y las mafias locales que hundieron a esa región en la pobreza, el sufrimiento y la muerte. Gracias a Gorbachov, Rusia debió sufrir una década infame de desgobierno a manos de Boris Yeltsin hasta que –por suerte para Rusia y el mundo– Vladimir Putin se hizo cargo de la conducción del país enfrentando a las mafias internas y a los imperialistas hegemónicos externos. Hoy, los rusos le tienen tan poco aprecio a Gorbachov que éste debió crear su Fundación Gorbachov con el apoyo de los Rockefeller instalando su sede en… ¡¡Massachusetts, EE.UU.!! Es más, entre los miembros del directorio de esa Fundación hallamos a personajes como el ex director de la CIA (y miembro del Council on Foreign Relations y la Comisión Trilateral) John Deutch. ¿¿Qué claro?? 1978, Menachem Begin.

Este caso realmente mete miedo… Darle un premio por la paz a quien fuera un líder terrorista ultra fundamentalista pareciera superar lo imaginable. Begin fue jefe de la banda terrorista Irgun Zvai Leumi responsable en los años cuarenta por infinidad de ataques terroristas contra cientos de miles de civiles palestinos que se vieron obligados -a sangre y fuego- a abandonar sus tierras y viviendas para entregarlas a fanáticos sionistas venidos de Europa. A Begin se lo recuerda especialmente por haber perpetrado el ataque con bombas contra el Hotel Rey David de Jerusalén, sede de la Autoridad Británica en Palestina en julio de 1946, causando casi un centenar de muertos. 1973, Henry Kissinger.

De triste recuerdo en Sudamérica por su Plan Cóndor que dio apoyo, armamento, entrenamiento y cobertura mediática y diplomática a militares golpistas en Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay en los años setenta. Claro… eran los años de Guerra Fría en que EE.UU. utilizaba a esos militares traidores en su “guerra contra el comunismo”. Los muertos fueron centenares de miles. Los vientos de la 'Democracia Made in USA' aún no soplaban...   Politiquería por la 'Paz' Cuando el Comité Nobel no estuvo ocupado premiando a señores de la guerra, terroristas, asesinos y agitadores, se dedicó a apoyar todo objetivo político alineado con los intereses de los Dueños del Poder Global: 2007, Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático y al ex vicepresidente estadounidense Al Gore Jr. "por sus esfuerzos en la construcción y diseminación  de mayores conocimientos acerca del cambio climático causado por el hombre, para sentar los cimientos para las medidas que necesitan instituirse para contrarrestar tal cambio". Luego se demostró que este proceso altamente mediático era no sólo una exageración científica, sino también una mentira flagrante.

El calentamiento global –según lo explicara Al Gore en su película al mejor estilo Disney que le valió un Oscar de Hollywood– ha servido para promover paradigmas favorables a un Gobierno Mundial, instando a que “todo el mundo se una” bajo una “única autoridad global”, liderada por supuesto por la superpotencia más contaminante del planeta: Estados Unidos y sus aliados preferidos.  1989, El 14º Dalai Lama (Tenzin Gyatso). Este premio formó parte de la presión permanente ejercida por los Dueños del Poder Global contra China, como también lo fue el premio por la paz del 2010 otorgado a Liu Xiaobo, por su “larga lucha a favor de derechos humanos básicos en China”. 1986, Elie Wiesel. "Presidente de la Comisión del presidente de EE.UU. sobre el Holocausto".  Wiesel fue artífice clave en el uso y abuso del sufrimiento de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.  Transformó el 'Holocausto' en virtual marca registrada, lo que llevó al profesor judío de la Universidad de Nueva York Norman Finkelstein a denominarlo 'La industria del Holocausto', según el título de su importante libro homónimo publicado en el año 2000. Wiesel elevó al 'Holocausto' en instrumento político y arma de chantaje para extraer miles de millones de dólares de todo tipo de bolsillos, desde la propia diáspora judía mundial, pasando por grandes corporaciones alemanas y bancos suizos, hasta los Gobiernos de EE.UU., Reino Unido y la UE.

Siempre para apoyar y justificar los actos de genocidio perpetrados por Israel en Palestina y otros países. 1980, Adolfo Pérez Esquivel. "Líder de los derechos humanos; fundador de organizaciones no violentas de defensa de los derechos humanos contra la junta militar que gobernaba su país (Argentina)". Se trata de un mediocre y hasta ese momento perfectamente ignoto personaje argentino, quien le vino muy bien a EE.UU. llegado el momento para empezar a deshacerse de la junta militar argentina, que el propio Plan Cóndor de Kissinger había ayudado a instaurar en 1976. Para entonces los vientos de la 'Democracia Made in USA' comenzaban a soplar… 1983, Lech Walesa. A través del Movimiento Solidaridad polaco, resultó ser pieza clave en lograr que Polonia se transformara en una suerte de cabeza de playa para colapsar al bloque comunista, en una compleja operación de tira y afloja que incluyó al Vaticano y su entonces muy popular papa polaco, Juan Pablo II.   Volvamos entonces al premio de este 2012.

Se sabe que la decisión unánime de otorgarlo a la Unión Europea fue tomada por un panel  presidido por el noruego Thorbjoern Jagland, a su vez secretario general del Consejo de Europa.  Jagland aboga activamente por el ingreso de su Noruega natal en la Unión Europea, a pesar de que en dos oportunidades en 1972 y 1994 Noruega votó en contra de ingresar en la EU. 

¡Un  claro 'Alerta Roja' para Noruega! Esta vez la excusa para el galardón es que “la Unión Europea ha ayudado a transformar a Europa de un continente en guerra a un continente en paz”.  ¡Bien harían los miembros del Comité Nobel en pasearse por las calles de Atenas, Madrid, Barcelona, Roma, Milán, París, Londres, Dublín y leer los grafiti en las paredes!


EE.UU. da a Libia $ 8 millones para la lucha contra el extremismo y la represión de los disturbios populares

Los EE.UU. Departamento de Estado está proporcionando $ 8 millones para el Gobierno de Libia, que se utiliza para crear grupos de comandos para hacer frente a "extremistas" y la supresión de los disturbios populares. Se ha informado por The New York Times, refiriéndose al documento del gobierno.

El mes pasado, el gobierno de Obama ha recibido la aprobación del Congreso para redirigir alrededor de $ 8 millones de la financiación del presupuesto del Pentágono y la lucha contra el terrorismo de Pakistán para formar la élite de las tropas libias, que servirán hasta 500 soldados.

Los funcionarios estadounidenses en cuenta que el tren será capaz de inteligencia de EE.UU., "porque tienen la experiencia de las operaciones contra el terrorismo en Yemen y Pakistán."

Según el acuerdo, Libia se le asignará una suma adicional de $ 4 millones para fortalecer el control de sus fronteras.
Fuente: "Times"


La “izquierda” y Libia




La última vez que encontramos a Michael Bérubé en este sitio fue en 2007, y estaba hasta el cuello en un basurero, donde lo había colocado en la compañía de otros promotores de la guerra contra Iraq de 2003: ¿Dónde, pregunté, están ahora esos guerreros de salón? ¿Había alguno de ellos reconsiderado sus ilusiones…
    “… de que todo lo que se necesitaría era una rápida invasión y una nueva constitución para arreglar Iraq? ¿Ha pasado alguno de ellos, de Makiya a Hitchens a Berman y a Bérubé noches de insomnio preguntándose cuánta responsabilidad tienen por los numerosos muertos en Iraq, una nación saqueada, los soldados estadounidenses que murieron o fueron discapacitados en Iraq como resultado de su insistencia? A veces sueño con ellos… como personajes en un drama de Beckett, enterrados hasta sus cuellos en un basural al borde de Bagdad, recitándose mutuamente sus artículos mientras las mujeres del lugar dan vuelta los cadáveres para ver si alguno de ellos es el de su esposo o su hijo.”
Preguntaréis ¿quién es ese Bérubé? Bueno, para comenzar, es Profesor Familia Paterno de Literatura y director del Instituto de Artes y Humanidades en la Universidad Estatal de Pensilvania. El sitio en la web de la universidad nos informa que “reputadas plazas de profesor proveen apoyo para un área específica y son financiadas por donaciones de donantes individuales”, lo que significa que Bérubé ha estado hace tiempo en la nómina de Joe Paterno – con el giro que han tomado las cosas, una condición irónica para alguien que ha pasado buena parte de su tiempo ladrando y mostrando sus fauces a “la izquierda” por innumerables fallas provenientes de la equivocación moral a la ceguera ante la realidad. Ahora, cuando el famoso entrenador de fútbol estadounidense Joe Paterno fue despedido por Penn State por proteger a uno de sus asistentes, Jerry Sandusky, sospechoso de violar a un niño de diez años, entre muchos otros presuntos ultrajes a jóvenes bajo la supervisión de Sandusky, tenemos que esperar la evaluación de Bérubé para saber cómo se siente al ser el gorrón de su ídolo caído. ¿Se mantiene todavía el título “Profesor Familia Paterno” en el membrete formal de Bérubé?

Con el pasar de los años Bérubé ha auspiciado una especialidad de nicho en sus invectivas contra lo que le gusta llamar “la izquierda”, un poco a la manera de Todd Gitlin, quien –encaramado en la credencial de haber sido otrora presidente de SDS– escribió tantos loables artículos atacando a la misma izquierda en los años sesenta, emitiendo estentóreas advertencias contra cualesquiera lapsos semejantes en la juventud de épocas posteriores que finalmente le valieron ofrecer sus servicios al pensamiento decoroso del establishment en un puesto de profesor de periodismo y sociología en la Universidad Columbia.

Ahora Bérubé ha lanzado un ataque contra la “izquierda” por su conducta contra la OTAN durante las recientes convulsiones en Libia, durante las cuales el actual Consejo Nacional de la Transición (CNT) de Libia ha sido instalado bajo la supervisión de la misma OTAN. En este sitio, durante este fin de semana, David Gibbs encara de modo competente algunas de las principales bobadas en la crítica de Bérubé, pero ya que este último me inscribe en su galería de la vergüenza, pienso que se justifican algunos comentarios, comenzando por el hecho evidente de que Bérubé, ansioso de preservar sus credenciales como juicioso crítico progresista de los Excesos de la Izquierda, ha recurrido a invenciones generalizadas. El hecho más obvio sobre lo que pasa por ser la Izquierda en EE.UU. y Europa respecto a toda la saga libia fue que estuvo a solo unos pocos pasos de mostrar unanimidad en el apoyo a toda la empresa respaldada por la OTAN.

¿Qué voces consecuentes se alzaron en el cuestionamiento de las premisas y las aplicaciones de las dos resoluciones del Consejo de Seguridad? ¿De la base real para las informaciones provenientes de Libia que posibilitaron el acuerdo caso total en la prensa de que las resoluciones de la ONU justificaban la campaña de bombardeo de la OTAN: impedir el “genocidio” por Gadafi “contra su propio pueblo”, de que las credenciales y la conducta de los rebeldes, posteriormente rebautizados como “revolucionarios” eran irreprochables? Aquí en CounterPunch, algunos de nuestros colaboradores como Vijay Prashad fueron, por lo menos al principio, entusiastas partidarios de los rebeldes de Bengasi. Otros, como yo o Patrick Coburn, enviado a Libia por el Independent británico, o Diana Johnstone en París o Jean Bricmont en Bruselas, o Tariq Ali (en varias partes) se mostraron críticos, plantearon preguntas sobre el estentóreo coro favorable a la OTAN. Esa tarea es usualmente vista como uno de los mandatos para el periodismo de izquierdas.

No recuerdo que CounterPunch haya formado parte de un coro sustancial en esa digna empresa. En los hechos me recuerdo que formamos parte de un simple puñado en la izquierda, más en concierto con un sitio libertario como antiwar.com. Esto es confirmado por un escrutinio del ataque de Bérubé, al que le faltan notoriamente nombres y publicaciones a las cuales prodigar sus censuras a “la izquierda” que, por lo menos antes de la bienvenida aparición de los Ocupantes, ha sido algo escuálida durante los últimos años. En Democracy Now! de Amy Goodman era más probable que se escuchara al consultor de la CIA, Juan Cole, emitiendo su ferviente apoyo a toda la intervención en lugar de alguna entrevista vigorosa de fuentes informadas sobre lo que realmente ocurría en el terreno en Libia.

La falla en lo que respecta a la historia de Libia de este año no pertenece a la virtualmente inexistente izquierda, sino a todo el espectro político, de los progresistas a todo el arco hacia la derecha. En esto hay que asignar una buena parte de la culpa a la prensa, tanto en EE.UU. como en el Reino Unido. ¿Será que la cobertura en la prensa del ataque de la OTAN contra Libia fue realmente peor que la información sobre los ataques de la OTAN contra la antigua Yugoslavia a fines de los años noventa, o contra Iraq en los preparativos para la invasión en 2003 por EE.UU. y los socios en su coalición? La respuesta es positiva.

En el caso de las dos intervenciones anteriores de la OTAN, los debates a favor y en contra fueron acompañados por numerosas investigaciones periodísticas y oficiales o semioficiales, en su mayoría claramente partidarias, pero con algunas que presentaron afirmaciones sustantivas sobre temas como crímenes de guerra, armas de destrucción masivas, reales, opuestas a los motivos autoproclamados de los atacantes, y temas relacionados.

Márquese el contraste con la intervención en Libia. En menos de un mes, desde mediados de febrero a mediados de marzo, pasamos de vagas afirmaciones sobre un supuesto “genocidio” o “crímenes contra la humanidad” de Gadafi a dos votaciones separadas en el Consejo de Seguridad de la ONU, que permitió una misión de la OTAN para establecer una zona de “exclusión aérea” para proteger civiles, y que esta última protección fuera lograda mediante “todas las medidas necesarias”.

Para cuando la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU había sido votada el 17 de marzo, Francia ya había reconocido formalmente al chapucero comité rebelde en Bengasi como gobierno legítimo de Libia. A fines de mayo, altas personalidades en los gobiernos relevantes de la OTAN declaraban abiertamente que el “cambio de régimen” era el objetivo y que la expulsión de Gadafi era una sine qua non de la misión.

También, a fines de mayo, fue evidente que las capacidades militares de los rebeldes eran modestas en extremo, que la expulsión de Gadafi, predicha con confianza en capitales occidentales y en Bengasi, no iba a ser un asunto de un día para el otro, y también que los bombardeos de la OTAN no surtían el efecto necesario.

En el crucial período del 15 de febrero al 17 de marzo, no hubo un esfuerzo determinado por investigar las acusaciones contra Gadafi, presentadas en las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y por dirigentes de la OTAN como Obama y Clinton, el primer ministro Cameron del Reino Unido o el presidente Sarkozy y su ministro de Exteriores.

La asombrosa vaguedad de las noticias sobre éste –o por cierto cualquier– tópico proveniente de Libia ha sido conspicua. Teníamos, recordad, un régimen acusado en la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU de “amplios y sistemáticos ataques… contra la población civil que pueden equivaler a crímenes contra la humanidad”.

Sin embargo, desde mediados de febrero la información procedente de Libia mostró una falta impactante de documentación convincente de carnicerías o de abusos conmensurados con el lenguaje prodigado sobre la presunta conducta del régimen. Una y otra vez se leían frases vagas como “se informa que hay miles muertos por mercenarios de Gadafi” o de “masacre de su propio pueblo” por Gadafi, presentadas sin el menor esfuerzo por proveer soportes probatorios. Eran afirmaciones de segunda mano que impulsaron tanto la cobertura noticiosa como las actividades de la ONU – en particular en la primera etapa, cuando fue adoptada la Resolución 1970 de la ONU, pidiendo sanciones y que el círculo más cercano de Gadafi fuera enviado al Tribunal Penal Internacional.

Informes noticiosos a mediados de marzo, como los de los periodistas de la cadena noticiosa McClatchy, Jonathan Landay, Warren Strobel y Shashank Bengali, no contenían nada que se acercara a un “crimen contra la humanidad”, la afirmación en la Resolución 1973. Pero el 23 de febrero, la guerra relámpago propagandística estaba en pleno desarrollo, y Clinton denunció a Gadafi y se exhumó al “perro rabioso de Medio Oriente” de Reagan como la manera preferida de describir al líder libio.

El comisionado de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, ya comenzó a denunciar al gobierno libio el 18 de febrero; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se sumó a Pillay el 21 de febrero. El Centro de Noticias de la ONU informó que Ban estaba “indignado ante informes periodísticos de que las autoridades libias habían estado disparando contra manifestantes desde aviones de guerra y helicópteros”. En esos primeros días, no se permitió que nadie que representara al gobierno libio se dirigiera al Consejo. Solo se dio la palabra a desertores que hablaron en nombre de Libia.

Ahora, recordad que el 10 de marzo, el presidente francés Sarkozy, un importante actor en la coalición de los dispuestos de la OTAN contra Libia, declaró que el CNT libio era el único representante legítimo del pueblo libio. Por lo tanto, Gadafi estaba enfrentando una insurrección armada formal –no un movimiento de protesta que demandaba “democracia”– dirigido por una entidad tenebrosa basada en Bengasi. Siete días después, la Resolución 1973 dejó en claro que los intentos de reprimir esa insurrección provocarían la intervención armada de la OTAN.

La contextura política y los orígenes de la dirigencia rebelde y sus patrocinadores recibieron solo una atención pasajera. Tópicos como la rivalidad entre las compañías petroleras francesas e italianas, o la influencia de otras grandes petroleras internacionales, y de importantes bancos e instituciones financieras de EE.UU. apenas fueron mencionados.

La cobertura de cualquier combate es frecuentemente ridícula. El cuerpo de prensa en Bengasi describió incansablemente pequeñas escaramuzas que involucraban uno o dos tanques, o algunos vehículos armados, como si fueran grandes enfrentamientos.

En los hechos, los ‘poderosos ejércitos’ que se enfrentaban a lo largo de la carretera al oeste de Bengasi se perderían en las graderías de un juego de béisbol universitario. Las noticias sugieren una guerra móvil a la escala de la saliente de Kursk o la batalla de Stalingrado en la Segunda Guerra Mundial.

A fin de junio la zona de “exclusión aérea” condujo a más de 12.000 incursiones de la OTAN. Como en el caso de cualquier bombardeo, murieron civiles. Desde el comienzo de las operaciones de la OTAN, un total de 12.887 ataques aéreos, incluyendo 4.850 bombardeos, fueron realizados hasta el 27 de junio.

Un equipo de doctores rusos escribió al presidente de la Federación Rusa, Dmitry Medvedev, como sigue:
“Hoy, 24 de marzo de 2011, aviones de la OTAN y de EE.UU. bombardearon toda la noche y toda la mañana un suburbio de Trípoli –
Tajhura (donde se encuentra, en particular, el Centro de Investigación Nuclear de Libia). Instalaciones de la defensa aérea y de la Fuerza Aérea fueron destruidas durante los primeros dos días de ataques e instalaciones militares en la ciudad resistieron, pero hoy el objetivo de los bombardeos fueron los barracones del ejército libio, que se encuentran en medio de áreas residenciales densamente pobladas y, junto a ellas, el mayor Centro Cardiológico de Libia. Ni los civiles ni los doctores podían suponer que barrios residenciales comunes estarían a punto de ser destruidos, de modo que no se evacuó a ninguno de los residentes o a los pacientes del hospital.
“Bombas y cohetes alcanzaron casas residenciales y cayeron cerca del hospital. Los cristales del edificio del Centro Cardíaco fueron quebrados, y en el edificio del área de maternidad para mujeres embarazadas con problemas cardíacos se derrumbó una muralla y parte del techo. Esto llevó a diez abortos en los cuales murieron los bebés; las mujeres están en atención intensiva, los doctores luchan por sus vidas. Nuestros colegas y nosotros trabajamos siete días a la semana, para salvar a la gente. Es una consecuencia directa de la caída de bombas y misiles en edificios residenciales, que causan docenas de muertes, y heridas que ahora son operadas y examinadas por nuestros doctores. Una cantidad tan grande de heridos y muertos, como la ocurrida hoy, no ocurrió durante todos los disturbios en Libia. ¿Es lo que llaman ‘proteger’ a la población civil?”
En el caso de la intervención en Libia, todo fue desproporcionado. Gadafi seguramente no fue el colmo de la monstruosidad conjurado por Obama o la señora Clinton o Sarkozy. En cuatro décadas, los libios progresaron de ser una de las poblaciones más miserables en África a una mejora considerable en términos de beneficios sociales. En un informe reciente bastante detallado (“The Situation of Children and Women in Libya,” UNICEF Middle East and North Africa Regional Office, noviembre de 2010), la UNICEF señaló que Libia mostraba importantes logros socio-económicos. En 2009 tenía:
  • Una pujante tasa de crecimiento, con un aumento del PIB de 27.300 millones de dólares en 1998 a 93.200 millones en 2009, según el Banco Mundial.
  • Un alto ingreso per cápita (calculado por el Banco Mundial en 16.430 dólares.
  • Altas tasas de alfabetización (95% para los hombres y 78% para las mujeres, entre quince y más años.
  • Alta expectativa de vida (74 años en general; 77 para las mujeres y 72 para los hombres).
  • Y una calificación resultante del puesto 55 entre 182 países en términos de “Desarrollo Humano” general.
En términos de distribución de ingresos del petróleo sería instructivo comparar los antecedentes de Libia con los de otras naciones productoras de petróleo.

La supuesta matanza de su propio pueblo por Gadafi, y su supuesta orden de violaciones masivas, formaron la punta de lanza de la cruzada intervencionista y de las resoluciones del Consejo de Seguridad, envueltas en el imprimátur del connivente Tribunal Penal Internacional. Esas acusaciones fueron interminablemente recicladas por la prensa, sin ningún intento serio de verificarlas.

De mediados a fines de junio, hubo organizaciones de derechos humanos que planteaban dudas respecto a las afirmaciones de violaciones masivas y otros abusos perpetrados por fuerzas leales a Gadafi. Una investigación de Amnistía Internacional no logró encontrar evidencias de esas violaciones de los derechos humanos y en muchos casos las ha desacreditado o las ha puesto en entredicho. También encontró indicaciones de que, en diversas ocasiones, los rebeldes en Bengasi parecían haber hecho a sabiendas afirmaciones falsas o fabricado evidencia.

Las conclusiones de los investigadores discrepaban fuertemente de los puntos de vista del fiscal del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno-Ocampo, quien dijo a una conferencia de prensa que “tenemos información de que hubo una política en Libia de violar a los que estaban contra el gobierno. Aparentemente él [el coronel Gadafi] la utilizó para castigar a la gente.”

La secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que estaba “profundamente preocupada” de que las tropas de Gadafi estuvieran participando en violaciones generalizadas en Libia. “La violación, las intimidaciones físicas, el acoso sexual, e incluso así llamadas pruebas de virginidad han tenido lugar en países en toda la región”, dijo.

Donatella Rovera, investigadora de Amnistía Internacional, quien estuvo en Libia durante tres meses después del comienzo del levantamiento, dijo a Patrick Coburn a fines de junio que “no hemos encontrado ninguna evidencia o una sola víctima de violación, o a un doctor que haya oído que alguien haya sido violado”. Subrayó que eso no prueba que la violación masiva no haya tenido lugar, pero no existe evidencia para mostrar que lo haya hecho. Liesel Gerntholtz, jefa de derechos femeninos en Human Rights Watch, que también investigó la acusación de violación masiva, dijo: “No hemos podido encontrar evidencia”.

En un caso, dos soldados pro Gadafi capturados presentados a los medios internacionales por los rebeldes dijeron que sus oficiales, y luego ellos mismos, habían raptado a una familia con cuatro hijos. La Sra. Rovera dijo que cuando ella y un colega, ambos fluidos en árabe, entrevistaron a los dos detenidos, uno de 17 años y el otro de 21, solos y en piezas separadas, estos cambiaron sus historias y dieron relatos diferentes de lo que había sucedido: “Ambos dijeron que no habían participado en la violación y que solo oyeron hablar de ella”, dijo. “Contaron historias diferentes sobre si las manos de las muchachas estaban atadas o no, de si sus padres estaban presentes, y de cómo iban vestidas”.

Al parecer la evidencia más fuerte de violación masiva pareció provenir de una psicóloga libia, la Dra. Seham Sergewa, quien dice que distribuyó 70.000 cuestionarios en áreas controladas por los rebeldes y a lo largo de la frontera tunecina, de los cuales más de 60.000 fueron devueltos. Unas 259 mujeres declararon que habían sido violadas, de las cuales la doctora Sergewa dijo que entrevistó a 140 víctimas.

Cuando Diana Eltahawy, especialista en Libia de Amnistía Internacional le preguntó si sería posible encontrar a alguna de esas mujeres, la Dra. Sergewa respondió que “había perdido contacto con ellas”, y no pudo suministrar evidencia documentaria.

La acusación de que Viagra fue distribuido a los soldados de Gadafi para incitarlos a violar mujeres en áreas rebeldes apareció primero en marzo, después que la OTAN destruyó tanques que avanzaban hacia Bengasi. La Sra. Rovera dice que rebeldes que tenían que ver con los medios extranjeros en Bengasi comenzaron a mostrar a los periodistas paquetes de Viagra, afirmando que provenían de tanques quemados, aunque no está claro por qué los paquetes no habían sido calcinados.

Los rebeldes acusaron repetidamente que tropas mercenarias de África Central y Occidental habían sido utilizadas en su contra. La investigación de Amnistía estableció que no existía evidencia de algo semejante. “Los mostrados a periodistas como mercenarios extranjeros fueron luego liberados silenciosamente”, dijo la Sra. Rovera: “En su mayoría eran migrantes subsaharianos que trabajaban en Libia sin documentos”. Otros no tuvieron tanta suerte y fueron linchados o ejecutados. La Sra. Rovera encontró dos cuerpos de migrantes en la morgue de Bengasi, y otros fueron arrojados en las afueras de la ciudad. Dice: “Los políticos hablaban todo el tiempo de mercenarios, lo que enardeció a la opinión pública, y el mito ha continuado porque fueron liberados sin publicidad”.

Una historia, a la cual los medios extranjeros dieron crédito al principio en Bengasi, fue que entre ocho y diez soldados del gobierno que se negaron a disparar contra los manifestantes fueron ejecutados por su propio lado. Sus cuerpos fueron mostrados en la televisión. Pero la Sra. Rovera, dice que existe evidencia contundente de una explicación diferente. Dice que vídeos de aficionados los muestran vivos cuando fueron capturados, sugiriendo que fueron muertos por los rebeldes.

La intervención de la OTAN comenzó el 19 de marzo con ataques para “proteger” a la gente en Bengasi contra una masacre por las tropas favorables a Gadafi. No cabe duda que los civiles temían ser muertos después de amenazas de venganza de Gadafi. Durante los primeros días del levantamiento en Libia oriental, las fuerzas de seguridad dispararon contra y mataron a manifestantes y a gente que asistía a sus funerales, pero no existe evidencia de matanzas masivas de civiles en la escala de Siria o Yemen.

La mayor parte de los combates durante los primeros días del levantamiento tuvo lugar en Bengasi, donde fueron muertas entre 100 y 110 personas, y en la ciudad de Baida en el este, donde fueron muertos entre 59 y 64, dice Amnistía. En su mayoría eran probablemente manifestantes, aunque algunos pueden haber obtenido armas. No existe evidencia de que se haya utilizado aviones o ametralladoras antiaéreas pesadas contra multitudes. Los cartuchos usados recogidos después de disparos contra manifestantes provenían de Kalashnikovs o de armas de un calibre semejante.

Las conclusiones de Amnistía confirman un informe del Grupo de Crisis Internacional, que estableció que aunque el régimen de Gadafi tenía una historia de represión brutal de oponentes, no había cuestión de “genocidio”.

El informe agrega que “mucha cobertura mediática occidental ha presentado desde el principio una visión muy unilateral de la lógica de los eventos, presentando al movimiento de protesta como enteramente pacífico y sugiriendo repetidamente que las fuerzas de seguridad del régimen estaban masacrando irresponsablemente a manifestantes desarmados que no presentaban un problema de seguridad”.

Con tantos países con prohibición de ingreso, los periodistas acudieron en tropel a Bengasi, en Libia, donde se puede entrar sin visa desde Egipto. Alternativamente, fueron a Trípoli, donde el gobierno permitía que un cuerpo de prensa cuidadosamente monitoreado operara bajo estricta supervisión. Una vez llegados a esas dos ciudades, las maneras como informaban los periodistas divergían considerablemente. Todos los que informaban desde Trípoli expresaron un escepticismo comprensible sobre lo que los supervisores gubernamentales trataban de mostrarles como víctimas civiles causadas por los ataques aéreos de la OTAN o las manifestaciones de apoyo a Gadafi. Al contrario, el cuerpo de prensa en Bengasi, capital del territorio en manos de los rebeldes, muestra una credulidad sorprendente ante historias más sutiles pero igualmente interesadas del gobierno rebelde o de sus simpatizantes.

Los insurgentes libios fueron adeptos a tratar con la prensa desde temprano, y esto incluía hábil propaganda para culpar al otro lado por muertes no explicadas. Es una debilidad de los periodistas cuando dan amplia publicidad a atrocidades reveladas por primera vez, para las cuales la evidencia puede ser dudosa. Pero cuando las historias resultan no ser verdad o exageradas, este hecho apenas merece una mención.

Tanto más crédito hay que dar a Amnistía Internacional y a Human Rights Watch porque adoptaron una actitud escéptica ante las atrocidades hasta que fueran verificadas. Esa actitud responsable contrasta con las de Hillary Clinton y del fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo, quien sugirió a la ligera que Gadafi estaba utilizando la violación como arma de guerra para castigar a los rebeldes. La satanización sistemática de Gadafi –podrá haber sido un déspota brutal, pero no un monstruo a la escala de Sadam Hussein– también dificultó la negociación de un cese al fuego.

No hay nada particularmente sorprendente en el hecho de que los rebeldes en Bengasi hayan inventado cosas o producido testigos dudosos de los crímenes de Gadafi. Libraban una guerra contra un déspota al que temían y odiaba, y es comprensible que hayan utilizado la propaganda como arma de guerra. Pero mostró ingenuidad de parte de los medios extranjeros, que simpatizan casi universalmente con los rebeldes, hasta el punto de que se tragaron tantas historias de atrocidades suministradas por las autoridades rebeldes y sus simpatizantes.

La única masacre del régimen de Gadafi, que causó cientos de víctimas, que haya sido bien probada hasta ahora es la matanza en la prisión Abu Salim en Trípoli en 1996, cuando murieron hasta 1.200 prisioneros, según un testigo creíble que sobrevivió.

Los frentes de batalla están siempre repletos de rumores de inminentes masacres o violaciones, que se propagan rápidamente entre gentes aterrorizadas que podrían ser las posibles víctimas. Comprensiblemente, no quieren esperar hasta descubrir si esas historias corresponden a la verdad. Antes en este año, Patrick Coburn estaba en Ajdabiyah, una ciudad en la línea de frente a una hora y media en coche al sur de Bengasi, cuando vio coches repletos de fugitivos presos de pánico que huían por la carretera. Acababan de oír un informe totalmente falso a través de al-Jazeera Arabic de que las fuerzas de Gadafi se habían abierto paso.

De la misma manera, al-Jazeera estaba produciendo informes no corroborados de hospitales atacados, bancos de sangre destruidos, mujeres violadas, y heridos ejecutados.

Esa mezcla tóxica de vitoreo y de ceguera deliberada persistió hasta el fin – aunque ahora aparecen historias de ejecuciones sumarias, asesinatos por venganza y encarcelamientos masivos que están ocurriendo.

Estas son las verdadera fallas, a las cuales es indiferente Bérubé, tal como es indiferente hacia, y totalmente ignorante de, la historia libia, pasada y presente. Su mandato es emitir su denuncia pro-forma de “la izquierda”, un ejercicio en el arte de despotricar sin preocuparse de los datos. A modo de antídoto recomiendo fuertemente un excelente material en la London Review of Books de Hugh Roberts, quien fue director del Proyecto Norte de África del Grupo Internacional de Crisis de 2002 a 2007 y de febrero a julio de 2011. Roberts se hará cargo del puesto de Profesor Edward Keller de Historia Norteafricana y de Medio Oriente en la Universidad Tufts.
Un par de ejemplos:
“La afirmación de que la ‘comunidad internacional’ no tenía otra alternativa que intervenir con medios militares y que la alternativa era no hacer nada es falsa. Se propuso y se rechazó deliberadamente una alternativa activa, práctica, no violenta. El argumento a favor de una zona de exclusión aérea y luego por una intervención militar empleando ‘todas las medidas necesarias’ fue que solo eso podía detener la represión del régimen y proteger a los civiles. Sin embargo, muchos argumentaron que el camino de proteger a los civiles era no intensificar el conflicto al intervenir de un lado o del otro, sino terminarlo asegurando un cese al fuego seguido por negociaciones políticas. Se presentó una serie de propuestas. El Grupo Internacional de Crisis [ICG por sus siglas en inglés], por ejemplo, donde yo trabajaba entonces, publicó una declaración el 10 de marzo argumentando a favor de una iniciativa en dos puntos: (i) la formación de un grupo de contacto o comité compuesto por vecinos norteafricanos de Libia y otros Estados africanos con un mandato para servir de intermediarios en un cese al fuego inmediato; (ii) negociaciones entre los protagonistas a ser iniciadas por el grupo de contacto y orientadas a reemplazar el actual régimen por un gobierno más responsable, representativo y respetuoso de la ley. Esta propuesta fue apoyada por la Unión Africana y era consecuente con los puntos de vista de muchos de los principales Estados no africanos – Rusia, China, Brasil e India, para no mencionar a Alemania y Turquía. Fue reformulada en más detalle por el ICG (agregando una provisión para el despliegue bajo mandato de la ONU de una fuerza internacional de mantenimiento de la paz para asegurar el cese al fuego) en una carta abierta al Consejo de Seguridad de la ONU el 16 de marzo, la víspera del debate que concluyó con la adopción del Consejo de Seguridad de la ONU 1973. En breve, antes que el Consejo de Seguridad votara para aprobar la intervención militar, se había presentado una propuesta elaborada que encaraba la necesidad de proteger a civiles buscando un fin rápido de los combates, y fijaba los principales elementos de una transición ordenada a una forma más legítima de gobierno, que hubiera evitado el peligro de un colapso abrupto hacia la anarquía, con todo lo que podría significar para la revolución en Túnez, la seguridad de los demás vecinos de Libia y la región en general. La imposición de una zona de exclusión aérea será un acto de guerra: como el secretario de Defensa, Robert Gates, declaró al Congreso el 2 de marzo, requería la neutralización de las defensas aéreas de Libia como una medida preliminar indispensable. Al autorizar ésta y ‘todas las medidas necesarias’, el Consejo de Seguridad estaba eligiendo la guerra cuando ni siquiera se había ensayado otra política. ¿Por qué?
La Resolución 1973 fue aprobada en Nueva York tarde en la noche del 17 de marzo. El día siguiente, Gadafi, cuyas fuerzas estaban acampadas al lado meridional de Bengasi, anunció un cese al fuego en conformidad con el Artículo 1 y propuso un diálogo político en línea con el Artículo 2. Lo que exigía y sugería el Consejo de Seguridad, lo suministró en cosa de horas. Su cese al fuego fue inmediatamente rechazado en nombre del CNT por un alto comandante rebelde, Khalifa Haftar, y descartado por gobiernos occidentales. “Lo juzgaremos por sus acciones no sus palabras’, declaró David Cameron, implicando que se esperaba que Gadafi realizara un cese al fuego completo por sí solo: es decir, que no solo ordenara a sus tropas que cesaran el fuego sino que asegurara que ese cese al fuego fuera mantenido a pesar del hecho de que el CNT se negaba a reciprocar. El comentario de Cameron tampoco tomó en cuenta el hecho de que el Artículo 1 de la Resolución 1973 tampoco ponía el peso del cese al fuego exclusivamente sobre Gadafi. En cuanto Cameron cubrió la inconfundible violación de la Resolución 1973 por el CNT, Obama intervino e insistió en que para que se tomara en cuenta el cese al fuego de Gadafi éste tendría que retirar sus fuerzas no solo de Bengasi sino también de Misrata y de las ciudades más importantes que sus tropas habían recuperado de la rebelión: Ajdabiya en el este y Zawiya en el oeste (aparte de mantenerlo indefinida y unilateralmente, sin importar el CNT) – en otras palabras, tendría que aceptar anticipadamente una derrota estratégica. Esas condiciones, imposibles de aceptar para Gadafi, no existían en el Artículo 1. “(1) Demanda el establecimiento inmediato de un cese al fuego y un fin total de la violencia y de todos los ataques contra, y abusos de, civiles;…”
Y Roberts dice respecto a la acusación preponderante de que Gadafi había ordenado la matanza de sus compatriotas desde el aire, aparte de su conclusión:
En los días siguientes hice esfuerzos por comprobar por mí mismo la historia de al-Jazeera [sobre bombardeos de libios por Gadafi]. Una fuente que consulté fue el reputado blog Informed Comment, mantenido y actualizado cada día por Juan Cole, especialista en Medio Oriente en la Universidad de Michigan. Aparecía un artículo del 21 de febrero titulado ‘Los bombardeos de Gadafi recuerdan los de Mussolini’, que señalaba que ‘en 1933-40, Italo Balbo propugnó la guerra aérea como el mejor medio de enfrentar a ‘poblaciones coloniales engreídas’. El artículo comenzaba diciendo: ‘El ametrallamiento y bombardeo en Trípoli de manifestantes civiles por cazas de Muamar Gadafi el lunes…’ con un vínculo a un artículo de Sarah El Deeb y Maggie Michael para Associated Press publicado a las 9 p.m. el 21 de febrero. Ese artículo no suministraba ninguna corroboración de la afirmación de Cole de que cazas (o cualquier otro avión) de Gadafi hayan ametrallado o bombardeado a alguien en Trípoli o en cualquier otro sitio. Lo mismo vale para cualquier fuente indicada en los otros materiales sobre Libia que repetían la historia del ataque aéreo publicada por ese mismo día.
Estuve en Egipto la mayor parte del tiempo, pero ya que numerosos periodistas que visitaron Libia pasaban por El Cairo, me dediqué a preguntar a todos los que pude contactar qué habían averiguado en el terreno. Ninguno de ellos había encontrado alguna confirmación de la historia. Especialmente recuerdo que el 18 de marzo pregunté al experto británico en el Norte de África, Jon Marks, que acababa de volver de un amplio tour de Cirenaica (incluyendo Ajdabiya, Bengasi, Brega, Derna y Ras Lanuf), qué había oído sobre el asunto. Me dijo que ninguna de las personas con las que habló la había mencionado. Cuatro días después, el 22 de marzo, USA Today publicó un impactante artículo de Alan Kuperman, autor de The Limits of Humanitarian Intervention y coeditor de Gambling on Humanitarian Intervention. El artículo: ‘Cinco cosas que EE.UU. debería considerar en Libia’, presentaba una fuerte crítica a la intervención de la OTAN como violación de las condiciones que había que observar para que una intervención humanitaria fuera justificada o exitosa. Pero lo que me interesó más fue su declaración de que ‘a pesar de omnipresentes cámaras en teléfonos celulares, no existen imágenes de violencia genocida, una afirmación con sabor a propaganda rebelde’. Por lo tanto, cuatro semanas después, no fui el único que no encontró ninguna evidencia para la historia de la matanza aérea. Descubrí que el tema había aparecido más de una quincena antes, el 2 de marzo, en audiencias en el Congreso de EE.UU. cuando Gates y el almirante Mike Mullen, presidente del Estado Mayor Conjunto, estaban testificando. Dijeron al Congreso que no tenían confirmación de informes sobre aviones controlados por Gadafi que dispararan contra civiles…
La idea de que Gadafi no representaba nada en la sociedad libia, de que estaba enfrentado a todo su pueblo y que su pueblo entero estaba en su contra era otra distorsión de los hechos. Como ahora sabemos por la duración de la guerra, la inmensa manifestación pro Gadafi en Trípoli del 1 de julio, la feroz resistencia de las fuerzas de Gadafi, el mes que necesitaron los rebeldes para llegar a alguna parte en Bani Walid y el otro mes en Sirte, el régimen de Gadafi gozaba de una medida sustancial de apoyo, como el CNT. La sociedad libia estaba dividida y la división política era en sí un desarrollo esperanzador ya que significaba el fin de la antigua unanimidad política impuesta y mantenida por la Jamahiriyya. Desde este punto de vista, el retrato de los gobiernos occidentales del ‘pueblo libio’ formado uniformemente contra Gadafi tenía una implicación siniestra, precisamente porque insinuaba una nueva unanimidad auspiciada por Occidente en la vida libia. Esta idea profundamente antidemocrática resultó naturalmente de la idea igualmente antidemocrática de que, ante la ausencia de una consultación o incluso un sondeo de opinión para establecer los verdaderos sentimientos de los libios, los gobiernos británico, francés y estadounidense tenían el derecho y la autoridad de determinar quién formaba parte del pueblo libio y quien no. Nadie que apoyara el régimen a Gadafi era tomado en cuenta. Porque no formaban parte del ‘pueblo libio’ no podían estar entre los civiles que debían ser protegidos, incluso si eran civiles en realidad. Y no fueron protegidos; fueron muertos por ataques aéreos de la OTAN así como por unidades rebeldes fuera de control. La cantidad de semejantes víctimas civiles al lado equivocado de la guerra, debe ser un múltiple de la cifra de muertos del 21 de febrero. Pero no cuentan, tal como no cuentan los miles de jóvenes en el ejército de Gadafi quienes imaginaron inocentemente que también formaban parte del ‘pueblo libio’ y que solo cumplían su deber hacia el Estado cuando fueron incinerados por los aviones de la OTAN, o ejecutados en masa extrajudicialmente después de su captura, como en Sirte. 

El Papel del Consejo de Seguridad de la ONU


El Papel del Consejo de Seguridad de la ONU

Por: Mary Lynn

Sí, es larga y escandalosa, pero como la mayoría de la escritura que está más allá de la ideología y el análisis de los hechos graves en, vale la pena leer. MLC

El papel del Consejo de Seguridad de la ONU en el desencadenamiento de una guerra ilegal contra Libia
Periodistas Pregunta Consejo de Seguridad de Apoyo para el grupo rebelde

En la conferencia de prensa 04 de abril marca el comienzo de la Presidencia de la República del Consejo de Seguridad de abril, Néstor Osorio, el Embajador de Colombia ante las Naciones Unidas se le preguntó lo que en la superficie podría parecer una pregunta insólita de uno de los periodistas. El periodista dijo que (1):
"A raíz de la Resolución 1973 [que autoriza una acción militar contra Libia-ed] tenemos que esperar una postura más agresiva y proactiva por parte del Consejo de Seguridad en el apoyo a grupos rebeldes?"

El periodista le dio varios ejemplos de grupos rebeldes como el IRA en el Reino Unido, ETA en España y tal vez a los rebeldes de Córcega en Francia. Otro periodista agregó el ejemplo de las FARC en Colombia.

La pregunta se refiere al hecho de que con la Resolución SC 1973, el Consejo de Seguridad había tomado para apoyar a la insurgencia armada la lucha contra el gobierno de una nación miembro de la ONU.

El embajador de Colombia respondió que la Resolución SC 1973 no se habían adoptado para apoyar a los rebeldes en Libia, pero un grupo rebelde que comenzó como civiles que se había convertido en el núcleo de la rebelión armada. La razón por el Consejo de Seguridad había abordado la cuestión de Libia, dijo, fue porque un miembro del Consejo de Seguridad, el Líbano, había llevado el asunto al Consejo de Seguridad. El embajador Osorio añadió que la Liga Árabe ha pedido una acción concreta del Consejo de Seguridad a Libia.

¿Es, como Embajador Osorio propuso que la cuestión de Libia fue adoptada por el Consejo de Seguridad porque el Líbano, un miembro del Consejo de Seguridad, llevó el asunto a la atención de los demás miembros? ¿Es que el Consejo de Seguridad acaba de aplazar hasta la experiencia de la Liga Árabe, que el Embajador de Colombia presenta como la organización regional con respecto a Libia?

Las declaraciones del embajador de Colombia plantean la cuestión de cómo el Consejo de Seguridad tomó la decisión de aprobar la Resolución SC 1970 contra Libia, la primera de las dos resoluciones sobre el tema.Era como el Embajador de Colombia afirmó a causa de una recomendación del grupo regional correspondiente, o hubo un proceso más complejo en el trabajo? También, de manera significativa en esta situación, en realidad había dos recomendaciones contradictorias para el Consejo de Seguridad a partir de dos grupos, uno de la Liga Árabe, que no es un grupo geográfico regional sino que se organiza en virtud de otro fundamento, y el otro del mismo grupo regional geográfica que Libia es parte de, de la Unión Africana.
¿Cuáles fueron los factores que influyeron en las decisiones del Consejo de Seguridad en primer lugar, para aprobar la Resolución 1970 que autoriza sanciones severas, incluyendo la remisión de las autoridades libias a la Corte Penal Internacional (CPI) y, posteriormente, pasar a la Resolución SC 1973, que autorizó un zona de exclusión aérea y otra acción militar? En última instancia, estas decisiones sentar las bases de la alianza militar de la OTAN a unirse a la insurgencia armada la lucha contra el gobierno de Libia.

Si bien es difícil determinar las razones específicas que subyacen a la acción del Consejo, este artículo demuestra que la explicación dada a los periodistas en la conferencia de prensa en Colombia es muy diferente de la secuencia real de los acontecimientos que tuvieron lugar en el Consejo de Seguridad con respecto a Libia. Al no dar cuenta de la secuencia real de los hechos ocurridos, la respuesta del embajador de Colombia ha dejado sin respuesta la pregunta crucial. ¿Cómo había llegado el Consejo de Seguridad para autorizar la acción militar contra un país miembro de las Naciones Unidas, en apoyo de un levantamiento armado contra el gobierno de esa nación? Tal curso de acción es claramente contraria a la disposición de la Carta de las Naciones Unidas de no intervenir en los asuntos internos de un país miembro de la ONU (artículo 2, sección 7).

Cómo el tema de Libia fue llevado al Consejo de Seguridad

Mirando hacia atrás en la secuencia de eventos mediante el cual se llevó el tema de Libia al Consejo de Seguridad, lleva a una observación importante. No era un país miembro del Consejo de Seguridad que se inició este proceso. Tampoco fue la Liga Árabe. Más bien fue un partido que se podría argumentar había ninguna base legítima para hablar en las Naciones Unidas, no especialmente al Consejo de Seguridad.

Este partido, fue, en ese momento, el ex Encargado de Negocios de las Naciones Unidas para la Jamahiriya Árabe Libia, Ibrahim Dabbashi.Dabbashi había tomado las medidas inusual de anunciar primero a la prensa que había desertado de la representación del gobierno de Libia ante la ONU, y luego solicitar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad sobre la situación en Libia. Su petición al Consejo de Seguridad inició un proceso que, en menos de una semana, como resultado, de paso, las sanciones estrictas contra Libia y la remisión de sus funcionarios a la CPI que se incluyen en la Resolución SC 1970.Resolución SC 1970 se preparó el escenario para la Resolución SC 1973 pasó tres semanas más tarde que autorizaba una acción militar contra Libia.

21 de febrero es una fecha importante en esta serie de eventos. Es el 21 de febrero que Dabbashi anunció su deserción del servicio del gobierno de Libia ante las Naciones Unidas. Mientras que un curso apropiado para un funcionario del gobierno de desertar de un país sería la de renunciar a su cargo oficial como embajador adjunto de Libia ante las Naciones Unidas, esto no es lo que pasó.

También es el 21 de febrero que otro evento importante ocurrió, aunque no en la ONU. Otro funcionario de Libia, Nuri al Mesmari, anunció oficialmente su abandono de su cargo el gobierno de Libia. Que viven en Francia bajo la protección del gobierno francés, que dio una entrevista al diario francés Liberation de su deserción.

Lo que es significativo acerca de la acción Mesmari es que su deserción pone deserción Dabbashi en un contexto más amplio. Un artículo de amplia difusión en el diario italiano Libero, un artículo que no ha sido ni negados, ofrece este contexto (2). Mesmari salieron de Libia en octubre de 2010 en París, cuatro meses antes de la supresión de las manifestaciones supuesta cita como uno de los pretextos de la agresión de la OTAN contra Libia. Mesmari había sido un importante funcionario de Libia, con gran conocimiento y contacto con los funcionarios del servicio exterior de Libia y de vasto conocimiento de Libia, contactos con funcionarios gubernamentales en otros países.

Libero informó que luego de Mesmari fue a París en octubre de 2010, estaba en contacto no sólo con el francés funcionarios de inteligencia extranjeros, sino también con elementos de la oposición libia. Sus acciones ayudan a arrojar luz sobre los acontecimientos en Libia en febrero de 2011. Aprender acerca de algunas de las actividades Mesmari era parte de entre octubre de 2010 y febrero de 2011, varios comentaristas proponen que Mesmari, junto con otros activistas de la oposición, y los funcionarios de la inteligencia francesa, ayudó a fomentar el levantamiento de Bengasi, que tuvo lugar en febrero de 2011 (3).
A diferencia de los egipcios no violentas protestas, el levantamiento de Benghazi se convirtió rápidamente en un levantamiento armado contra el gobierno de Libia. Los medios occidentales cuentas de esta rebelión, y los medios de comunicación árabes como Al Yazira noticias, informó una serie de acusaciones no verificadas por quienes participan en la rebelión misma, con poca o ninguna evidencia presentada para verificar la exactitud de los informes. A la fecha, no hay evidencia para el ampliamente difundido "utilización de mercenarios" o "atentado a su propio pueblo." (4)

Mesmari se le concedió la protección del gobierno francés. En su entrevista de 21 de febrero con la liberación publicación francesa sobre su deserción, acusó al gobierno libio de genocidio. No dio más evidencia para apoyar su reclamación.

Del mismo modo, cuando Dabbashi celebró una conferencia de prensa en la Misión de Libia ante la ONU el 21 de febrero, afirmó que el gobierno libio fue declarado culpable de genocidio. Él, también, no ofreció pruebas de sus alegaciones. Hizo un llamamiento para derrocar el Estado libio encabezado por Muammar Gaddafi. Del mismo modo, el abogado de la Misión de Libia habló con los periodistas en la conferencia de prensa, 21 de febrero. Indicó a los periodistas que era de Benghazi. Él también pidió el derrocamiento de Gaddafi, durante mucho tiempo responsable del Estado de Libia (una posición llamada "Guía").

A continuación se presenta el contenido de la carta que Dabbashi, como un desertor de la oficial del gobierno de Libia, enviado al Consejo de Seguridad. La carta está fechada el 21 de febrero 2011 (5):

"De conformidad con el artículo 3 del reglamento provisional del Consejo de Seguridad, tengo el honor de solicitar una reunión urgente del Consejo, para discutir la grave situación en Libia y tomar las acciones apropiadas."

La carta está en la lista como documento oficial del Consejo de Seguridad, y dado el símbolo de identificación del documento S/2011/102, 22 de febrero de 2011.

Vale la pena señalar que el artículo 3 del reglamento provisional del Consejo de Seguridad de Procedimiento, para que una nación miembro de las Naciones Unidas para solicitar una reunión. (6) En virtud del artículo 3, Dabbashi, como Embajador de desertar adjunto de Libia, no tenía derecho a participar en los procedimientos del Consejo de Seguridad, sobre todo, no para solicitar una reunión del Consejo de Seguridad a adoptar medidas punitivas contra el gobierno que ha desertado de y está tratando de derrocarlo.

Lunes, 21 de febrero fue un día de fiesta oficial de las Naciones Unidas (Día de los Presidentes en los EE.UU.) y las Naciones Unidas no estaba abierto. En los próximos días de trabajo en la ONU, el martes, 22 de febrero el Consejo de Seguridad celebró una sesión privada sobre la situación en Libia, bajo el título "La paz y la seguridad en África - Libia". (7) En la reunión del Consejo de Seguridad escuchó un informe sobre la evolución de Libia de Lynn Pascoe, subsecretario general para Asuntos Políticos de la ONU. Además de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, de 74 años a otras naciones de la ONU estuvieron presentes en la reunión a puerta cerrada, sin derecho a voto. Así fue Dabbashi.

El embajador de Libia ante la ONU, Abdel Rahman Shalgham también asistió el 22 de febrero de Seguridad reunión del Consejo, junto con Dabbashi. En comentarios informales después de la reunión, Shalgham indicó que había estado en contacto con un familiar en Trípoli y me dijeron que las supuestas atrocidades que los medios de comunicación afirmaba que había ocurrido en Trípoli no eran ciertas. Del mismo modo, en declaraciones a la prensa, indicó que él había estado en contacto con funcionarios del gobierno en Trípoli, que dijo que también disputa las demandas de las atrocidades que tienen lugar en Trípoli y planeaba invitar a los periodistas de Al Arabiya y CNN para ver por sí mismos que las alegaciones eran inexactos (8).

Después hizo su presentación al Consejo de Seguridad, el subsecretario general para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe dijo a la prensa en una operación de vigilancia. Se le preguntó si tenía pruebas de las atrocidades en Trípoli. Él respondió que la gente de la ONU en el terreno que no tenía pruebas directas. (9)
Describiendo el 22 de febrero cerró la reunión del Consejo de Seguridad, la agencia de noticias Reuters dijo que la mayor parte de la delegación de Libia había desertado. Reuters informó que el Consejo de Seguridad se reunió, a petición de Dabbashi, que "ya no trabajaba para el gobierno libio". Que parece ser una violación grave de las Naciones Unidas para el protocolo de un funcionario del desertor que había sido el representante de una nación que es miembro de la ONU, para poder solicitar una reunión del Consejo de Seguridad y para que el Consejo de Seguridad de concesión de la reunión y permitir que el oficial de desertar a participar en la reunión. Del mismo modo, para permitir que el diplomático de desertar a hacer acusaciones no verificadas en la reunión contra el gobierno de una nación miembro de la ONU sólo agravaría la grave violación de la Carta de las Naciones Unidas representados por este abuso de los procesos de las Naciones Unidas.

Aquí está el informe de Reuters (10):
"DE LAS NACIONES UNIDAS | mar 22 de febrero 2011 16:42 GMT (Reuters) - El Consejo de Seguridad celebrada a puerta cerrada el martes las discusiones sobre la crisis en Libia, con los enviados occidentales y la propia delegación separatista Libia llamando a la acción de las 15 naciones cuerpo ...

El Consejo se reunió a petición de Libia, Embajador Adjunto Ibrahim Dabbashi, que junto con la mayoría de los otros miembros del personal en misión de la ONU de Libia anunció el lunes que ya no trabajaban para el líder Muammar Gaddafi y representa la población del país. Hicieron un llamamiento para derrocar a Gadafi ".

Teniendo en cuenta las actividades Mesmari con los funcionarios de la inteligencia francesa y figuras de la oposición libia, que es la base para suponer que existían fuerzas poderosas que actúan detrás de las escenas en las Naciones Unidas el apoyo a las actividades Dabbashi y recomendar al Consejo de Seguridad que permita este abuso de sus procesos.

Informes de los medios de comunicación falsas sobre Libia

Entre los informes de los medios en ese momento eran las acusaciones no verificadas que aviones libios gobierno estaban disparando a los civiles en Trípoli y que había muchos muertos en varias partes de Libia. También se informó de que Gaddafi había huido a Venezuela. Gaddafi y el gobierno libio en disputa estos informes, con un video que demuestra Gaddafi en Libia. Este video fue mostrado en todo el mundo que demuestra la inexactitud de las falsas acusaciones que se hacen sobre Libia. Además, los medios de comunicación libios disputa que se había producido ningún tiroteo de civiles como de los aviones en Trípoli. Más tarde, los medios de comunicación rusos le imprimieron a los informes de vigilancia de Rusia de la actividad aérea de Libia durante este período.Este control no mostró ningún despido de los aviones (11).
A pesar de haber desertado, Dabbashi siguieron teniendo acceso no sólo a los procesos del Consejo de Seguridad, sino también para operaciones de vigilancia oficial de prensa de la ONU para hablar con los reporteros como si oficialmente el representante de una nación miembro de la ONU.En estas operaciones de vigilancia prensa Dabbashi atacó el gobierno libio, que acusó de genocidio, sin ofrecer ninguna prueba de sus afirmaciones. También siguió pidiendo el derrocamiento del gobierno de Libia.

Luego, el viernes, 25 de febrero el embajador de Libia ante la ONU, Abdel Rahman Shalgham anunció su deserción y denunció al gobierno de Libia, durante una reunión del Consejo de Seguridad.

El Presidente del Consejo de Seguridad invitó al Embajador de desertar a participar en la reunión de conformidad con el artículo 37 del reglamento provisional del Consejo de Seguridad de Procedimiento. El artículo 37 especifica que se trata de un país miembro que pueden ser invitados a participar. Un embajador de desertar o diplomático no tiene ninguna base para tomar parte en una reunión del Consejo de Seguridad. La regla dice (12):

"Artículo 37 Todo Miembro de las Naciones Unidas que no sea un miembro del Consejo de Seguridad puede ser invitado, como resultado de una decisión del Consejo de Seguridad, a participar, sin derecho a voto en la discusión de toda cuestión llevada ante el Consejo de Seguridad cuando el Consejo de Seguridad considera que los intereses de ese Miembro están afectados de manera especial, o cuando un miembro de una cuestión a la atención del Consejo de Seguridad de conformidad con el artículo 35 (1) de la Carta. "
Un embajador que los defectos, por ese acto, está dejando de representar a la nación miembro de la ONU. De acuerdo con las reglas de protocolo (2005) en línea en el sitio web de la ONU, una vez que un Embajador deja de representar a sus países miembros, uno esperaría que presentar su dimisión al Secretario General. Por lo tanto, no es adecuado para él para ser invitado a participar en una reunión del Consejo de Seguridad bajo la Regla 37 del Reglamento Provisional del Consejo de Seguridad. Esta regla se aplica a un representante oficial de una nación miembro de la ONU, no a alguien que dice que ya no representa esa nación. A continuación se presenta la sección correspondiente de las reglas de protocolo (13).

"Sección X terminación del servicio en las Misiones Permanentes / Observadores:
Representante Permanente
Antes de renunciar a su / su puesto, un Observador Permanente Representante / debe informar al Secretario General por escrito y, al mismo tiempo, comunicará el nombre del miembro de la misión, que actuará como Encargado de Negocios ai en espera de la llegada de los nuevo Representante Permanente / observador. Es de especial importancia tener en cuenta que un Encargado de Negocios y no se puede nombrar a sí mismo y puede soportar esta función sólo después de haber sido nombrado por el Representante Permanente / observador o por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado interesado.
"
Al parecer, al estar fuera del procedimiento establecido por el Consejo de Seguridad de las reglas para un embajador de desertar a formar parte de una reunión del Consejo de Seguridad como representante del Gobierno afirma que ya no representa, y la denuncia de la nación miembro que ha desertado de.

En la reunión del Consejo de Seguridad el 25 de febrero, el secretario general Ban Ki-moon dijo al Consejo de Seguridad sobre la situación en Costa de Marfil y Libia. En sus observaciones sobre Libia, el Secretario General afirmó que basaba sus informes sobre las cuentas de "la prensa, grupos de derechos humanos y civiles sobre el terreno." Reconoció que no había pruebas concluyentes de sus alegaciones, pero descartó esta falta de verificable información diciendo que la acción se debe tomar junto con los esfuerzos para obtener la información más fiable. Esta acción es contraria a otras situaciones en que el Secretario General reconoció la necesidad de un grupo imparcial hecho de encontrar y nombró un grupo para obtener la información necesaria para determinar qué curso de acción a tomar para promover una solución pacífica de la situación.

Después de que el Secretario General presentó sus alegaciones no verificadas, el embajador libio desertar fue llamado para hablar. Al 25 de febrero de Shalgham, también había desertado. (Uno podría imaginar que la presión de su deserción bien pudo haber sido el temor de las referencias a la CPI de los funcionarios libios planeada por algunos miembros del Consejo de Seguridad.)

Contrariamente a una promesa anterior a los periodistas que si no se admite el gobierno libio, que iba a renunciar, Shalgham no formal renuncia. En cambio, él continuó utilizando los procesos de seguridad del Consejo para promover el Consejo de Seguridad para imponer sanciones y las referencias de la CPI en el gobierno de Libia.

En su presentación ante la reunión del Consejo de Seguridad el viernes, 25 de febrero de Shalgham hizo una denuncia virulenta del gobierno libio, con analogías con Hitler. Shalgham caso omiso de la versiones contradictorias de lo que estaba sucediendo en Bengasi y en lugar de pintar una imagen de una manifestación pacífica civiles injustamente sometidos a una masacre (14). Shalgham presentado ninguna prueba de sus alegaciones, ni se le requirió que presentara alguna. En cambio, él fue consolado por el Secretario General y los miembros del Consejo de Seguridad, con varios miembros del Consejo de Seguridad, abrazando y consolando él.

Al día siguiente, sábado, 26 de febrero una reunión de un día de emergencia siempre se celebró en el Consejo de Seguridad. Mientras que el Consejo de Seguridad estaba discutiendo una resolución sobre Libia, Shalgham se informó que envió una carta al Consejo de Seguridad de influir en los votos de sus miembros.

Un periodista que ofrece lo siguiente como contenido de la carta enviada Shalgham al Consejo de Seguridad (15):

"Con referencia al Proyecto de Resolución a Libia antes de que el Consejo de Seguridad, tengo el honor de confirmar que la delegación libia ante las Naciones Unidas apoya las medidas propuestas en el proyecto de resolución para pedir cuentas a los responsables de los ataques armados contra la población civil de Libia , a través de como [sic] la Corte Penal Internacional. "

Según los periodistas esperaban fuera de la reunión del Consejo de Seguridad el sábado 26 de febrero, algunos miembros del Consejo de Seguridad indicó que su objetivo era inducir a más deserciones de funcionarios libios mediante la inclusión de referencias a la Corte Penal Internacional (CPI) en la resolución del Consejo de Seguridad que se propone. Esto es con la Corte Penal Internacional como un instrumento político más que como una forma de castigar los delitos reales.

Libia no es un miembro del tratado que crea la Corte Penal Internacional.Aunque la Carta de la ONU establece que el Consejo de Seguridad de crear tribunales que no tiene ninguna disposición para obligar a una nación no es miembro de una Organización del Tratado de la creación de un tribunal para ser sometidas a su jurisdicción. Cuando los miembros del Consejo se preguntó en qué autoridad se refieren a un nacional de un Estado no miembro de la Corte Penal Internacional a su jurisdicción, que citan una disposición en el tratado de la CPI. Sin embargo, una disposición del tratado de la CPI no puede ser sustituido por alguna disposición de la Carta de las Naciones Unidas. Ninguna de las disposiciones de la Carta de la ONU ha sido citado como dotar a la autoridad de las referencias del Consejo de Seguridad de los miembros del Tratado de No a la jurisdicción de la CPI.

Al final del día, el sábado 26 de febrero, el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 1970, imponiendo fuertes sanciones contra Libia y Gadafi se refiere y muchos otros a la CPI. No hay prueba de ningún delito se presentó y no se hizo referencia a cualquier investigación sobre las acusaciones.

Cuando el embajador de Francia, Gérard Araud explicó por qué votó a favor de la Resolución SC 1970, se refirió de nuevo a "la declaración en movimiento" Shalgham en la reunión del viernes, dijo Araud (16):

"Ayer, el Representante Permanente de Libia (sic) hecho a este Consejo un llamamiento para la asistencia en movimiento. Francia se congratula por el hecho de que el Consejo tiene hoy por unanimidad y con fuerza respondido a ese llamamiento ".

Al explicar su voto a favor de la Resolución 1970, el Embajador de la India explicó que no se inclina a apoyar la remisión a la Corte Penal Internacional, pero fue en respuesta a la carta enviada al Consejo de Seguridad por Shalgham instando al Consejo a que lo hagan. El Embajador de la India, dijo:

"(W) e hubiera preferido un enfoque calibrado y gradual. Sin embargo, observamos que varios miembros del Consejo, incluyendo a nuestros colegas de África y el Medio Oriente, creo que la remisión a la Corte tendría el efecto de un cese inmediato de la violencia y la restauración de la calma y la estabilidad. La carta del Representante Permanente de Libia (sic) de 26 de febrero dirigida a usted, señora Presidenta, ha pedido que dicha remisión y fortalecido esta opinión. Por ello, hemos estado de acuerdo con el consenso en el Consejo. "

Asimismo, el Embajador de Nigeria, explica:

"Hemos tomado en consideración la carta de fecha de hoy por el Representante Permanente de Libia (sic) el apoyo a las medidas que hemos propuesto".

El embajador de Brasil también se refiere a la apelación presentada por el Embajador de la deserción en la explicación de su voto para la sección.Resolución del Consejo 1970:

"En nuestras deliberaciones de hoy, Brasil pagó la debida consideración a las opiniones expresadas por la Liga de Estados Árabes y la Unión Africana, así como a las peticiones formuladas por la Misión Permanente de Libia ante las Naciones Unidas." (17)

En la reunión, Dabbashi se le dio la palabra para hablar en nombre de Libia.

Dabbashi denunció Gaddafi y agradeció a los miembros del Consejo de Seguridad para la concesión de su solicitud de medidas duras contra Libia y los miembros de su gobierno.

El Secretario General como el último orador en la agenda del Consejo de Seguridad, habló sobre cómo se dio la bienvenida a las sanciones y los vio como un medio para un régimen de una nueva gobernanza en Libia. Él dijo:

"Las sanciones que el Consejo ha impuesto es un paso necesario para acelerar la transición a un nuevo sistema de gobierno que cuentan con el consentimiento y la participación de la gente".

Esta secuencia de eventos sólo puede ser visto como una violación de las obligaciones del Consejo de Seguridad en virtud de la Carta de la ONU. La provisión de las reglas del Consejo de Seguridad aprovechó para invitar a la deserción ex funcionarios del gobierno libio en las reuniones del Consejo de Seguridad fueron disposiciones que para los funcionarios en representación del gobierno de Libia para hablar. Los funcionarios fueron desertando ahora ex funcionarios del gobierno y, como tal, no tenía ninguna autoridad para hablar por los oficiales del gobierno de Libia, y la autoridad no comparecer en las reuniones del Consejo de Seguridad como funcionarios de Libia (18).

Las acciones de estos funcionarios no fueron las acciones de un gobierno miembro. Tácita era el proceso de la forma en que había desertado y por lo que los acuerdos con EE.UU. y otras agencias gubernamentales occidentales que habían adquirido la capacidad de permanecer en los EE.UU. y de participar en los procedimientos del Consejo de Seguridad. El Consejo de Seguridad estaba prestando apoyo y asistencia a los miembros de un grupo de intentar llevar a cabo un golpe de estado contra el gobierno de Libia. Tal acción es contraria a las obligaciones de la Carta de las Naciones Unidas que exigen la intervención no en los asuntos de las naciones miembros.

El Consejo de Seguridad apoyó estos desertores que actúa para derrocar al gobierno de Libia. También no hacer ningún esfuerzo para iniciar una investigación independiente de lo que estaba sucediendo en Libia. Aparte de los prejuicios occidentales o Qatar informes de los medios de comunicación el apoyo (informes de Aljazeera sólo representó el punto de vista de la oposición libia cuando se informó sobre el conflicto de Libia.), El Consejo de Seguridad no se buscan otras fuentes de información. Personal de la ONU en Libia no se les pidió que investigara las denuncias.

Ningún funcionario del gobierno legítimo de Libia fue invitado a tomar parte en las deliberaciones del Consejo de Seguridad. Cuando el gobierno libio trató de nombrar a los funcionarios del gobierno legítimo de sustituir la delegación desertor, el gobierno de EE.UU. no aprobar las solicitudes de visados ​​para los delegados de reemplazo, en violación de las obligaciones del país anfitrión de los EE.UU.. De esta manera, los EE.UU. impidió que el gobierno de Libia de ser capaz de presentar su caso ante el Consejo de Seguridad.

3 de marzo de 2011, el Portavoz del Secretario General reconoció que el Secretario General había recibido la comunicación del gobierno libio retirar las credenciales de los Dabbashi y Shalgham. (19) Sin embargo, para un período de tiempo, que había seguido a hablar con los periodistas en el replanteo del Consejo de Seguridad oficiales y sus declaraciones a la prensa fueron cubiertos por los servicios de las Naciones Unidas los medios de comunicación y fueron tratados como declaraciones oficiales del gobierno libio disponibles en el Consejo de Seguridad de la ONU sitio web.

Con el tiempo el acceso de los dos diplomáticos se convirtió a partir de pases de cortesía diplomática en pases concedidos a discreción de la Secretaría para que pudieran seguir teniendo acceso a la ONU, pero de un modo más restringido que el acceso de diplomáticos oficiales.

Cuando algunos periodistas cuestionaron los motivos por los que estos diplomáticos desertor siguió teniendo acceso a funcionario de la ONU y los procedimientos del Consejo de Seguridad tales como solicitar una reunión del Consejo de Seguridad, el portavoz del Secretario General dijo que alguien que ha presentado credenciales ante el Secretario General es el representante de una nación (20):

No estar de acuerdo con la respuesta del portavoz, un periodista señaló que la "Solicitud para una reunión del Consejo de Seguridad normalmente es por petición de los Estados miembros, no de los embajadores sentados en las misiones. Embajadores de solicitar una reunión del Consejo sobre la base de una carta del Ministerio de Relaciones Exteriores y, en este caso, probablemente no hay ninguna de esas cartas que emanan del Ministerio de Relaciones Exteriores de Libia. Así que, ¿sobre qué base, fundamento jurídico, es la reunión del Consejo de Seguridad ", preguntó el periodista.

En lugar de reconocer la veracidad de la explicación que se trata de los países miembros que están representados en el Consejo de Seguridad, no un embajador, en particular, no un embajador que ha desertado, el portavoz del Secretario General respondió: "Creo que usted sabe lo que voy que decir ... pedir al Consejo de Seguridad. Siguiente pregunta ".

Parte IV - Libia impidió presentar su caso ante la ONU

Mientras los diplomáticos libios desertar se han apoyado y protegido a tener acceso continuo a las instalaciones de las Naciones Unidas, lo contrario ha sido el caso para el gobierno libio.

Un buen ejemplo de esta desviación de las obligaciones del Protocolo se demuestra en dos documentos. La primera es la Resolución 1970 (S/RES/1970 (2011).

El documento señala en su declaración de apertura (21):

"Tomando nota de la carta dirigida al Presidente del Consejo de Seguridad por el Representante Permanente de la Jamahiriya Árabe Libia, de fecha 26 de febrero de 2011." (S/Res/1970 (2011), p. 1)

El problema del reconocimiento de esta carta de esta manera en el cuerpo de la Resolución 1970 es que el 25 de febrero, el ex embajador de Libia ante la ONU, Abdel Rahman Shalgham había informado al Consejo de Seguridad que había desertado.

El 26 de febrero ya no representa al gobierno libio. Por lo tanto no había ninguna base para el Consejo de Seguridad para referirse a una carta de él, como una carta del Representante Permanente de la Jamahiriya Árabe Libia

El Consejo de Seguridad han encontrado una manera de escuchar a un miembro del gobierno de Libia, en lugar de la sustitución de un desertor embajador ya su delegación por la delegación oficial de Libia.

A pesar de varios esfuerzos del gobierno de Libia para nombrar un nuevo embajador para reemplazar al embajador desertor y su personal los miembros que habían desertado, ni la ONU ni los EE.UU., el país anfitrión de la ONU, actuó de acuerdo con sus obligaciones para hacer esto posible .

Una carta del gobierno libio de 17 de marzo se envió al Presidente del Consejo de Seguridad. Parece que esta carta no se hizo un documento oficial del Consejo de Seguridad. Sin embargo, esta carta siempre y cuando el gobierno libio explicación de lo que estaba sucediendo. De acuerdo con el artículo 32 de la Carta de la ONU, el Consejo de Seguridad tiene la obligación de escuchar a los países miembros. La parte pertinente del artículo 32 establece que:. "Cualquier miembro de las Naciones Unidas que no sea un miembro del Consejo de Seguridad ... si se trata de una parte en una controversia a consideración del Consejo de Seguridad, será invitado a participar, sin voto, en las discusiones relativas a dicha controversia. "(22)

Esto sería cierto y, por un Estado que no sea miembro de las Naciones Unidas.

La imagen del gobierno de Libia se presenta en la comunicación al Consejo de Seguridad es uno donde hay un enfrentamiento armado entre los insurgentes armados y las autoridades estatales (23).

Esta es una descripción diferente de la situación que cualquiera de los miembros del Consejo de Seguridad considerado públicamente el 26 de febrero cuando el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 1970 o el 17 de marzo cuando se aprobó la Resolución 1973 (24).

En la carta del 17 de marzo, Libia explica que lo que está sucediendo es un enfrentamiento entre grupos terroristas y las autoridades estatales. Se cita la Ley N º 38 de Libia de 1974, artículo 1, como base para las fuerzas armadas de Libia para "mantener la seguridad, si la seguridad general de la" República "o cualquier parte de ella así lo requiera." La carta explica que " campamentos del ejército libio que han sido atacados no han tomado ninguna acción violenta contra los atacantes armados, hasta que ésta se blandían sus armas. "Esto está en conformidad con la ley libia, la carta señala.

La carta explica que "el artículo 2 de la misma ley establece que la orden de fuego se puede dar en las siguientes circunstancias:

"(A) Si algún miembro de las fuerzas es atacado.
(B) Si los rebeldes se niegan a restablecer el orden, después de haber sido advertido y dado la oportunidad de hacerlo.
(C) Si los rebeldes llevar a cabo un ataque armado contra personas o bienes. "

La carta del gobierno de Libia se describe cómo el gobierno está cumpliendo con su responsabilidad de proteger a los residentes y ciudadanos de Libia por enfrentar a los insurgentes armados.

La carta también dice que la Resolución 1970 y el proyecto de la Resolución 1973, la resolución que se considere la adopción el 17 de marzo, y posteriormente aprobado, "más allá del mandato" del Consejo de Seguridad.

La carta dice que "lo que está en juego no es un conflicto entre dos Estados, conforme a lo dispuesto en el artículo 24 de la Carta de las Naciones Unidas". Consiguiente, el Consejo no tiene autoridad para adoptar resoluciones en estos casos. La Carta, la carta le explicaba, "establece que los Estados deben abstenerse de la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial de cualquier Estado".

También en la carta, Libia se refirió a la misión a Libia por la Unión Africana que estaba prevista para el 20 de marzo para negociar una solución política. La carta pedía la adopción de acuerdos en virtud del Capítulo VII prematuro, hasta que una evaluación de la situación había sido hecha por la Unión Africana.

El Consejo de Seguridad no hizo ninguna mención de la carta o los puntos que planteaba cuando se adelantó y aprobó la Resolución 1973, sobre la noche del 17 de marzo.

Sólo un artículo de la AP dijo que había una carta y se refirió a algunos de sus contenidos, incluidos el reto Libia presentó a la sección de la Resolución 1970 se refiere Gaddafi y miembros de su familia a la Corte Penal Internacional (CPI) (25).
Después de la reunión de marzo 17 del Consejo de Seguridad, la OTAN, EE.UU. y luego empezó a bombardear Libia.

Una carta de fecha 19 de marzo por parte del gobierno de Libia ha sido uno de los documentos del Consejo de Seguridad. En la carta del Ministro de Relaciones Exteriores se refiere a cartas anteriores, que envió al Consejo de Seguridad que no se encuentran en los registros del Consejo de Seguridad. En carta del 19 de marzo, escribe (26):

"En mis cartas anteriores a ti, hice hincapié en que una conspiración externa, estaba apuntando a Libia y de su unidad e integridad territorial.Señalé que el Consejo de Seguridad se había elaborado en la aplicación de esta conspiración por su adopción de la Resolución 1970 (2011) y 1973 (2011) bajo el cual se impuso una prohibición a toda la aviación en el espacio aéreo de la Jamahiriya Árabe Libia. Al tomar esta decisión ", explicó el 19 de marzo la carta," el Consejo de Seguridad ha preparado el terreno para una agresión militar contra el territorio libio. Francia y Estados Unidos han bombardeado varios sitios de civiles, violando todas las normas e instrumentos internacionales, en particular la Carta de las Naciones Unidas, que prevé la no intervención en los asuntos de los estados miembros ".

Libia pidió al Consejo de Seguridad de celebrar una reunión urgente "con el fin de poner fin a esta agresión, con el fin de que no es para proteger a los civiles, como se pretendía, sino para atacar sitios civil, instalaciones económicas, y los sitios pertenecientes a los pueblos armados sobre los deber. "El Consejo de Seguridad examinó la solicitud en una reunión el lunes, 21 de marzo y decidió no conceder la solicitud del gobierno libio.

21 de febrero, el gobierno libio ha sido privado de la posibilidad de tener un representante en la ONU. En marzo, cuando el gobierno libio trató de nombrar a otro embajador, el gobierno de EE.UU. no le concedió una visa (27).

En vez de desertar a los diplomáticos siguen teniendo acceso a la ONU y de utilizar su presencia en las Naciones Unidas para atacar al gobierno legítimo de Libia.

Un artículo publicado por Al Ahram, es inusual, ya que presenta una relación de algunos de los abusos de los procedimientos del Consejo de Seguridad que tuvo lugar en la aprobación de resoluciones 1970 y 1973 contra Libia. El artículo fue escrito por Curtis Doebbler, el abogado estadounidense de Derechos Humanos. Doebbler escribe (28):

"Occidente centró su maquinaria de propaganda de la ONU con una venganza. Y no era mera propaganda de campaña común, sino una orquestación de toda regla de la historia de los libros. En primer lugar, los diplomáticos libios fueron inducidos y amenazó con dimitir de su cargo y prometió que si apoyaban a la oposición que sería "atendido". Esto dio lugar a los diplomáticos de Libia ante la ONU, no sólo de renunciar, pero si lo hace y se mantiene un tipo de estatus diplomático que les permitió hablar en nombre de los rebeldes armados que desafiaban al gobierno de Libia para el control de su país. "

Doebbler sigue:

"Esto se logró por las acciones espurias de la ONU, Ban Ki-moon, quien hizo un pase especial para los diplomáticos libios anterior después de que su gobierno había retirado sus credenciales. Sin pasar por el Comité de la Asamblea General de Verificación de Poderes y protocolo bien establecido, el secretario de la ONU por primera vez en la historia del organismo mundial favoreció personalmente un lado en lo que era hasta ahora una guerra civil. "

Entre los miembros del Consejo de Seguridad ha habido una serie de quejas que la resolución que permite el paso (1973) no ha autorizado el tipo de bombardeos de la OTAN de Libia en apoyo de los rebeldes que se ha llevado a cabo. Debido al poder de veto de los EE.UU., Francia y el Reino Unido, el Consejo de Seguridad parece no tener los medios de supervisión de la OTAN para detener lo que ellos creen que es un abuso de los procesos de seguridad del Consejo.

En el contexto de la secuencia de acontecimientos que tuvieron lugar en el Consejo de Seguridad en febrero y marzo, la pregunta formulada en la conferencia de prensa en abril, "... tenemos que esperar una postura más agresiva y proactiva por parte del Consejo de Seguridad en el apoyo a grupos rebeldes? "se trata de un cambio serio. El precedente establecido por el Consejo de Seguridad dedicada a apoyar un levantamiento armado contra el gobierno de un país miembro de la ONU es un precedente importante y peligroso. Se trata de una cuestión importante que debe examinarse seriamente (29).

Notas
1) Cus IK de Breaking News Mundial, Conferencia de prensa de la Presidencia de la República, 04 de abril,
2) "a la francesa planes para derrocar a Gaddafi en marcha desde el pasado mes de noviembre" por Franco Bechis
3) Véase la cuenta en el líbero de la deserción de Nouri al Mesmari y las conexiones con las fuerzas de inteligencia extranjeros.
4) "" Los ataques aéreos en Libia no tuvo lugar '- militar rusa, "Noticias, Russia Today (RT) de Moscú, 1 de marzo de 2011. RT informe se hizo por la periodista Irina Galushko.
Radio Nederland, "Human Rights Watch: No mercenarios en el este de Libia", 02 de marzo 2011
5) Ibrahim Dabbashi, Carta al Consejo de Seguridad de fecha 21 de febrero de 2011, S/2011/102, 22 de febrero 2011
6) Reglamento Provisional del Consejo de Seguridad se refiere al artículo 35 de la Carta se refiere a "las naciones que son Miembros de las Naciones Unidas" o "naciones que no son miembros de la ONU". En ninguna parte se proporcionan para desertar a los funcionarios solicitar una reunión del Consejo de Seguridad.
7) horas reunión del Consejo de Seguridad, no hay notas, pero la aparición de la reunión se señaló que la reunión 6486a (cerrado) la paz y la seguridad en África 22 de febrero 2011
http://www.un.org/Docs/journal/En/20110223e.pdf
Descripción: 8) Video de Nizar Abboud de embajador en la ONU de Libia, Shalgam, 22 de febrero 2011
Las respuestas de Inglés se encuentran a aprox. 01:53.
9) B. Lynn Pascoe, "comentarios informales a los medios de comunicación por B. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, sobre la situación en Libia", 22 de febrero 2011
10) "del Consejo de Seguridad habla sobre la crisis de Libia". Reuters, 22 de febrero 2011
11) Véase la nota 4.
12) Reglamento Provisional del Consejo de Seguridad de la Regla 37
13) Manual de Protocolo de las Naciones Unidas Servicio de Protocolo y Enlace
14) Abdel Rahman Shalgham en la reunión del Consejo de Seguridad de 6490a, 25 de febrero de 2011, las Naciones Unidas S/PV.6490
15) Carta Shalgham enviado a Consejo de Seguridad tal como se cita en el blog de Interior City Press
16) Gérard Araud en el Consejo de Seguridad, reunido 6490a, 26 de febrero de 2011, las Naciones Unidas S/PV.6491
Ver esta transcripción de otras declaraciones en la reunión citada en el texto.
17) La referencia a la Unión Africana se había equivocado. La Unión Africana llamó al diálogo y se opuso a las sanciones y la remisión a la Corte Penal Internacional ante el Consejo de Seguridad dio su voto sobre las resoluciones 1970 y 1973. Véase, por ejemplo, Ruhakana Rugunda, "Declaración de la Unión Africana en la invasión de la OTAN de Libia: Es hora de poner fin al bombardeo y encontrar una solución política en Libia"
18) Véase, por ejemplo, Conferencia Internacional del Trabajo, 5C, Actas, 100.a reunión, Ginebra, junio de 2011, los informes sobre las credenciales, Segundo informe de la Comisión de Verificación, la representación de la Jamahiriya Árabe Libia
19) Marzo 3, 2011, rueda de prensa diaria por la Oficina del Portavoz del Secretario General
20) conferencia de prensa diaria por la Oficina del Portavoz del Secretario General, 22 de febrero 2011
21) Resolución 1970 del Consejo de Seguridad
22) Artículo de la Carta de las Naciones Unidas 32 se puede encontrar en el capítulo 5 a
23) Carta enviada al Consejo de Seguridad de fecha 17 de marzo 2011 de Secretario del Comité Popular General de Enlace Exterior y Cooperación Internacional de la Jamahiriya Árabe Libia con el presidente del Consejo de Seguridad. (Traducción al Inglés de documento circulado previamente en árabe).
24) Ronda Hauben, "Consejo de Seguridad de 17 de marzo Reunión para autorizar bombardeo de Libia todo humo y espejos", 30 de marzo 2011
25) Edith Lederer, "de la ONU rechaza la reunión de emergencia solicitado por la Libia", AP, 22 de marzo 2011
26) Carta de fecha 19 de marzo 2011 del Secretario del Comité Popular General de Enlace Exterior y Cooperación Internacional de la Jamahiriya Árabe Libia, dirigida al Presidente del Consejo de Seguridad, S/2011/161
27) Turtle Bay blog "TurtleLeaks: No hay visado, no hay ninguna entrada!¿Cómo los EE.UU. bares diplos de la ONU "
28) Curtis Doebbler, "Libia: ¿quién gana", Al Ahram, 7 hasta 13 ab 2011, Edición N º 1042
29) De acuerdo con la resolución 396 (V), diciembre de 1950, el reconocimiento por las Naciones Unidas por el Representante de un Estado miembro,
cuando surge una controversia con más de una autoridad que dice ser el gobierno de un Estado miembro, se hace una pregunta a la Asamblea General que examine a la luz de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y las circunstancias de cada caso concreto. Ver
o
Véase la Asamblea Resolution396 (V), diciembre de 1950, el reconocimiento por las Naciones Unidas por el Representante
de un Estado miembro, cuando surge una controversia con más de una autoridad que dice ser el gobierno de un Estado miembro, se hace una pregunta a la Asamblea General que examine a la luz de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y de las circunstancias de cada caso concreto. Ver, la Asamblea General de la Resolución 396 (V), diciembre de 1950, el reconocimiento por las Naciones Unidas por el Representante de un Estado miembro
o

....