Mujer, Obrera, Revolucionaria…
Quien ose con poseerte como una mercancía.
Quien ose con educarte como el ser humano más frágil.
Quien ose con sobrecargarte con tareas meramente domésticas.
Quien ose con prepararte para la vida simplemente como una máquina para la reproducción.
Quien ose promover que naturalmente o por designios divino serás ignorante.
Quien ose dominarte en espíritu y cuerpo por tener un vinculo económico.
Quien ose pagar tu labor por debajo de su valor real.
Claramente ese, esa y esos ignoran o solo asumen una posición de clase dominante… burguesa
Visiblemente ese, esa y esos llevan a formar una gran línea divisionaria entre los hombres y las mujeres
Manifiestamente ese, esa y esos velan tanto a uno como al otro el hecho de poseer la misma condición humana de crear y organizar todo lo que alrededor de la sociedad se refiere.
Y científicamente ese, esa y esos deben sumarse a lucha consciente por transformar la sociedad y desplegar la energía y fortaleza que históricamente ha sido opacada en la mujer.
Por eso mujer, por más que intenten apaciguar la lava creadora de tu estado volcánico te vas a manifestar para arrasar con todas las viejas cumbres a tu alrededor para instaurar una nuevas montañas de poder popular.
Historia del 8 de marzo
El verdadero origen del
Día Internacional de la Mujer
El
próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero
contrariamente a lo que se cree en muchos círculos sociales, su nacimiento no
radica en un acontecimiento aislado, sobre el que ni tan siquiera existía
consenso entre la historiografía norteamericana y la española, sino que ha de
encuadrarse en un contexto histórico e ideológico mucho más amplio.
En
la historiografía española la conmemoración del 8 de marzo se vincula, de forma
equivocada, al incendio ocurrido el citado día del año 1908 en una fábrica
textil de Nueva York, provocado por el propio empresario ante las obreras
declaradas en huelga y encerradas en el inmueble.
En
la historiografía estadounidense se vincula, también de forma incorrecta el
origen del 8 de marzo a una manifestación de trabajadoras del sector textil en
la ciudad de Nueva York que reivindicaban mejoras laborales.
Según
el Diccionario Ideológico Feminista de Victoria Sau, “se
considera una jornada de lucha feminista en todo el mundo en conmemoración del
día 8 de marzo de 1908 en que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva
York llamada Cotton declararon una huelga en protesta por las condiciones
insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon
la fábrica. El dueño cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las
129 trabajadoras que había dentro (…)”.
Las
referencias sobre el origen de la celebración del 8 de marzo que se basan en el
incendio de la fábrica en Nueva York o en la manifestación de las trabajadoras
son falsas debido a la manipulación de querer silenciar el verdadero origen de
esta festividad. En relación al incendio, basta con mirar el calendario para
hacer tambalear esta teoría. El 8 de marzo de 1908 era domingo, un día un tanto
extraño para declararse en huelga sin perjudicar al empresario.
Sí
que hubo un incendio en la fábrica de la Triangle Shirtwaist Company donde
murieron muchas mujeres, la mayoría chicas inmigrantes de entre los 17 y 24
años, pero no fue el 8 de marzo de 1908, sino el 25 de marzo de 1911, dos días
antes a la primera celebración del Día Internacional de la Mujer.
En
relación a la manifestación, aunque ésta tuvo lugar, no fue ni el 8 de marzo de
1857, ni el 8 de marzo de 1908 como se suele referenciar. Fue el 27 de
septiembre de 1909 cuando los/las empleado/as del textil hicieron una huelga de
trece semanas hasta el 15 de febrero de 1910, en demanda de mejoras laborales,
pero este acontecimiento tampoco es el origen de la celebración del 8 de marzo.
Las
historiadoras Liliane Kandel y François Picq afirman que el
mito que sitúa la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar
el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la
Mujer.
La
decisión de convertir esta celebración en una festividad internacional corrió a
cargo de Clara Zetkin (Sajonia, Alemania – 1857), líder del
movimiento alemán de mujeres socialistas. Pero la propuesta presentada por
Zetkin en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en
Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910, para organizar la celebración de
un Día Internacional de la Mujer no era del todo original. Tenía un antecedente
en el que inspirarse, el Women’s Day que las socialistas estadounidenses
llevaban celebrando desde 1908, cuya finalidad era la reivindicación del
derecho al voto para las mujeres. El Partido Socialista Americano designó el
último domingo del mes de febrero, día 28 de 1909, como Woman’s Day, para
reivindicar el derecho de las mujeres al sufragio. Y hasta el 1920 no fue
aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que
se otorgaba a las mujeres el derecho al sufragio.
El
Día Internacional de la Mujer, que tiene sus orígenes indiscutiblemente en el
movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, tenía
como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto femenino, sin
ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o
educación.
EL DÍA DE LA MUJER NO ES UNA FIESTA, FUE UN EVENTO SANGRIENTO
La conmemoración del Día de la Mujer es nacida de una historia sangrienta... 25 marzo de 1911 Incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York., en donde el abuso, la explotación y la impunidad causó la muerte de 146 mujeres, algunas quemadas y otras muertas en la banqueta porque se arrojaron ante el temor de las llamas...no fue gracias a las mujeres bonitas, amables, de bien y sobre todo de buena familia, sexis o acomodadas, lo lograron las revolucionarias, las indecentes, las no religiosas furibundas, las indignadas, las migrantes y de baja escala social...las que pedían mayor equidad en la vida conyugal y en la productividad...
De
esta forma, la primera celebración del Día Internacional de la Mujer se produjo
el 19 de marzo de 1911, y fue seguido en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia.
En
los primeros años, el esta efeméride se festejaba en fechas diferentes según
los países, pero en 1914, a propuesta de las feministas alemanas, se celebró
por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. La única autora que
se aventura a dar una explicación sobre la elección de esta fecha es Renée
Côté, quien sólo apunta como posibilidad el hecho de que el mes de marzo estaba
cargado de contenido revolucionario, pero sin dar ningún argumento sólido sobre
por qué ese día en particular y no otro.
También
la Revolución Rusa de 1917 tuvo una gran influencia a todos los niveles en la
elección de este día internacional. Aunque el 8 de marzo se llevaba celebrando
en Rusia desde 1914, en el año 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la
falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el
mes de octubre de ese mismo año. Los acontecimientos del 8 de marzo de 1917 (23
de febrero en su calendario) son importantes, no sólo porque dieron origen a la
revolución y porque fueron protagonizados por mujeres, sino porque, según todo
parece apuntar, esos sucesos fueron los que hicieron que el Día Internacional
de la Mujer se pasara al celebrar sin más cambios hasta la actualidad el 8 de
marzo.
Naciones
Unidas, con ocasión de la celebración en 1975 del Año Internacional de la
Mujer, ofreció una versión de los hechos que habían conducido al nacimiento de
esta conmemoración femenina. Según Ana Isabel Álvarez, es muy interesante
resaltar que en ese breve informe se silencian de manera absoluta los sucesos
vividos en Rusia en 1917, que precisamente fueron los que harían del 8 de marzo
el día elegido para celebrar el Día Internacional de la Mujer: “El Día
Internacional de la Mujer fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una
representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague
en 1910”.
Según
Álvarez, “la propuesta llegó al comienzo de un periodo de gran transformación
social y política en el mundo. Europa estaba al borde de la I Guerra Mundial,
los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las primeras
conmociones de la revuelta nacionalista, y en Norteamérica el movimiento por el
sufragio femenino estaba cuestionando algunas de las presunciones de las
relaciones humanas. La llamada de Clara Zetkin a las mujeres para unir su lucha
por la igualdad de derechos con la lucha por preservar la paz mundial topó con
un coral sensible”.
Cuando
se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de
mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar
cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y
el fin de la discriminación en el trabajo”.
Fuente:
http://www.lahuelladigital.com
Lenin sobre la
opresión de la mujer
"Las
tesis deben subrayar con rigor que la verdadera emancipación de la mujer solo
es posible a través del comunismo. Es preciso esclarecer profundamente el nexo
indisoluble entre la situación de la mujer como persona y miembro de la
sociedad y la propiedad privada sobre los medios de producción. Así
delimitaremos con toda precisión los campos entre nosotros y el movimiento
burgués por la "emancipación de la mujer". Esto sentará también las
bases para examinar el problema femenino como parte del problema social,
obrero, y por tanto permitirá vincularlo firmemente con la lucha proletaria de
clase y con la revolución. El movimiento comunista femenino debe ser un
movimiento de masas, debe ser una parte del movimiento general de masas, no
solo del movimiento de los proletarios, sino de todos los explotados y
oprimidos, de todas las víctimas del capitalismo. En esto consiste la
importancia del movimiento femenino para la lucha de clase del proletariado y
para su misión histórica creadora: la organización de la sociedad
comunista."
Lenin, 1920, citado en De los recuerdos sobre Lenin, Clara Zetkin
"Instrucción, cultura, civilización, libertad: todas estas palabras altisonantes van acompañadas en todas las repúblicas capitalistas, burguesas, del mundo, por una serie de leyes increíblemente infames, repugnantemente sucias, bestialmente burdas, que establecen la desigualdad de la mujer en el matrimonio y en el divorcio, que establecen la desigualdad entre los hijos nacidos fuera del matrimonio y los "legítimos", y que otorgan privilegios a los hombres y humillan y degradan a la mujer.
¡Abajo esas mentiras! ¡Abajo los mentirosos que hablan de libertad e igualdad para todos mientras existe un sexo oprimido, mientras existen clases opresoras, mientras existe la propiedad privada del capital y las acciones, mientras existe gente rica que utiliza sus excedentes de cereales para esclavizar al hambriento! ¡Nada de libertad para todos, nada de igualdad para todos, sino lucha contra los opresores y los explotadores, eliminación de toda posibilidad de oprimir y explotar! ¡Esa es nuestra consigna!"
Lenin, 1919, "El poder soviético y la posición de la mujer", Obras completas, tomo 31
Cierto observador burgués de la Comuna de París escribía a un periódico inglés en mayo de 1871: "¡Si la nación francesa estuviera formada solo por mujeres, que nación terrible sería!" Mujeres y niños hasta de trece años lucharon en la Comuna de París, hombro a hombro con los hombres. Y no podrá suceder de otro modo en las batallas futuras por el derrocamiento de la burguesía. Las mujeres proletarias no mirarán pasivamente cómo la burguesía, bien armada, ametralla a los obreros, mal armados o desarmados. Tomarán las armas, como lo hicieron en 1871.... surgirá, sin duda alguna, tarde o temprano, pero con absoluta certeza, una liga internacional de las "naciones terribles" del proletariado revolucionario.
Lenin, septiembre de 1916, "El programa militar de la revolución proletaria", Obras completas, tomo 24