La Verdad sobre la muerte de Gaddafi y la Gran Jamahiriya Libia: La ley Internacional ha sido violada y proscrita por el fascismo e imperialismo

La Verdad sobre la muerte de Gaddafi
 y la Gran Jamahiriya Libia

Por: Reinaldo Bolívar


El jueves 20 de 0ctubre, con el patrocinio de EEUU, la OTAN y la Liga de Estados Árabes azuzada por el Foro de Cooperación del Golfo Árabe, un grupo apátridas cazó y asesinó cruelmente al Mayor Líder Espiritual que haya tenido esa nación árabe – africana.

En la actualidad los analistas delimitan, de allí sus errores, sus consideraciones a la historia Libia desde 2003, cuando el Gobierno de Gaddafi se vio obligado para garantizar la supervivencia de la nación a realizar acuerdos de cooperación económica en el marco del derecho internacional para superar el férreo bloqueo que desde los años 80 del siglo XX mantuvo occidente. No se trataba de una entrega ni de un cambio en la orientación ideológica, se trató de una estrategia que hasta han usado países amigos. Claro está hubo extra limitaciones o ingenuidades como el haber aceptado entregar las armas de alto poder defensivo, en especial los misiles tierra aire. Lo mismo que hizo el gobierno de Hussein. Quedar a merced de la misericordia de sus captores. O consejos mal intencionados de su entorno ya comprado, para enemistarlo con corrientes progresistas africanas, las cuales están muy adormecidas en la actualidad.

Gobiernos conscientes de las amenazas como Irán, Corea del Norte y Siria no han caído en esta trampa del “arriba las manos y entrega las armas”, fraguada en el seno del Consejo de Seguridad. La Gran Jamahiriya Libia Árabe Popular Socialista, sí cayó. Tal vez pensando que al convertirse en un suplidor seguro de combustible, en un gran inversionista en occidente y en un seguro comprador de la producción manufacturada occidental era suficiente para contener la sed de venganza imperial. Todo indica que los intelectuales libios, leales a la Revolución Verde, no confrontaron la historia de países del Sur que tras derrotar a los ocupantes fueron condenados al contraataque imperial. No estudiaron a Haití, a Yugoslavia, y dudo si se asomaron al modo como Europa Occidental y EEUU acabaron con el socialismo africano asesinando a los cabezas de los movimientos. Si lo hicieron no fueron escuchados y se impusieron las voces de la quinta columna en el gobierno, que hoy comprobamos, era más fuerte que los hijos de Gaddafi, en cuya vida centraba la atención los críticos de la izquierda glamorosa del mundo, descuidando el verdadero peligro: el entorno burócrata que controlaba la variable de la formación ideológica y las relaciones internacionales.

¿Acaso por qué mataron a Lumumba, Cabral, Sankara, Machel, Modlane? La historia de que tenían muchos años en el poder no les cuadra a ellos, ni la invasión por petróleo, ni la patraña de que eran dictadores. Eran nacionalistas, socialistas, se oponían a la colonización, a los multilaterales neoliberales y luchaban por un África Unida y en coordinación con América y Asia.

El más reciente de estos mártires fue John Garang, Vicepresidente en Sudán del Sur en 2005, que predicaba la integridad de país de mayor tamaño territorial en el continente. “Misteriosamente” el helicóptero que los trasladaba se estrelló, algo similar a lo que pasó con Samora Machell en Mozambique. Para los que no les conviene la predica de la integración y la unidad del Sur, no hay otra salida que matar a los predicadores. Más aún si están ejerciendo el poder. ¿No siguió Usted el acoso contra el Presidente de Laurent Gbabo de Costa de Marfil a quien ahora pretenden juzgar en la ignominiosa Corte Penal Internacional? ¿No recuerda los bombardeos que hacían contra la casa de Yaser Arafaf en Palestina? El magnicidio es una política de estado (de EEUU, Europa Occidental, Israel, entre otros) para aniquilar las ideas. Primero declara al objetivo como “Dictador”, le abren un expediente en la arrodillada Corte Penal Internacional y luego lo ajustician. Caso contrario lo encarcelan a perpetuidad.


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CONVENIOS DE GINEBRA VIOLADOS EN LIBIA

A la cobarde e infame tortura y posterior asesinato de Muammar que viola el artículo 44 de la sección II del Convenio de Ginebra, habría que añadir que en toda nación invadida, la responsabilidad de todas los excesos que se produzcan recaerán sobre la potencia ocupante.

Para bombardear Libia constantemente, los aviones de la Otan tuvieron que violar repetidamente el espacio aéreo libio, que es soberanía de la nación, por lo tanto es una invasión en toda regla.

También habría que denunciar a la Otan por el uso de armamento prohibido como las bombas con uranio empobrecido, de fósforo blanco, y sabe dios cuantas más armas han experimentado contra la heroica resistencia libia...

No soy jurista, pero si atendemos a los Convenios de Ginebra, se violaron de forma continua y descarada los títulos II, III y IV, este último relativo a la población civil. Hay material suficiente como para encarcelar de por vida a los responsables de tan bárbaro genocidio.

Aquí va parte del contenido del título IV::

Artículo 51: Protección de la población civil

1. La población civil y las personas civiles gozarán de protección general contra los peligros procedentes de operaciones militares. Para hacer efectiva esta protección, además de las otras normas aplicables de derecho internacional, se observarán en todas las circunstancias las normas siguientes.

2. No serán objeto de ataque la población civil como tal ni las personas civiles. Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil.

3. Las personas civiles gozarán de la protección que confiere esta Sección, salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación.

4. Se prohíben los ataques indiscriminados. Son ataques indiscriminados:

a) los que no están dirigidos contra un objetivo militar concreto;

b) los que emplean métodos o medios de combate que no pueden dirigirse contra un objetivo militar concreto; o

c) los que emplean métodos o medios de combate cuyos efectos no sea posible limitar conforme a lo exigido por el presente Protocolo; y que, en consecuencia, en cualquiera de tales casos, pueden alcanzar indistintamente a objetivos militares y a personas civiles o a bienes de carácter civil.

5. Se considerarán indiscriminados, entre otros, los siguientes tipos de ataque:

a) los ataques por bombardeo, cualesquiera que sean los métodos o medios utilizados, que traten como objetivo militar único varios objetivos militares precisos y claramente separados situados en una ciudad, un pueblo, una aldea u otra zona en que haya concentración análoga de personas civiles o bienes de carácter civil;

b) los ataques, cuando sea de prever que causarán incidentalmente muertos y heridos entre la población civil, o daños a bienes de carácter civil, o ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista.

6. Se prohíben los ataques dirigidos como represalias contra la población civil o las personas civiles.

7. La presencia de la población civil o de personas civiles o sus movimientos no podrán ser utilizados para poner ciertos puntos o zonas a cubierto de operaciones militares, en especial para tratar de poner a cubierto de ataques los objetivos militares, ni para cubrir, favorecer u obstaculizar operaciones militares. Las Partes en conflicto no podrán dirigir los movimientos de la población civil o de personas civiles para tratar de poner objetivos militares a cubierto de ataques, o para cubrir operaciones militares.

8. Ninguna violación de estas prohibiciones dispensará a las Partes en conflicto de sus obligaciones jurídicas con respecto a la población civil y las personas civiles, incluida la obligación de adoptar las medidas de precaución previstas en el artículo 57.

Capítulo III: Bienes de carácter civil

Artículo 52: Protección general de los bienes de carácter civil

1. Los bienes de carácter civil no serán objeto de ataque ni de represalias. Son bienes de carácter civil todos los bienes que no son objetivos militares en el sentido del párrafo 2.

2. Los ataques se limitarán estrictamente a los objetivos militares. En lo que respecta a los bienes, los objetivos militares se limitan a aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la acción militar o cuya destrucción total o parcial, captura o neutralización ofrezca en las circunstancias del caso una ventaja militar definida.

3. En caso de duda acerca de si un bien que normalmente se dedica a fines civiles, tal como un lugar de culto, una casa u otra vivienda o una escuela, se utiliza para contribuir eficazmente a la acción milita, se presumirá que no se utiliza con tal fin.

Artículo 53: Protección de los bienes culturales y de los lugares de culto

Sin perjuicio de las disposiciones de la Convención de La Haya del 14 de mayo de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado y de otros instrumentos internacionales aplicables, queda prohibido:

a) cometer actos de hostilidad dirigidos contra los monumentos históricos, obras de arte o lugares de culto que constituyen el patrimonio cultural o espiritual de los pueblos;

b) utilizar tales bienes en apoyo del esfuerzo militar;

c) hacer objeto de represalias a tales bienes.

Artículo 54: Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil

1. Queda prohibido, como método de guerra, hacer padecer hambre a las personas civiles.

2. Se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego, con la intención deliberada de privar de esos bienes, por su valor como medios para asegurar la subsistencia, a la población civil o a la Parte adversa, sea cual fuere el motivo, ya sea para hacer padecer hambre a las personas civiles, para provocar su desplazamiento, o con cualquier otro propósito.

3. Las prohibiciones establecidas en el párrafo 2 no se aplicarán a los bienes en él mencionados cuando una Parte adversa:

a) utilice tales bienes exclusivamente como medio de subsistencia para los miembros de sus fuerzas armadas; o

b) los utilice en apoyo directo de una acción militar, a condición, no obstante, de que en ningún caso se tomen contra tales bienes medidas cuyo resultado previsible sea dejar tan desprovista de víveres o de agua a la población civil que ésta se vea reducida a padecer hambre u obligada a desplazarse.

4. Estos bienes no serán objeto de represalias.

5. Habida cuenta de las exigencias vitales que para toda Parte en conflicto supone la defensa de su territorio nacional contra la invasión, una Parte en conflicto podrá dejar de observar las prohibiciones señaladas en el párrafo 2 dentro de ese territorio que se encuentre bajo su control cuando lo exija una necesidad militar imperiosa.

Artículo 55: Protección del medio ambiente natural

1. En la realización de la guerra se velará por la protección del medio ambiente natural contra daños extensos, duraderos y graves. Esta protección incluye la prohibición de emplear métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido concebidos para causar o de los que quepa prever que causen tales daños al medio ambiente natural, comprometiendo así la salud o la supervivencia de la población.

2. Quedan prohibidos los ataques contra el medio ambiente natural como represalias.

Artículo 56: Protección de las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas

1. Las obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber, las presas, los diques y las centrales nucleares de energía eléctrica, no serán objeto de ataques, aunque sean objetivos militares, cuando tales ataques puedan producir la liberación de aquellas fuerzas y causar, en consecuencia, pérdidas importantes en la población civil. Los otros objetivos militares ubicados en esas obras o instalaciones, o en sus proximidades, no serán objeto de ataques cuando tales ataques puedan producir la liberación de fuerzas peligrosas y causar, en consecuencia, pérdidas importantes en la población civil.

2. La protección especial contra todo ataque prevista en el párrafo 1 cesará:

a) para las presas o diques, solamente si se utilizan para funciones distintas de aquellas a que normalmente están destinados y en apoyo regular, importante y directo de operaciones militares, y si tales ataques son el único medio factible de poner fin a tal apoyo;

b) para las centrales nucleares de energía eléctrica, solamente si tales centrales suministran corriente eléctrica en apoyo regular, importante y directo de operaciones militares, y si tales ataques son el único medio factible de poner fin a tal apoyo;

c) para los otros objetivos militares ubicados en esas obras o instalaciones, o en sus proximidades, solamente si se utilizan en apoyo regular, importante y directo de operaciones militares, y si tales ataques son el único medio factible de poner fin a tal apoyo.

3. En todos los casos, la población civil y las personas civiles mantendrán su derecho a toda la protección que les confiere el derecho internacional, incluidas las medidas de precaución previstas en el artículo 57. Si cesa la protección y se ataca a cualquiera de las obras e instalaciones o a cualquiera de los objetivos militares mencionados en el párrafo 1, se adoptarán todas las precauciones posibles en la práctica a fin de evitar la liberación de las fuerzas peligrosas.

4. Se prohíbe hacer objeto de represalias a cualquiera de las obras e instalaciones o de los objetivos militares mencionados en el párrafo 1.

5. Las Partes en conflicto se esforzarán por no ubicar objetivos militares en la proximidad de las obras o instalaciones mencionadas en el párrafo 1. No obstante, se autorizan las instalaciones construidas con el único objeto de defender contra los ataques las obras o instalaciones protegidas, y tales instalaciones no serán objeto de ataque, a condición de que no se utilicen en las hostilidades, salvo en las acciones defensivas necesarias para responder a los ataques contra las obras o instalaciones protegidas, y de que su armamento se limite a armas que sólo puedan servir para repeler acciones hostiles contra las obras o instalaciones protegidas.

6. Se insta a las Altas Partes contratantes y a las Partes en conflicto a que concierten entre sí otros acuerdos que brinden protección complementaria a los bienes que contengan fuerzas peligrosas.

7. Para facilitar la identificación de los bienes protegidos por el presente artículo, las Partes en conflicto podrán marcarlos con un signo especial consistente en un grupo de tres círculos de color naranja vivo a lo largo de un mismo eje, como se indica en el artículo 16 del Anexo I del presente Protocolo. La ausencia de tal señalización no dispensará en modo alguno a las Partes en conflicto de las obligaciones dimanantes del presente artículo.

Capítulo IV: Medidas de precaución

Artículo 57: Precauciones en el ataque

1. Las operaciones militares se realizarán con un cuidado constante de preservar a la población civil, a las personas civiles y a los bienes de carácter civil.

2. Respecto a los ataques, se tomarán las siguientes precauciones:

a) quienes preparen o decidan un ataque deberán:

i) hacer todo lo que sea factible para verificar que los objetivos que se proyecta atacar no son personas civiles ni bienes de carácter civil, ni gozan de protección especial, sino que se trata de objetivos militares en el sentido del párrafo 2 del artículo 52 y que las disposiciones del presente Protocolo no prohíben atacarlos;

ii) tomar todas las precauciones factibles en la elección de los medios y métodos de ataque para evitar o, al menos, reducir todo lo posible el número de muertos y de heridos que pudieran causar incidentalmente entre la población civil, así como los daños a los bienes de carácter civil;

iii) abstenerse de decidir un ataque cuando sea de prever que causará incidentalmente muertos o heridos en la población civil, daños a bienes de carácter civil, o ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista;

b) un ataque será suspendido o anulado si se advierte que el objetivo no es militar o que goza de protección especial, o que es de prever que el ataque causará incidentalmente muertos o heridos entre la población civil, daños a bienes de carácter civil, o ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista;

c) se dará aviso con la debida antelación y por medios eficaces de cualquier ataque que pueda afectar a la población civil, salvo que las circunstancias lo impidan.

3. Cuando se pueda elegir entre varios objetivos militares para obtener una ventaja militar equivalente, se optará por el objetivo cuyo ataque, según sea de prever, presente menos peligro para las personas civiles y los bienes de carácter civil.

4. En las operaciones militares en el mar o en el aire, cada Parte en conflicto deberá adoptar, de conformidad con los derechos y deberes que le corresponden en virtud de las normas de derecho internacional aplicables en los conflictos armados, todas las precauciones razonables para evitar pérdidas de vidas en la población civil y daños a bienes de carácter civil.

5. Ninguna de las disposiciones de este artículo podrán interpretarse en el sentido de autorizar ataque alguno contra la población civil, las personas civiles o los bienes de carácter civil.

Artículo 58 -- Precauciones contra los efectos de los ataques


Hasta donde sea factible, las Partes en conflicto:

a) se esforzarán, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 49 del IV Convenio, por alejar de la proximidad de objetivos militares a la población civil, las personas civiles y los bienes de carácter civil que se encuentren bajo su control;

b) evitarán situar objetivos militares en el interior o en las proximidades de zonas densamente pobladas;

c) tomarán las demás precauciones necesarias para proteger contra los peligros resultantes de operaciones militares a la población civil, las personas civiles y los bienes de carácter civil que se encuentren bajo su control.

Texto completo en:
http://www2.ohchr.org/spanish/law/protocolo1.htm

Espero no haberme pasado en mi "comentario"...

Jose Antonio.

El Gobierno de Gaddafi no obtendría justicia en la Haya


El papel genocida de la OTAN: 120 mil muertos y mas de 200 mil heridos en Libia

El papel genocida de la OTAN
(Segunda parte)

Por: Fidel Castro Ruz


Hace algo más de ocho meses, el 21 de febrero del presente año, afirmé con plena convicción: “El plan de la OTAN es ocupar Libia”. Bajo ese título abordé por primera vez el tema en una Reflexión cuyo contenido parecía fruto de la fantasía.

Incluyo en estas líneas los elementos de juicio que me llevaron a esa conclusión.

“El petróleo se convirtió en la principal riqueza en manos de las grandes transnacionales yankis; a través de esa fuente de energía dispusieron de un instrumento que acrecentó considerablemente su poder político en el mundo”.

“Sobre esa fuente de energía se desarrolló la civilización actual. Venezuela fue la nación de este hemisferio que mayor precio pagó. Estados Unidos se hizo dueño de los enormes yacimientos con que la naturaleza dotó a ese hermano país.

“Al finalizar la última Guerra Mundial comenzó a extraer de los yacimientos de Irán, así como de los de Arabia Saudita, Iraq y los países árabes situados alrededor de ellos, mayores cantidades de petróleo. Estos pasaron a ser los principales suministradores. El consumo mundial se elevó progresivamente a la fabulosa cifra de aproximadamente 80 millones de barriles diarios, incluidos los que se extraen en el territorio de Estados Unidos, a los que ulteriormente se sumaron el gas, la energía hidráulica y la nuclear”.

“El derroche del petróleo y el gas está asociado a una de las mayores tragedias, no resuelta en absoluto, que sufre la humanidad: el cambio climático.”

“En diciembre de 1951, Libia se convierte en el primer país africano en alcanzar su independencia después de la Segunda Guerra Mundial, en la que su territorio fue escenario de importantes combates entre tropas alemanas y del Reino Unido…”

“El 95 % de su territorio es totalmente desértico. La tecnología permitió descubrir importantes yacimientos de petróleo ligero de excelente calidad que hoy alcanzan un millón 800 mil barriles diarios y abundantes depósitos de gas natural. […] Su riguroso desierto está ubicado sobre un enorme lago de agua fósil, equivalente a más de tres veces la superficie de Cuba, lo cual le ha hecho posible construir una amplia red de conductoras de agua dulce que se extiende por todo el país.”

“La Revolución Libia tuvo lugar en el mes de septiembre del año 1969. Su principal dirigente fue Muammar al-Gaddafi, militar de origen beduino, quien en su más temprana juventud se inspiró en las ideas del líder egipcio Gamal Abdel Nasser. Sin duda que muchas de sus decisiones están asociadas a los cambios que se produjeron cuando, al igual que en Egipto, una monarquía débil y corrupta fue derrocada en Libia.”

“Se podrá estar o no de acuerdo con el Gaddafi. El mundo ha sido invadido con todo tipo de noticias, empleando especialmente los medios masivos de información. Habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira, o una mezcla de hechos de todo tipo que, en medio del caos, se produjeron en Libia. Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días.

“Los que con pérfidas intenciones inventaron la mentira de que Gaddafi se dirigía a Venezuela, igual que lo hicieron en la tarde de ayer domingo 20 de febrero, recibieron hoy una digna respuesta del Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro…”

“Por mi parte, no imagino al dirigente libio abandonando el país, eludiendo las responsabilidades que se le imputan, sean o no falsas en parte o en su totalidad.

“Una persona honesta estará siempre contra cualquier injusticia que se cometa con cualquier pueblo del mundo, y la peor de ellas, en este instante, sería guardar silencio ante el crimen que la OTAN se prepara a cometer contra el pueblo libio.

“A la jefatura de esa organización belicista le urge hacerlo. ¡Hay que denunciarlo!”

En esa temprana fecha me había percatado de lo que era absolutamente obvio.

Mañana martes, 25 de octubre, hablará nuestro canciller Bruno Rodríguez en la sede de las Naciones Unidas para denunciar el criminal bloqueo de Estados Unidos contra Cuba. Seguiremos de cerca esa batalla que pondrá en evidencia una vez más la necesidad de poner fin, no solo al bloqueo, sino al sistema que engendra la injusticia en nuestro planeta, dilapida sus recursos naturales y pone en riesgo la supervivencia humana. Prestaremos atención especial al alegato de Cuba.

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El Linchamiento de Gaddafi

Por: Alberto Romero

Supuesto cadáver de Gadafi y sus cobardes asesinos serviles a la OTAN
No estuve en el sitio de los acontecimiento, no me lo contaron, no me informó un testigo presencial, solo interpreto mas de 86 documentos leídos en la web entre ellas notas de prensa, artículos de opinión, reportes de la OTAN y la Unión Europea, declaraciones de Jefes de Estados y lideres de los mercenarios, videos y fotografías que circulan por Internet.

Un avión caza bombardero francés integrante de los grupos de invasión aérea de la OTAN en Libia fue enviado el día jueves 13 en horas de la madrugada, aproximadamente a las 4 am (hora Libia), a atacar un convoy de 14 vehículos con 180 hombres bien armados que se desplazaban de noche avanzando hacia el sur para internarse en el desierto en donde conformaría su escenario de resistencia.

El convoy se escondía por horas y hasta días protegiéndose de la vigilancia permanente de la OTAN por lo que el avance era lento con relación a lo planificado.

La identificación del convoy y su ruta se logró, supuestamente, por una delación de un importante contacto en Waddan unos 230 km al sur escogido como campamento inicial para la futura estrategia.

Cando avanzaban por la carretera, a unos 160 km de Sirte fueron avistados por el caza bombardero que disparó misiles y ráfagas de metralla en una pasada sur norte e inmediatamente se comunicó con tres helicópteros que con grupos comando se encontraban en camino provenientes de un portahelicóptero gringo estacionado en el Mediterráneo. A eso de las 5:30 am los helicópteros llegaron y encontraron muchos muertos y destrucción pero no se encontraba Gaddafi por lo que se desplazaron con cautela por la carretera donde encontraron manchas de sangre que se internaban en unos conductos de desagües Para neutralizar al enemigo lanzaron granadas de gas paralizante logrando capturar vivo y totalmente sano a Gaddafi, uno de sus hijos y unos 30 efectivos de combate.

Los combatientes fueron ejecutados en el sitio aún bajo los efectos entorpecedores de las granadas de gas, solo se llevaron a Gaddafi y su hijo que lo trasladaron en helicóptero hasta las salidas de Sirte donde, por instrucciones de Comando General de la OTAN fueron entregados a unos mercenarios que se encontraban en un punto de control a fin de que fuese el mismo “pueblo libio” quien tomara la justicia en sus manos.

Los mercenarios lo trasladaban al centro de Sirte y en el camino se agregaban mas y mas de estos desalmados que a gritos de muera el dictador fueron caldeando los ánimos hasta que unos pocos empezaron a darle golpes con las cachas de sus metrallas y fusiles, patadas, puños hasta que lo mataron a golpes. Una vez muerto uno de los Jefes del grupo tomó la decisión de dispararle a la cabeza con la propia pistola que momentos antes le habían quitado para justificar ante sus superiores la muerte por un fanático incontrolable.

La abundante sangre que mostraba en el lado izquierdo de su rostro en un video y que se la quita con la palma de la mano derecha para poder ver fue producida por un cachazo sesgado con un arma larga. De allí que cuando es expuesto en la sala refrigerada sobre una colchoneta le colocan la cabeza descansando en su lado izquierdo a fin de que no se notaran los hematomas y heridas en el rostro. Incluso un supuesto testigo refiere en un relato que aparece en un periódico de Túnez que pudo haber muerto por fractura de cráneo provocada con un cachazo de fusil.

Durante el trayecto de las afueras de Sirte hasta el centro de la ciudad, aproximadamente unos 15 km fue vejado de palabras y físicamente, ultrajada su dignidad de hombre y vapuleado por decenas de enloquecidos y rabiosos mercenarios. Los dialectos tunecinos, marroquíes y egipcios que se escuchaban en las conversaciones violentas y exasperadas de los participantes en este hecho abominable y hasta la expresión en un perfecto español latinoamericano de “ya, que lo fusilen” demuestran a la opinión mundial la calaña de asesinos reclutados por el imperio mundial para destruir a Libia y su gobierno revolucionario.         

Así actúa la democracia mundial que tanto defiende los derechos humanos y que acusó a Gaddafi de ser un dictador implacable y un asesino nato. Precisamente ayer oía en la televisión española TVE a un cínico embustero del Partido Popular diciendo con la mayor desfachatez que en 1.993 Gaddafi dio la orden de asesinar a 1.200 presos en una cárcel Libia. Sueltan la mentira y la dejan rodar, así mantienen los verdaderos asesinos engañados y enfermos a gran parte de la población mundial.

Asesinos activos o en potencia son los de la OTAN y aquellos que hacen listas en el aire señalando los “terroristas” asesinados hasta la fecha y con un ju ju al que supuestamente sigue en la lista, y los terroristas mayores de este mundo al revés son Hillary Clinton y George Bush.

Al Gran Líder que fue y seguirá siendo Muammar Gaddafi se le debe:

  1. Llevar a Libia de ser uno de los países más pobres de África al primero en su continente.
  2. Nacionalizar el petróleo cuando nadie en el mundo pensaba dar este combate contra el imperio
  3. Sacar las bases militares británica y gringas de su territorio
  4. Organizar las masas en la llamada “Jamahiryya” (Estado de las Masas) mediante la Declaración del Establecimiento de la Autoridad del Pueblo.
  5. Desarrollar la educación gratuita a todos los niveles.
  6. Crear un sistema de salud de primera calidad, gratuito.
  7. Otorgar a todos los matrimonios jóvenes una vivienda gratis.  
  8. Abrir espacios sociales y participativos a la mujer.
  9. Promover la unidad africana
  10. Apoyar a Mándela y enfrentarse los gobiernos blancos del Aparheid.
  11. Ayudar a los países mas pobres de África con petróleo.
  12. Desarrollar, con mas de 30.000 millones de Dólares, un proyecto monumental de explotación de los grandes acuíferos de Sarah, Sabha y Al Kufrah para llevar agua potable a todas las ciudades libias y desarrollar mas de 2,500 hectáreas bajo riego, comiéndole territorio al desierto.
  13. Que Libia haya sido hasta hoy el país africano con el mayor índice de desarrollo humano, el mayor en esperanza de vida y el de mayor reservas internacionales, aún más altas que muchas potencias del mundo.
  14. Cuantos seres en el mundo de hoy y del mañana desean y desearán tener un dictador y asesino como Gaddafi y no un santo demócrata como George Bush o una bendita como la Hillary Clinton.  


Libia, la trinchera desinformativa: La prensa legitima el genocidio y el magnicidio

Una mirada crítica desde el frente
Libia, la trinchera desinformativa

Independentdocs.com


“La precisión del ataque fue alta, aunque hubo 70 víctimas civiles”. Pocas horas después de esa masacre, en la madrugada del 20 de abril de 1986, la TVE de un gobierno que precipitó la entrada de España en la OTAN otorgaba manga ancha a una potencia de fuego imperial que descargaba su frustración contra una Libia incomodamente soberanista. Esos mismos servicios informativos, que mostraron la mayor de las indiferencias tras la matanza perpetrada por la alianza Atlántica, hablarían, días mas tarde, “del terror” sufrido por los residentes de Lampedusa (Italia) al escuchar el estruendo que produjo un contraataque libio -sin víctimas de ningún tipo- dirigido a los radares estadounidenses que operaban en la isla. Es por tanto el de Libia un caso, en el que, desde hace tiempo, la autoproclamada “opinión pública” ha hecho un uso torticero de la ética y se ha aplicado, tradicionalmente, un doble rasero.
Hoy, frente a Libia, la prensa occidental no ha cambiado. Los titulares de los medios corporativos afirman sin sonrojo que “la OTAN lanza ataques contra Gadafi”, no contra las casas, barrios o familias como inexorablemente hacen los misiles, sino directamente en la tupida melena del dictador libio. Por el contrario, según ellos, la OTAN salva vidas y los rebeldes tan solo se defienden. Pareciera que no bombardean indiscriminadamente -como los he visto bombardear- sino que combaten al ejército uno a uno, sin causar ningún tipo de daño colateral ni romper un plato. Prueba de ello ha sido el asalto a Trípoli, del que en las primeras 72 horas no hemos visto apenas un muerto. ¿Es una guerra limpia o nos la han limpiado?

Esta prensa desplegada en el terreno para articular el discurso del Poder hace lo que el presidente peruano, Manuel de Prado, sugería. “Darles a los amigos la justicia, y a los enemigos todo el peso de la ley". Por ejemplo, la loada cadena de televisión qatarí, Al Jazeera, quien consiguió meterse al mundo islámico en el bolsillo por divulgar a escala masiva los horrores cometidos primero en Palestina, mas tarde en Afganistán e Iraq, es hoy -particularmente en su versión árabe- una burda maquina de propaganda a favor de los rebeldes libios. Dejando de lado la significativa imagen de sus unidades móviles circulando por Benghazi con banderas rebeldes, nos bastarán unos instantes frente al televisor para ver clips de cinco minutos con música patriótica y vibrantes secuencias de rebeldes idealizados a cámara lenta, es decir, publicidad pro CNT (Consejo Nacional de Transición) Sin embargo, los periodistas que dicen no creerse nada que venga del lado de Gadafi o TeleSur, utilizan Al Jazeera como fuente incuestionable de información. Esta misma semana ha sido descubierto un montaje de los rebeldes alentado por la cadena propiedad del jeque Hamad bin Thamer Al Thani. Haciendo un sucio uso de la semántica, la emisora publicó una imagen de archivo con un Saif Al Islam aparentemente disgustado, mientras aseguraban, falsamente, que llevaba un día arrestado. ¿Será casualidad que el primo del dueño de Al Jazeera sea el emir de Qatar, ese que está negociando el petróleo y repartiendo armas en el lado rebelde? Puede que si, puede que no, en cualquier caso, tras este montaje desinformativo los rebeldes del CNT han afirmado: “la difusión de la noticia falsa nos facilitó enormemente la entrada en Trípoli”
LA GUERRA PSICOLOGICA
Para los espectadores occidentales, la psicológica, es el tipo de guerra que desde el Pentágono se nos ha reservado. Han conseguido golpear en el sentimiento mas angustioso del ser humano: el de la culpa. Esta artillería ideológica y emocional vertida ad nauseam por los medios, todos a una, termina alterando nuestras conciencias, y nos viene a recordar que "si no apoyamos su justa guerra somos malas personas o permitiremos que ocurra una masacre". Y funciona, sobre todo cuando te ocultan que existen alternativas a su doctrina de “el bolso o la vida”.
Cuando los medios bombardean masivamente a las sociedades con dramáticas imágenes de individuos agredidos, ¿que clase de ciudadano podrá oponerse a aceptar cualquier término para detener esa insoportable violencia? Este poder mediático nos hace vulnerables a lo que ellos quieren. Somos el rebaño hecho rehén de sus chantajes éticos. Interiorizamos un patrón para aceptar ese discurso que nos vende a los rebeldes libios (sea verdad o no) como “combatientes por la libertad” y a los guerrilleros del FPLP, el ELN o el PKK como “terroristas”. La historia reciente está llena de ejemplos. Nos dijeron que debíamos salvar a los kurdos (en Iraq, no en Turquía) que debíamos salvar a las mujeres musulmanas (en Afganistán si, pero no en Arabia Saudí) y también que defendiésemos a la minorías étnicas (a las de Kosovo si y a las de Timor Oriental o Sri Lanka no) Hoy, dicen, que debemos de salvar a los libios , pero solo a los de Benghazi y Misrata. Es una suerte de internacionalismo perverso, por el cual la soberanía de los pueblos es subvertida al deseo de quien mas los niega. Vista la reacción de personajes que decían estar comprometidos con los pueblos y el pensamiento crítico, ha quedado demostrado, que la estrategia de la intervención en nombre de los derechos humanos es la herramienta perfecta para destruir los movimientos posibilistas, pacifistas y antiimperialistas.
PERIODISTAS “REBELDES”
A esta fabricación del consenso para hacer la guerra en Libia se ha sumado un elemento inesperado, el del reportero ansioso por realizarse humana y profesionalmente en una rebelión tolerada por quien le domina. El Poder ha otorgado a estos periodistas permiso para sentirse y ser “rebeldes”, para soñar y estar a favor de “lo rebelde”, e incluso para poder apoyar una “lucha de liberación” como en prácticamente ningún otro contexto de guerra insurgente les sería permitido. Es esta una ilusión revolucionaria “made in usa” que les permite emocionarse legalmente con las gestas épicas vividas en los corredores de las mas desesperadas trincheras. En cualquier otra guerra irregular tendrían miedo de expresar su simpatía hacia el civil armado, dudarían de los límites en la estrategia militar o saldrían con el artículo del derecho a la vida, la no violencia y el activismo en pos del diálogo y la utopía como antes lo hicieron en otros conflictos, pero en Libia no, contando, como cuentan, con el beneplácito del “Big Brother” no hace falta esconder la simpatía por quien el sistema te dice que has de sentirla. Para ellos, reporteros abiertamente pro bombardeo, que consecuentemente significa pro OTAN, ha de ser una guerra de exterminio, sin concesiones ni dudas. Como declaraba esta semana el portavoz de la OTAN Anders Rasmussen: “hay que estar en lado correcto de la historia” y si se lo repiten quienes mandan, ellos no faltan. De Facebook a Twitter, pasando por las columnas de los diarios, los programas de televisión y los directos de radio, periodistas de todo tipo se sienten legitimados para hacer lo que en Gaza o Bagdad nunca tuvieron el coraje de hacer, es decir, mostrar simpatía abierta por un grupo ilegal armado. El apoyo explicito a organizaciones igual o mucho mas legítimas y necesarias, como podrían ser las de Palestina, Colombia o Kurdistán serían penadas con cárcel por (cuanto menos) apología del terrorismo, sin embargo, el periodista “rebelde” y pro guerra OTAN se siente cómodo en la seguridad que brinda estar amparado por el mayor Imperio que haya conocido la humanidad. Finalmente, como incentivo determinante se suma todo el beneficio económico que renta contar la guerra como el poderoso sistema de medios te dice que la debes contar, es decir, pro intervención imperial.
¿UN DILEMA?
Pero por encima del oportunismo y la cobardía de una clase periodística tradicionalmente apegada al Poder, Libia ha tenido un gran problema que ha alentado la guerra. Este problema ha girado sobre la aceptación de que nos encontramos ante un dilema. ¿Y que es un dilema? Un dilema es un problema que solo puede ser resuelto por medio de dos opciones, mas ninguna de las cuales es satisfactoria. Se debió, y aún hoy debe, romper esta versión del dilema. Se esté de un lado, del otro, o de todos los nuevos que emergerán, sería beneficioso, por el bien común, salir de esta imprevisible espiral, pues visto lo sucedido primero en Afganistán y luego en Iraq, sería mejor formar, desde ya, un gobierno inclusivo y plural. Las partes, sin límites, tienen que hablar y por ende, pactar antes de que muera mas gente en una nueva fase de guerra asimétrica o irregular. Si el siglo XX fue el de las luchas de liberación contra el colonialismo, el siglo XXI será el de las luchas contra el neocolonialismo y todos sus nuevos rostros. Frente al predecible laberinto libio, algunos estados lo comprendieron así y de forma discreta, aportaron mas posibilidades de paz que ninguna bomba OTAN. Sí, Brasil, Sudáfrica, Venezuela, Rusia y Turquía han intentado tender puentes para encontrar soluciones. Es mentira que se ha llegado a esto de forma ineludible y es mentira que sea imposible alcanzar hoy un acuerdo. Un histórico ejemplo del posicionamiento de los grandes medios a favor del exterminio ha sido un reciente artículo de ABC criminalizando los esfuerzos de unas naciones por buscar una salida negociada al conflicto. Esta autentica oda al fraticidio libio terminaba con una aviso que quita el hipo: “Los promotores de la paz pueden hacer su agosto”.
LA IZQUIERDA, DIVIDIDA
En el otro extremo, el de la lógica crítica al intervencionismo falsamente humanitario, un sector de la izquierda europea y americana ha querido adaptar la realidad a su forma de comprender el mundo, y no adaptar su forma de comprender el mundo a la realidad. Ha sido un error. La realidad pide imaginación, y como diría Danton -mas tarde el Ché- “audacia, audacia y mas audacia” Sin embargo su discurso se ha empequeñecido por una crítica feroz a todo lo que esté en desacuerdo con Gadafi y su privilegiada saga. Este sector de una izquierda mil veces agredida, es demasiado miope al acusar a esa parte del pueblo libio levantado en armas contra un tirano que lleva 42 años haciendo de su capa un sayo. Dicen que son traidores, cipayos, cobardes, mentirosos, agentes de la CIA y terroristas. Pero si asaltar a sangre y fuego los cuarteles desde los cuales un régimen les disparaba no es rebeldía, tendríamos que revisar la propia historia. Es una izquierda eurocentrista o simplemente, demasiado alejada, que no tolera al africano liberarse de los tiranos a su forma y sin su permiso. Si un grupúsculo de cierta elite izquierdista de Europa (o la emergente Latinoamericana) no da el visto bueno, el muchacho abatido por lanzar una piedra contra la comisaria donde se torturaba no es un mártir, sino un vendido. No es justo, no es coherente y tiene muy poco recorrido. Esa visión es contradictoria con la necesidad de los pueblos a rebelarse, y bien fácil se podría volver en su -nuestra- contra.
EL CNT Y SUS CONTRADICCIONES
Respecto a la amalgama circunstancial que representa el CNT, es decir, un indescifrable colectivo de empresarios y abogados apoyado en gadafistas recién arrepentidos y fundamentalistas islámicos, poco se puede decir que resulte claro. Carecen de programa y no han pronunciado ni una sola palabra sobre temas relativos a la justicia social, columna vertebral de cualquier discurso revolucionario que se precie, especialmente en el marco africano. Su forma de vender “la liberación” se reduce a la simple desaparición de Gadafi y la forma en la que para ello se han constituido carece de sentido participativo. Para culminar este plan de asalto y expolio, se han bebido la sed de justicia del propio pueblo libio. Aunque los mas experimentados reporteros no lo dijesen en sus crónicas, bastaba una breve entrevista con ellos en un hotel de Benghazi o Tobruk para reconocer los mismos gestos y tics que la “oposición” llegada del extranjero mostraba en Bagdad y Kabul. Se repiten aquellos patrones de “abogado” de Londres retornado, “empresario” de Washington retornado y así muchos, pero nunca maestros o sindicalistas. También los hay que cabalgaban entre Trípoli y los inversionistas europeos, hasta que, por Gadafi no querer abrir mas los mercados, se autoexiliaron desencantados. Esta auténtica mafia, que ya ha dicho que reconoce a Israel y cortará la ayuda “rebelde” a Gaza, encontró en el 17 de febrero la oportunidad perfecta para proyectar elcasus belli y aprovecharse de los amplios sectores desconcertados. Con mas insistencia que vergüenza, estos políticos recién llegados acusaban a Gadafi de lo que ellos mismos eran, es decir, lideres jamás votados.

Pero de entre todas las abundantes contradicciones que este conflicto ha generado cabria destacar el romance entre la OTAN y los islamistas radicales. Si Darna (ciudad del este de Libia) estuviese en Gaza, Yemen o Kandahar, poco tardarían en ser bombardeadas militarmente y criminalizadas mediáticamente. Pero en Libia no ha sido así, y sobre ella ha quedado desnuda la esquizofrenia del sistema. Los islamistas han pasado -literalmente- de Guantánamo a recibir armas de sus antiguos carceleros. Particularmente interesante fue ver al reportero Ben Wedeman, de la corresponsalía de CNN en Israel, siendo acompañado por militantes islamistas mientras le filmaban sus fantásticos directos. ¿Es este el mismo señor con el que coincidí en Palestina hace una década y advertía sobre la presunta amenaza islamista si israel se desconectaba de Gaza?. ¿Es este el mismo señor de CNN que cuando estábamos en Bagdad jamás llamó rebeldes a los iraquíes que luchaban contra la ocupación de los Estados Unidos?. De locura.
UN NUEVO COLONIALISMO
Según el juicio de Nuremberg, el primer crimen cometido por Alemania fue el envío de tropas a otro país (Polonia) y fue considerado por los jueces como el mas grave pues “hizo posibles todos los demás crímenes”. Hoy en día, de Panamá a Libia, por tierra, mar o aire, nos hemos acostumbrado a tolerar las invasiones e intervenciones como un hecho inevitable, preocupantemente normal. Es un insulto a la humanidad presentar a los ejércitos que arrasaron Iraq y Afganistán como los que vayan a traer la paz a Libia. Es de una inmoralidad infinita. Que el Este de Libia, escenario de un siglo de masacres inenarrables perpetradas por italianos, franceses, británicos y estadounidenses, sea hoy considerada por estas mismas potencias como una zona donde la ética les exige “proteger a la población” es de una perversidad monstruosa. La prensa e intelectualidad, que ha fabricado este consenso bélico de una forma no muy diferente a como lo hizo en Iraq, ni siquiera ha exigido a los políticos que sean honestos y presenten sus motivaciones como lo que son, una oportunidad para instalar un nuevo mercado abierto, es decir, vulnerable al servicio de “nuestras” multinacionales. La resolución de Naciones Unidas (organización fundada por estas mismas potencias en 1948) ordenaba utilizar la fuerza aérea de manera defensiva (para proteger a la población sublevada) jamás les daba derecho a utilizar el espacio aéreo de forma ofensiva para implantar un colonialismo vertical. El precedente que sienta para cuando los poderosos quien, es estremecedor.

La guerra, al menos en esta primera etapa, ha sido ya prácticamente ganada por la OTAN (que jamás por el pueblo libio) Sin embargo, por largo tiempo, será difícil hablar de paz. La destrucción del que, según Naciones Unidas, fue el país mas prospero de África, no será la parte mas difícil de solucionar, sino el reto de la reconciliación -permanentemente bloqueado- con el que toda guerra civil debería terminar. El hecho de que las justas ganas de cambio que derrochaba el pueblo libio hayan sido encauzadas hacia dinámicas de división y violencia, poco bueno nos puede augurar. Veremos cual es la cruel dependencia, económica, política o militar, que les han preparado los artífices de este nuevo divide et impera neocolonial. En la conciencia de todos esos periodistas, medios y gobiernos quedarán las consecuencias de su boicot al dialogo y su permanente llamada a la guerra.
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La OTAN bombardea a periodistas
 y la prensa lo legitima



La semana pasada, la OTAN bombardeó las instalaciones de la televisión estatal libia.
Medios como EL MUNDO han legitimado el ataque, afirmando que "La OTAN ha bombardeado esta madrugada tres antenas parabólicas en Trípoli con el fin de evitar que el líder libio, Muammar Gaddafi, siga utilizando la televisión para aterrorizar a los civiles".

Cabe recordar a este diario, así como a todo el -abrumador- resto de medios que han legitimado el bombardeo, que según el párrafo 2 del Artículo 52 del Protocolo I de la Convención de Ginebra, los medios de comunicación, como estaciones de televisión, no pueden ser atacados por las partes de un conflicto armado, con lo que su destrucción total o parcial se considera crimen de guerra por el derecho internacional.

TVE (televisión pública española) fundada por una dictadura fascista, herramienta comunicacional de la Casa Real y fiel propagandista de un -bien atado- sistema bipartidista, asegura que la televisión pública libia era usada "para incitar a la violencia", justificando así el ataque. En dicha nota, TVE concluyó reproduciendo el espíritu belicista de sus cínicos amos, afirmando que "la OTAN seguirá tomando medidas apropiadas para cumplir el mandato que tiene de Naciones Unidas de proteger las vidas de la población libia" y termina el texto eludiendo citar a los  periodistas heridos y muertos, homólogos trabajadores de una televisión pública e imperfecta, es decir, como la suya.
Si les aplicáramos la lógica que plantean, cabría preguntarse si algún iraquí debió bombardear los estudios de TVE como represalia por las incitaciones a la violencia que desde ahí se lanzaron en el 2003 para precipitar una guerra que ha costado -hasta la fecha- mas de un millón de muertos.

El pasado sábado, en una rueda de prensa que prácticamente ningún editor quiso incluir en sus espacios informativos (apenas "Democracy Now" le dedicó unos segundos) el director de la cadena agredida denunciaba que, "...somos los trabajadores de la televisión pública, no militares". Para ocultar este flagrante crimen de guerra, casi todos los medios corporativos han optado por eludir el termino "bombardeo de un medio de comunicación" y han optado por "bombardeo de tres antenas de comunicación", minimizando así el efecto y significado de esta acción militar.

Sin embargo, no es la primera vez que Estados Unidos o la OTAN atentan contra periodistas de forma deliberada. Antes de Tripoli, redacciones de periodistas en capitales como Belgrado, Bagdad o Kabul probaron, con efectos devastadores, los democráticos  estallidos del imperialismo humanitario. En aquel entonces, como ahora, fueron pocos los que lo denunciaron con rigor. Ya sabemos que al negocio de la prensa, solo reconoce violaciones de los derechos humanos cuando la víctima es un medio afín o un reportero "WASP" (occidental).

Por tanto, si un medio de comunicación puede ser atacado indiscriminadamente por defender un sistema injusto, emitir propaganda o decir mentiras, bien podrían comenzar por casa, esto es Londres, Madrid o Washington. Seguro que en ese preciso momento, todos los medios y periodistas "bien pensantes", así como los gobiernos, corporaciones e instituciones que los sustentan, les dedicarían una pequeña muestra de solidaridad, aunque solo sea en Twitter. Aunque solo fuese por aparentar un mínimo apego a la legalidad internacional que dicen defender.

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