- Reunión de los Jefes de las tribus y las células del Ejército Popular de Liberación de Libia: Según el día de ayer, los líderes tribales y las células del Ejército Popular de Liberación de Libia se reunieron para preparar la hoja de ruta para la liberación de Libia de las garras de la OTAN y Qatar los rebeldes. El papel de cada parte está configurada para sincronizar las operaciones militares que viene.
- 4.000 combatientes son células "Touyour Jarih": con la llegada de 4000 de los combatientes del sur de Libia que son parte de la célula "Touyour Jarih" del Ejército de Liberación de Libia
Esta unidad trabajará con otras células que son:
La celda "IKAB "Las fuerzas de la unidad especial.
Cell "Soukour Tadmait" la lucha contra la unidad.
Cell "Mazars la" unidad de acción.
La célula de Bani Walid, una unidad de seguridad.
Las células se organizan para ser repartidos a lo largo de Libia Libia para limpiar estos traidores.
- Sabotaje a un buque de guerra francés estacionado en Sirte: De acuerdo con los combatientes del Ejército de Liberación de Libia se han dirigido a los buques de guerra francés anclado en la costa de Sirte.
Él fue golpeado directamente por un proyectil que causó una alarma general en el barco
- Un francotirador en Trípoli ejecutó a un mercenario de las Fuerzas Especiales de Qatar que fue animado para revisar un cargamento de armas para el aeropuerto de Trípoli.
- Tajura un puesto de control de las ratas/ OTAN y un pequeño campamento han sido completamente destruidos hace 24 horas. Número desconocido de ratas muertas.
afueras de Sebha. El remnands de la guarnición de las ratas están tratando de encontrar la salida con el fin de salvar sus vidas.
- Trípoli, las ratas locales están luchando cada noche contra las ratas de al Zentan. En una convocatoria pública un líder de las ratas ha fijado una fecha dentro de la próxima semana que las ratas al Zentan debe salir o morir.
- Alianza de Patriotas tres ciudades: En los últimos días, no fue la preparación de la alianza de las tres ciudades incorporadas en tres ciudades de los jóvenes (...). Hasta la fecha, el número de voluntarios se estima en 20.000 voluntarios.
La misión de esta alianza es para dirigirse a todos los rebeldes en la ciudad de Misrata.
Para mayor seguridad, los nombres de las ciudades no tienen nombre.
- Las autoridades mafiosas "rebeldes" armados de la OTAN en Benghazi invitan a los rebeldes para atacar a otras partes en Misrata: un funcionario de los rebeldes en Benghazi, dijo que no se puede construir un Estado con un Misrata bolsillo que se ha convertido en un Estado dentro del Estado.
La fuente declaró: Todos los rebeldes de Libia, se han unido para atacar la ciudad de Misrata. Él encuentra que la Misrata rebeldes han excedido los límites de su desprecio por los otros rebeldes.
Y agregó: la CNT no puede hacer nada, y hoy Misrata está por encima de la ley, y se la puso en su lugar. Es espíritu de coordinación con algunos partidos con el fin de atacar la ciudad y presentar a la autoridad de Misrata los rebeldes.
Agregó que el proceso político no tiene sentido con este problema de Misrata. Se pondrá fin a la rebelión por la fuerza Misrata y presentar la ley por la fuerza.
Esta fuente ha llamado a todos los políticos y militares en Libia para unirse en torno a la necesidad de erradicar esta espina, invitó a la gente a Taourgae, Trípoli y Benghazi, en el apoyo a esta decisión porque Misrata cree que la ley de las armas.
- Según parece han entrado unos 4.000 tuaregs por el sur de Libia. Si se confirma esta noticia, puede ser determinante para que el sur sea totalmente verde en las próximas fechas.
- Todos los días se producen tiroteos en Bani Walid, entre fuerzas del Gobierno títere y la resistencia nacional libia.
Al respecto, los mercenarios de la OTAN se enfurecen porque arrancan los retratos de Gadafi y las pocas horas surgen de nuevo.
Y no sólo aparecen los retratos, también surgen, de las entrañas de la noche, miembros de la resistencia libia que hostigan constantemente a los bandidos del CNT.
La fase actual es una fase de reagrupamiento, de agitación, de consolidación y evaluación cuidadosas, antes de la próxima tormenta. Muchos cuadros dirigentes de la resistencia tienen que hacer frente a las pérdidas de personal y orientar a los mismos en un mundo completamente nuevo y hostil. Hora de consolidar y no de tomar decisiones precipitadas que pondrían en peligro el futuro de la liberación de Libia. (Christof Lehmann)
La Resistencia Libia contra los terroristas "rebeldes" de la OTAN firmes y decididas a vencer en honor a Gadafi
Homenaje a Gadafi y el pueblo verde de Libia
Cancion de la Resistencia libia que promete castigo a los Rebeldes y Traidores
Apelación del hermano de Abuzaid Dorda ex ministro libio
Mantener viva la memoria del horror y la barbarie que significa la agresión
Imperialista contra un próspero y pacifico país como Libia.
Es deber moral remover la conciencia para una profunda reflexión de lo que es la OTAN, EE.UU y la ONU que les gusta asesinar niños e inocentes, estos miserables
hoy reciben el desprecio de la humanidad y recibirán la firme condena de la historia
En las guerras modernas la percepción de cada conflicto depende de lo que está en el foco de las cámaras. Pero a veces sus giros parecen incomprensibles. Si durante las revueltas de la denominada 'primavera árabe' los medios norteamericanos mostraron los aparentes logros de la democracia en Libia, ahora empezaron a prestar atención a aquello sobre lo que antes hacían la vista gorda: las graves violaciones de los derechos humanos en ese país.
"Su líder interno expresó la esperanza de que el país sea islámico, que la poligamia sea legal de nuevo, según la ley Sharía", expresaron recientemente expertos en los medios norteamericanos.
La rígida ley islámica, donde a los ladrones les cortan las manos y las mujeres son apedreadas por adulterio, es incompatible con los valores democráticos, que son utilizados como excusa para las operaciones militares extranjeras.
Pero Libia, donde se está introduciendo ahora la Sharía, no es el único ejemplo de la estricta cooperación existente entre EE. UU. y los países árabes con un fuerte poder religioso.
La base de la Quinta Flota norteamericana, responsable de las fuerzas navales en el Golfo Pérsico, se encuentra en Bahréin, que también es conocido por su alto nivel de violaciones de los derechos humanos. Arabia Saudí tampoco es una excepción. Pero allí los intereses de Washington son más importantes que los valores democráticos, según opinan varios expertos.
"Arabia Saudí es un país dictatorial. No obstante, EE. UU. lo apoya. Esto demuestra que no importa si colaboramos con países democráticos o con los dictatoriales, o con un gobierno religioso. Son más importantes los intereses de la Casa Blanca en la región", opina Hasan Shilby, director del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas.
"Arabia Saudí tiene la forma más extrema de la ley Sharía. A las mujeres se les prohíbe conducir un coche, no tienen derecho a votar. El adulterio de las mujeres se castiga con la pena capital. Y eso no les importa a los líderes de Washington. ¿Y por qué? Porque Araba Saudí cumple órdenes de EE. UU. en esta zona rica en petróleo", dice Brian Becker, miembro de A.N.S.W.E.R., Coalisión contra guerras.
En el marco de toda esta cooperación en la región, ahora los medios norteamericanos demandan a las nuevas autoridades libias por la misma atrocidad contra la que supuestamente lucharon las fuerzas de transición. Cuando uno de los enemigos principales está abatido ya no hace falta justificar al nuevo Gobierno y se puede hacer este tipo de preguntas. "Está hablando sobre estaprimavera árabe que buscaba un proceso democrático. ¿Pero esto es real? No es lo que exactamente está pasando allí", se dice en uno de los programas de televisión estadounidense.
Las ilusiones democráticas mutan en las pantallas a violaciones de derechos humanos. Nunca se sabe qué otro giro realizarán los medios. Pero lo que sí está claro es que es tarde para denunciar atrocidades después de aplaudir y favorecer los hechos que las hicieron posibles.
LIBIA: TERRORISTAS PROTEGIDOS POR LA OTAN AMENAZAN CON DERROCAR AL NUEVO GOBIERNO SI NO LES PAGAN LOS SUELDOS
Cientos de soldados del Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia se manifestaron en el centro de Trípoli en protesta por el retraso en el pago de sus salarios.
Durante la manifestación, amenazaron con derrocar al nuevo gobierno si no les abonan lo que les prometieron por formar parte del ejército del CNT desde principios de marzo.
La protesta fue convocada en el día de la Fiesta del Cordero (Eid al Adha), una celebración religiosa de gran importancia para los musulmanes.
Los soldados jóvenes, en su mayoría armados, trataron de romper las puertas de vidrio de un hotel céntrico e ingresar al edificio. Asimismo lograron desatar un conflicto con los guardias del establecimiento. Algunos soldados dispararon al aire y pusieron barreras en la carretera lo que causó un atasco.
Los manifestantes alegaban que desde que se inició la lucha contra el régimen de Muammar Gaddafi en marzo pasado, no recibieron salarios; aunque las autoridades les prometieron pagarles a tiempo, según comunicaron a los medios los mismos soldados. Además, anunciaron que si no cumplen sus exigencias entonces derrocarán al nuevo gobierno, como lo hicieron con el régimen de Gaddafi.
“La muerte de Gadafi constituye un viraje histórico” proclaman a coro los dirigentes de la OTAN y de Occidente, que no se preocupan por tomar distancia del bárbaro asesinato del líder libio y de las impúdicas mentiras pronunciadas con el mismo sentido por los dirigentes de los “rebeldes”. Y efectivamente constituye un viraje crucial. Pero para comprender el significado que tiene la guerra contra Libia en la historia del colonialismo, se debe recurrir al pasado.
Cuando en 1840 los navios de guerra ingleses enfrentaban las costas y las ciudades de China, los agresores disponían de una potencia de fuego basada en centenares de cañones y podían sembrar destrucción y muerte a gran escala, sin temer que los alcanzara la artillería enemiga, a la que vencieron fácilmente. Es el triunfo de la política de los cañones: el gran país asiático y su milenaria cultura fueron obligados a capitular, iniciando lo que la historiografía china define acertadamente como el siglo de las humillaciones, que termina en 1949, con la llegada al poder del partido comunista de Mao Tse Tung.
En nuestros días, la llamada Revolución de los Negocios Militares (RMA) ha creado en muchos países del Tercer Mundo situaciones similares a la que afrontó China. En el transcurso de la guerra contra la Libia de Gadafi, la OTAN ha podido perpetrar tranquilamente miles y miles de bombardeos sin sufrir ninguna pérdida ni tampoco correr el riesgo de sufrirla. En tal sentido más que una fuerza militar la OTAN se parece a un pelotón de ejecución; dado que la ejecución de Gadafi más que un accidente debido a las circunstancias, revela el profundo sentido de la totalidad de la operación.
De hecho es evidente que la renovada desproporción tecnológica y militar reitera las ambiciones y las tentaciones colonialistas de un Occidente, como lo demuestra la exaltada autoconciencia y la falsa conciencia que sigue ostentando, que rechaza realmente hacer cuentas con su historia. Y no se trata solo de acciones, de aviones de guerra y satélites. Es mucho más neta la ventaja que tienen Washington y sus aliados en lo referente a la capacidad de bombardeo multimediático. Una vez más, la “intervención humanitaria” contra Libia es un ejemplo de manual: la guerra civil (desencadenada también gracias a la prolongada actuación de agentes y de unidades militares occidentales durante cuyo transcurso los llamados “rebeldes” podían contar con aviones desde el principio ) se presentó como una masacre perpetrada por el poder sobre una indefensa población civil; en cambio los bombardeos de la OTAN sobre Sirte, asediada, hambreada y privada de agua y de medicinas se consideraron operaciones humanitarias a favor de la población civil libia!
Esta manipulación puede contar ahora, además de con sus medios de información y desinformación, con una revolución tecnológica que completa la Revolución de los Negocios Militares. Como expliqué en intervenciones y artículos anteriores, han sido autores y órganos de prensa cercanos al Departamento de Estado quienes han celebrado el hecho de que el arsenal estadounidense se ha visto ahora enriquecido con nuevos y formidables instrumentos de guerra: han sido los diarios occidentales y de probada fe occidental los que han narrado, sin ninguna consideración crítica, que durante las “guerras de internet” la manipulación y la mentira están a la orden del día, tanto como la incitación contra las minorías étnicas y religiosas mediante la manipulación y la mentira. Es lo que ya está sucediendo en Siria contra un grupo dirigente puesto hoy más que nunca en la mira, por el hecho de haber resistido a las presiones y a las intimidaciones occidentales y haberse negado a capitular ante Israel y a traicionar a la resistencia palestina.
Pero volvamos a la primera guerra del opio, que concluyó en 1842 con el tratado de Nankin. Fue el primero de los “tratados desiguales”, impuesto con los cañones. Al año siguiente fueron los EE.UU. los que enviaron sus cañones para conseguir lo mismo que había conseguido Gran Bretaña, y algo más. El Tratado de Wangia (cerca de Macao) de 1943 sanciona el privilegio de la extraterritorialidad para los ciudadanos estadounidenses residentes en China, aún para los culpables de delitos comunes, que quedan así sustraídos a la jurisdicción china. Obviamente el privilegio de la extraterritorialidad no es recíproco, es decir que no vale para los chinos residentes en los EE.UU.: una cosa son los pueblos coloniales y otra cosa muy diferente es la raza de los señores. En los años y decenios sucesivos, el privilegio de la extraterritorialidad se hace extensivo a los chinos que “disienten” de su religión y de la cultura de su país y se convierten al cristianismo (e idealmente se convierten en general en ciudadanos honorarios de la república estadounidense de Occidente).
El doble estándar de la legalidad y de la jurisdicción es, aún en nuestro días, un elemento esencial del colonialismo: los “disidentes” es decir los que se convierten a la religión de los derechos humanos, como se proclaman en Washington y Bruselas, el potencial Quisling (1) al servicio de los agresores, son laureados con el Premio Nobel u otros premios similares; luego que Occidente desencadena una desatinada campaña con el objeto de sustraerlos de su país de residencia, una campaña más persuasiva que los embargos y las amenazas de embargo y de “intervención humanitaria”
El doble estándar de la legalidad y de la jurisdicción se vuelve particularmente llamativo con la intervención de la Corte Penal Internacional (CPI). Allí deben ser sometidos sin embargo los ciudadanos estadounidenses, los soldados y los mercenarios de las barras y estrellas que pululan por el mundo. Recientemente la prensa internacional informó de que los EE.UU. están dispuestos a bloquear con su veto la admisión de Palestina en la ONU, con el objeto de impedir que Palestina pueda denunciar a Israel en la CPI: de una manera u otra en la práctica, aunque ya no en la teoría, los únicos que pueden ser procesados y condenados son los pueblos coloniales. Es de por sí elocuente lo sucedido. En 1999: sin haber obtenido autorización de la ONU, la OTAN inició los bombardeos sobre Yugoslavia; poco después la CPI sin pérdida de tiempo procedió a incriminar no a los agresores ni a los responsables de la violación del orden jurídico internacional, establecido luego de la Segunda Guerra Mundial, sino a Milosevic. En 2011: contrariando el mandato de la ONU, lejos de preocuparse por la protección de los civiles, la OTAN recurre cualquier medio para imponer el cambio de régimen y asegurarse el control de Libia. Siguiendo el modelo ya probado, la CPI procede a incriminar a Gadafi. La llamada Corte Penal Internacional es una especie de apéndice judicial del pelotón de ejecución de la OTAN, podría decirse que los magistrados de La Haya se parecen a los curas que sin perder tiempo consolando a la víctima, se preocupan directamente por la legitimación y la consagración del verdugo.
Y por último. Con la guerra contra Libia, en el ámbito del imperialismo se ha establecido una nueva división del trabajo. Las tradicionales grandes potencias coloniales tanto como Inglaterra y Francia, valiéndose del decisivo apoyo político y militar de Washington, se concentran en Medio oriente y en Africa, mientras que los EE.UU. dirigen su dispositivo militar a Asia Y así volvemos a la China. Luego de haber terminado el siglo de humillaciones iniciado con la guerra del opio, los dirigentes comunistas chinos saben que sería una locura y además criminal faltar por segunda vez a la cita con la revolución tecnológica y militar; mientras libera de la miseria y de la inanición a centenares de millones de chinos que habían sido condenados por el colonialismo, el poderoso desarrollo económico logrado por el gran país asiático sigue siendo una medida de defensa contra la permanente agresividad imperialisra. Aquellos, aún de “izquierda”, que se someten a remolque de Washington y de Bruselas en la obra de difamación sistemática de los dirigentes chinos demuestran que no desean la mejora de las condiciones de vida de las clases populares ni la causa de la paz y de la democracia en las relaciones internacionales.
Nota
(1) Quisling . En inglés en el original: colaboracionista
Los asesinos “rebeldes” de la OTAN sigen masacrando a los negros
Masacre en Sirte - Fosas comunes con los cadaveres de los Gadafistas
El papel de la OTAN en Libia abre un nuevo capítulo en la seguridad internacional.
Su denominada Operación Protector Unificado (OUP, por sus siglas en inglés) estuvo envuelta en la controversia en la medida en que insistió unilateralmente en que su intervención en Libia tuvo el mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, mientras Rusia y China cuestionaban la suposición de la alianza de que la Resolución 1973 daba mandato para el tipo de actividades que emprendió en Libia.
La manera en que la OTAN terminó la OUP es igualmente controvertida. El anuncio al respecto del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, del viernes en Bruselas, contiene numerosos matices y establece no pocos precedentes para el futuro en conflictos regionales como puede ser en Siria.
Antes que nada, la declaración de Rasmussen insistió en que la OUP cumplía el “mandato histórico” del Consejo de Seguridad de la ONU de “proteger al pueblo de Libia”. Pero hace intencionalmente caso omiso de la resolución unánime aprobada solo el día antes por el Consejo de Seguridad en Nueva York pidiendo el levantamiento de la “zona de exclusión aérea” sobre Libia. Esencialmente, la declaración de Rasmussen subrayó que la alianza adoptó por iniciativa propia la decisión de terminar la operación en Libia el 31 de octubre.
Por cierto, hasta el mismo día de esa fecha límite del 31 de octubre, insistió altivamente en que la OTAN “seguirá vigilando la situación. Y si es necesario, seguiremos respondiendo a las amenazas contra civiles.”
Navegando entre dos aguas
Por otra parte Rusia, que presentó la resolución (2016) del Consejo de Seguridad del jueves sostiene que la “prohibición del uso del espacio aéreo libio se ha convertido hace tiempo en un anacronismo… [y] la acción unilateral en esta área es inaceptable y contradice la Resolución 1973”.
No obstante, la embajadora de EE.UU. en la ONU, Susan Rice, argumentó firmemente en contra de la acusación rusa. Dijo el jueves:
Y por cierto, quedó muy claro, mientras discutimos y negociamos la Resolución 1973, lo que involucraría la autorización de uso de fuerza para proteger civiles. Y lo discutimos muy concreta y explícitamente, describimos exhaustivamente que involucraría el uso activo de poder aéreo y ataques aéreos… Por lo tanto no cabía la menor duda de que los miembros del Consejo de Seguridad sabían a favor de qué estaban votando.
Ahora, indudablemente, a medida que esto se desarrollaba y ocurría durante algunos meses, hubo quienes consideraron cada vez más embarazoso lo que habían aceptado. Pero sugerir que han sido engañados de alguna manera es falso.
Rice tiene razón. Después de haber aceptado la Resolución 1973 y al no poder o no querer (o las dos cosas) convertir la crisis libia en un factor en su amplia relación de cooperación-junto-con-competencia con EE.UU., Rusia y China simplemente se mantuvieron al margen y recurrieron a sacar un cierto provecho propagandístico. Una característica del caso libio es que Rusia (y hasta cierto punto China) jugaron en ambas direcciones.
La parte curiosa es que Rusia presentó su borrador de la Resolución 2016 a sabiendas de que el Grupo de Contacto Libia (LCG) ya estaba en el proceso de disminuir las operaciones de la OTAN y había tomado la decisión de terminar la OUP a finales de octubre. (Rasmussen dijo la verdad).
En breve, Rusia estaba actuando de modo muy impresionante en el momento oportuno, pero en realidad estaba armonizando su postura diplomática con la del LCG. Desde el punto de vista de la OTAN, por lo tanto, la Resolución 2016 fue como una especie de acción secundaria, Tampoco se puede culpar a la alianza, ya que la Resolución 2016 resultó ser finalmente una resolución ruso-británica. (Ya hemos hablado bastante de la tan cacareada “coordinación” entre Rusia y China en el Consejo de Seguridad.)
Igualmente, cuando se adoptó la Resolución 1973, hubo pretensiones de algo como una posición común del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) sobre Libia. (Brasil, India y Sudáfrica también están representados actualmente en el Consejo de Seguridad.)
Simplificando, un chip “BIS” se ha disociado del BRICS, ya que los países del “BIS” se sintieron desilusionados porque en última instancia resultó que el ADN de Rusia y China es el de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y no el del BRICS.
Los “BIS” han decidido ahora que actuarán por su propia cuenta dentro de su propio foro exclusivo conocido como IBSA respecto a la situación en Siria en lugar de ser las mascotas de Rusia y China. Irónicamente, hasta hace poco Rusia solía ser el más elocuente entusiasta del BRICS. Libia puede haber socavado mortalmente la credibilidad del BRICS para emerger como una fuerte voz política en la escena internacional. El BRICS necesitará tiempo para resucitar, si lo logra, y puede seguir siendo un simple grupo de trabajo para el futuro previsible.
Habiendo dicho eso, no se pueden reprochar a Rusia los motivos que tuvo para mostrar semejante pragmatismo cotidiano respecto al problema libio. Actuó todo el tiempo en función de sus propios intereses. Y Rusia quiere dejar atrás ahora la controversia respecto a la Resolución 1973 como una pequeña reliquia de la diplomacia de gran potencia, tal vez vuelva a visitarla de vez en cuando si la necesidad propagandística lo requiere.
Pero esencialmente Moscú no quiere complicar sus tratos con el nuevo régimen libio, con Occidente o con las monarquías árabes del Golfo Pérsico que se confabularon con las potencias occidentales. (El partido gobernante en Rusia rechazó una acción de la Duma (Parlamento) para adoptar una resolución condenando el atroz asesinato de Muamar Gadafi.)
Matices de Abisinia
De hecho, el ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, partió de Moscú el fin de semana para participar en la primera reunión ministerial de Diálogo Estratégico entre Rusia y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) que tendrá lugar el lunes en los Emiratos Árabes Unidos.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores ruso dijo que la cooperación con el CCG corresponde a “los intereses a largo plazo [de Moscú], y ayuda a fortalecer la posición de nuestro país en el mundo árabe musulmán”. El portavoz agregó que la cooperación con el CCG forma “parte integral de la actividad rusa en el sector islámico”, mejorando “los intereses empresariales en el mundo islámico y atrayendo sus fondos a la economía rusa”.
Resumiendo, la declaración de Rasmussen es acertada cuando sugiere implícitamente que las decisiones importantes sobre Libia ya no serán adoptadas en el Consejo de Seguridad de la ONU sino que serán algo entre “Libia democrática” y la OTAN. Lo dijo directamente: “Y la OTAN está lista para ayudar, si es necesario y solicitado, a los libios a reformar las instituciones de seguridad y defensa que todas las democracias necesitan para permanecer libres y seguras”.
No es sorprendente que el presidente del Consejo Nacional de Transición en Trípoli, Mustafa Abdul-Jallil, haya pedido que la OTAN continúe sus actividades en Libia “por lo menos hasta fin de año”.
Se prevé que las fuerzas de la OTAN permanecerán en Libia durante mucho tiempo. En términos inmediatos, no importa la Resolución 2016, los aviones de guerra de la OTAN seguirán patrullando los cielos libios, mientras entrenadores de la OTAN crearán las fuerzas armadas libias, que adoptarán los estándares de la Alianza en su entrenamiento y comprarán armas (con sus petrodólares) lo que hará que sean “inter-operativas” con la OTAN.
Todo esto es paralelo a la creación de un nuevo régimen en Trípoli. Desde todo punto de vista, Libia se está convirtiendo en un protectorado de la OTAN.
La experiencia libia se convierte en el primer caso de prueba del nuevo “concepto estratégico” de la OTAN adoptado en la cumbre de Lisboa hace un año, que convirtió a la Alianza en una nueva presencia de seguridad internacional en el siglo XXI capaz y dispuesta a intervenir en “puntos álgidos” globales con o sin mandato de la ONU.
Por lo tanto, lo que podemos esperar en Libia es que técnicamente las operaciones de la OTAN cesen el 31 de octubre, pero que nada cambiará en la realidad del terreno. La misión será etiquetada como alguna especie de coalición de los Amigos de Libia. (En todo caso, la misión propiamente tal de la OTAN en Libia es una experiencia novedosa, ya que es una “coalición de los dispuestos” entre los países miembros).
Actualmente hay negociaciones entre bastidores para reunir un grupo de países, incluido EE.UU., que continúe la misión de la OTAN bajo una nueva rúbrica. Podría pasar que el abanderado de la coalición sea un sujeto pequeño, no controvertido como Qatar, que no es un país occidental, ni una potencia de la OTAN ni una gran potencia y que no evoca fuertes sentimientos en el espectro político o ideológico.
Desde el punto de vista occidental, lo que importa es que Qatar es un país árabe musulmán, cuyo régimen tiene una fuerte congruencia de intereses con Occidente en la modelación de la transición en Libia y en otros sitios en Medio Oriente, y está dispuesto a seguir financiando generosamente la transición en Trípoli.
Mirando hacia atrás, lo que ha estado sucediendo en Libia es de profundo significado para el sistema internacional. No hubo nada que Rusia, China, el BRICS, el IBSA o la comunidad mundial en su conjunto (menos los Amigos de Libia) hayan podido hacer en lo que se llama frecuentemente el “mundo multipolar” para detener a la OTAN en Libia. Se ha creado un fuerte precedente.
Para los historiadores, el expediente libio presenta un estudio comparativo de “diplomacia de gran potencia” y un cínico apaciguamiento de la agresión. De muchas maneras, la guerra libia recuerda la crisis de Abisinia de 1934. La gran pregunta es, si el apaciguamiento respecto a Abisinia no impidió en última instancia las futuras excursiones del agresor (Italia),¿puede ser algo diferente cuando volvemos nuestros ojos hacia Siria?
El embajador M. K. Bhadrakumar fue diplomático de carrera del Servicio Exterior de la India. Ejerció sus funciones en la extinta Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía