CARTA ABIERTA A LA GENTE DE AFRICA Y AL MUNDO QUE LE IMPORTA AFRICA



CARTA ABIERTA A LA GENTE DE AFRICA
Y AL MUNDO QUE LE IMPORTA AFRICA

Carta abierta de "Los africanos en cuestión" que condena la intervención en la nación africana, agosto de 2011

Libia, África y el nuevo orden mundial: Carta abierta: A los pueblos de África y el mundo de los africanos en cuestión


Nosotros, los abajo firmantes, ciudadanos comunes y corrientes de África que son inmensamente dolido y enojado de que los africanos son compañeros y han sido sometidos a la furia de la guerra de las potencias extranjeras que han rechazado claramente la visión noble y muy relevante consagrados en la Carta de las Naciones Unidas .

Nuestra acción para la edición de esta carta se inspira en el deseo, de no tomar partido, sino para proteger la soberanía de Libia y el derecho del pueblo libio a elegir a sus líderes y determinar su propio destino.

Libia es un país africano.

El 10 de marzo, el de Paz y Consejo de Seguridad aprobó una importante resolución (3) que explicaba el plan de trabajo para abordar el conflicto de Libia, de conformidad con las obligaciones de la Unión Africana en el Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas.

Cuando el Consejo de Seguridad adoptó la Resolución 1973, que estaba al tanto de la decisión de la UA que se había anunciado siete días antes.

Con la decisión de ignorar este hecho, el Consejo de Seguridad más consciente y contribuyeron a la subversión del derecho internacional, así como un debilitamiento de la legitimidad de la ONU en los ojos de los pueblos africanos.

De otra manera, desde entonces, ha ayudado a promover y afianzar el proceso enormemente pernicioso de la marginación internacional de África, incluso en lo que respecta a la resolución de los problemas del continente.

Contrariamente a las disposiciones de la Carta de la ONU, el Consejo de Seguridad declaró su propia guerra contra Libia el 17 de marzo de 2011.

El Consejo de Seguridad se dejó de ser informado por lo que el International Crisis Group (ICG) en su 06 de junio 2011 Informe sobre Libia caracteriza como los "informes más sensacional que el régimen estaba usando su fuerza aérea a los manifestantes masacre".

Sobre esta base se adoptó la Resolución 1973 que exigía la imposición de una "zona de no vuelo" sobre Libia, y resolvió "adoptar todas las medidas necesarias ... para proteger a los civiles y zonas habitadas por civiles bajo la amenaza de ataque en la Jamahiriya Árabe Libia. .. "

Así, en primer lugar, el Consejo de Seguridad utilizado el tema aún no resuelto en el derecho internacional de "el derecho de proteger", la R2P llamado, para justificar la intervención militar en el Capítulo VII de Libia.

En este contexto, el Consejo de Seguridad de la ONU se ha comprometido una larga lista de delitos que se han puesto de relieve, la transformación ulterior del Consejo en un instrumento voluntario de los más poderosos entre sus Estados miembros.

Así, el Consejo de Seguridad no presentó ninguna prueba para demostrar que su autorización de uso de la fuerza en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas fue una respuesta proporcionada y adecuada a lo que había, en realidad, en Libia, se convirtió en una guerra civil.

Se procedió entonces a "externalizar" o "sub-contrato 'de la aplicación de sus resoluciones a la OTAN, la obligatoriedad de esta alianza militar para actuar como una" coalición de los dispuestos ".

No poner en marcha un mecanismo y un proceso para supervisar el sub-contratista, para asegurarse de que los honores fielmente las disposiciones de sus resoluciones.

Se ha hecho ningún esfuerzo de otro modo para monitorear y analizar las acciones de la OTAN en este sentido.

Se ha permitido el establecimiento de un "Grupo de Contacto" legalmente autorizado, del otro "coalición de los dispuestos", que ha desplazado la autoridad que tiene la responsabilidad efectiva para ayudar a determinar el futuro de Libia.

Para confirmar esta realidad inaceptable, el 15 de julio 2011 la reunión del "Grupo de Contacto 'en Estambul", reiteró que el Grupo de Contacto sigue siendo la plataforma adecuada para la comunidad internacional a ser un punto focal de contacto con el pueblo libio, para coordinar la política internacional y ser un foro de debate sobre la ayuda humanitaria y post-conflicto. "

Debidamente permitida por el Consejo de Seguridad, los dos "coaliciones de los dispuestos", la OTAN y el "Grupo de Contacto ', han ejercido efectiva y prácticamente reescrito Resolución 1973.

Así que ellos mismos han autorizado abiertamente a perseguir el objetivo de "cambio de régimen" y por lo tanto el uso de la fuerza y ​​todos los demás medios para derrocar al gobierno de Libia, que los objetivos son totalmente en desacuerdo con las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Debido a esto, sin tener en cuenta resoluciones del CSNU en 1970 y 1973, se han atrevido a declarar que el gobierno ilegítimo de Libia y de proclamar la Benghazi basado en "Consejo Nacional de Transición", como "la autoridad legítima de gobierno en Libia".

El Consejo de Seguridad no ha podido responder a la pregunta de cómo las decisiones tomadas por la OTAN y la dirección del "Grupo de Contacto" la cuestión fundamental de "facilitar el diálogo conduzca a las reformas políticas necesarias para encontrar una solución pacífica y sostenible ..."

Las acciones de sus sub-contratistas, la OTAN y el "Grupo de Contacto ', han posicionado a la ONU como un beligerante partidista en el conflicto Libia, en lugar de una posición pacifista comprometido, pero neutral equidistante de las facciones armadas libias.

El Consejo de Seguridad ha seguido voluntariamente decidió repudiar la norma de derecho internacional por ignorar conscientemente las disposiciones del Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas sobre el papel de las legítimas instituciones regionales.

El gobierno de George W. Bush, la guerra contra Irak comenzó el 20 de marzo de 2003.

Al día siguiente, 21 de marzo, el periódico del Reino Unido, The Guardian, publicó un artículo abreviado por el destacado EE.UU. neoconservadores Perle, Richard, titulado "Gracias a Dios por la muerte de la ONU".

Sin embargo, la posterior a la Segunda Guerra Mundial la arquitectura global para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales centrados en el respeto de la Carta de las Naciones Unidas.

El Consejo de Seguridad tanto, debe saber que al menos en lo que respecta a Libia, que ha actuado de manera que se traducirá en que ha llevado a la pérdida de su autoridad moral efectiva para presidir los procesos críticos para alcanzar la paz mundial y la realización de el objetivo de la coexistencia pacífica entre los diversos pueblos del mundo.

Contrariamente a las disposiciones de la Carta de la ONU, el Consejo de Seguridad autorizó, y ha permitido la destrucción y la anarquía que ha descendido al pueblo libio.

Al final de todo esto:

muchos libios se han muerto y han sido mutilado mucha infraestructura se han destruido, empobreciendo aún más al pueblo de Libia la amargura y el rencor mutuo entre el pueblo libio se ha afianzado aún más
la posibilidad de llegar a un acuerdo negociado, inclusivo y estable se han convertido en mucho más difícil
la inestabilidad se han reforzado en los países vecinos de Libia, especialmente los países del Sahel africano, como Sudán, Chad, Níger, Malí y Mauritania África heredará un reto mucho más difícil con éxito para tratar la cuestión de la paz y la estabilidad, y por lo tanto la tarea de desarrollo sostenido
los que han intervenido para perpetuar la violencia y la guerra en Libia tendrá la posibilidad de establecer los parámetros dentro de los cuales los libios tendrán la posibilidad de decidir su destino, y por lo tanto limitar aún más el espacio para que los africanos puedan ejercer su derecho a la libre determinación.
Como africanos hemos predicado nuestro futuro como actores relevantes en un sistema equitativo de las relaciones internacionales en la expectativa de que las Naciones Unidas serviría de hecho "como fundamento de un nuevo orden mundial".

El informe del ICG a los que nos hemos referido, dice:

"La perspectiva de Libia, sino también el norte de África en su conjunto, es cada vez más ominoso, a menos que de alguna manera se pueden encontrar para inducir a las dos partes en el conflicto armado de negociar un acuerdo que permite una transición ordenada a un post-Gaddafi, post- Estado Jamahiriya que tiene legitimidad ante los ojos del pueblo libio. Un avance político es sin duda la mejor manera de salir de la situación creada por el costoso impasse militar ...

Cuando Richard Perle escribió en 2003 sobre el "fracaso absoluto de las Naciones Unidas", se lamentaba la negativa de las NU a que envíen al dictado de la única superpotencia del mundo, los EE.UU..

La ONU ha adoptado esta postura porque era consciente de, y se inspiró en su obligación de actuar como un verdadero representante de todos los pueblos del mundo, en consonancia con las palabras iniciales de la Carta de las Naciones Unidas - "Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas .. . "

Sin embargo, y trágicamente, ocho años después, en 2011, el Consejo de Seguridad de la ONU abandonó su compromiso con esta perspectiva.

Castigado por la humillante experiencia de 2003, cuando los EE.UU. demostraron que la fuerza es el derecho, se decidió que era más conveniente para plegarse a las exigencias de los poderosos en lugar de cumplir con su obligación de respetar el imperativo de respetar la voluntad de los pueblos, incluyendo las naciones africanas.

Así lo ha comunicado el mensaje de que se ha convertido en nada más que un instrumento en las manos y el servicio de los más poderosos en el sistema de relaciones internacionales y por lo tanto, el proceso vital de la solución pacífica de ordenar los asuntos humanos.

Como los africanos no tenemos más remedio que ponerse de pie y reafirmar nuestro derecho y el deber de determinar nuestro destino en Libia y en todas partes de nuestro continente.

Exigimos que todos los gobiernos, en todas partes del mundo, incluyendo África, que esperan un auténtico respeto por los gobernados, como nosotros, debe actuar inmediatamente para afirmar "que la ley por el cual todas las naciones puedan vivir con dignidad."

Exigimos que:

la guerra de agresión de la OTAN en Libia debe poner fin de inmediato la Unión Africana deberían recibir apoyo para implementar su plan para ayudar al pueblo libio para alcanzar la paz, la democracia, la prosperidad y la reconciliación nacional en Libia Unidos el Consejo de Seguridad debe actuar de inmediato para cumplir con sus responsabilidades tal como se define en la Carta de las Naciones Unidas.

Los que han traído una lluvia mortal de bombas a Libia de hoy no debe engañarse a sí mismos para creer que el aparente silencio de los millones de africanos significa que África aprueba la campaña de muerte, destrucción y dominación que representa la lluvia.

Estamos seguros de que mañana vamos a salir victoriosos, sin importar el poder de la muerte en busca de los ejércitos más poderosos del mundo.

La respuesta que debemos dar en la práctica, y los africanos es, - cuándo y de qué manera vamos a actuar de manera decidida y significativa para defender el derecho de los africanos de Libia a decidir su futuro, y por lo tanto, el derecho y el deber de todos los africanos determinar su destino!

La UA hoja de ruta sigue siendo la única forma de paz para el pueblo de Libia.

Libia: ¿Democracia vs Dictadura?



Por Isaac Bigio

El analista internacional Isaac Bigio ofrece un muy interesante recordatorio de los antecedentes de algunos de los principales líderes "democráticos" de la nueva Libia. Nótese también el siniestro papel jugado por las reaccionarias monarquías del Golfo, entre ellas las de Qatar y Emiratos, y por el fundamentalismo islámico, teocrático, de Al Qaida.

La OTAN que bombardea Libia sostiene que defiende a los demócratas contra los tiranos. ¿Cuán cierto es eso?

Hasta el 28 de julio el comandante en jefe de las fuerzas armadas rebeldes era el general Abdul Fatah Younis, quien llegó a ser el número dos de Gadafi, a quien acompañó desde su golpe el 1 de septiembre de 1969 hasta el 22 de febrero en que dimitió del cargo de ministro de defensa.
Él, quien ha estado involucrado en todos los horrores que se le atribuyen al régimen contra sus opositores, fue asesinado presumiblemente por otros rebeldes que se quisieron vengar de la represión que éste comandó contra sus camaradas islamistas. 

El presidente del gobierno transitorio es Mustafá Abdul Jalil, quien fue hasta febrero el ministro de justicia de Gadafi, quien avaló a dicha dictadura y fue co-responsable de proscribir el idioma de los bereberes (la principal minoría étnica no árabe de Libia). 

La forma en la cual Younis fue muerto y en la cual Jalil arbitrariamente echó a todo su gabinete el 8 de agosto muestra las enormes tensiones internas y la forma nada democrática en la cual se basa este gobierno supuestamente dependiente de un Consejo Nacional de Transición con representantes de distintas regiones ‘liberadas’. 

Los dos principales países árabes que enviaron fondos, armas, aviones y presumiblemente soldados para apoyar a los rebeldes son Qatar y Emiratos Unidos, dos petro-monarquías autoritarias que han despachado tropas para sofocar el movimiento democrático de Bahréin, cuyo reino tiránico acaba de reconocer al Consejo transitorio como el nuevo gobierno libio. 

Qatar donde están prohibidos los partidos, las elecciones y los sindicatos ha tenido efectivos participando en las batallas de Libia. 

Por otra parte, mientras en Túnez y Egipto las dictaduras cayeron en manos de levantamientos populares, en Libia la única razón por la cual los insurgentes no han sido derrotados y han avanzado es por haber recibido armas, dinero, entrenadores y apoyo de bombas de parte de la OTAN, la misma que, a cambio, querrá mejores contratos para sus petroleras. 

Lo único que une a los rebeldes es su odio contra Gadafi. Por el momento el comando del Consejo Transitorio son oficiales que estuvieron con el tirano hasta febrero y que no querrán una mayor investigación de sus crímenes. También en la coalición está un popular abogado pro-derechos humanos en Bengazi (Abdul Hafiz Ghoga) y otros movimientos que intentaron deponer a Gadafi en los noventas (ya sea bajo financiamiento de la CIA o ligados a Al Qaeda o a la Hermandad Musulmana). 

Las tribus de Tripolitana muestran un resentimiento contra las del centro y oeste que apoyaron a Gadafi. De estos sectores es donde salieron miles de guerreros santos que fueron a pelear en Afganistán y otros países por la causa de la Al Qaeda. Allí se incubó el Grupo de Combate Islámico Libio (ligado a Bin Laden) de cuyas entrañas, o las del Comando fundamentalista 17 de Febrero, parece haber salido el asesino del general Younis. 




Libia: ¿sangre, sudor y lágrimas?



Por: Atilio Boron

La suerte del régimen libio está echada. A estas horas la única cuestión pendiente es el destino de Muammar Gadafi: ¿se rendirá o luchará hasta el fin?, ¿será Allende o Noriega?, ¿vivo o muerto? y, si vivo, ¿qué le espera? El exilio es altamente improbable: no tiene quien lo reciba y, además, su inmensa fortuna, depositada en bancos de Estados Unidos, Inglaterra, Francia e Italia está bloqueada. Lo más probable será que siga la suerte de Slobodan Milosevic y termine enfrentando las acusaciones del Tribunal Penal Internacional, que lo acusará por genocida al haber ordenado a sus tropas que disparen contra de su pueblo.

Haciendo gala de una obscena doble moral, el TPI va a acoger una petición de un país, Estados Unidos, que no sólo no ha firmado el tratado y que no le reconoce jurisdicción sobre sus nacionales sino que lanzó una pertinaz campaña en contra del mismo obligando más de un centenar de países de la periferia capitalista a renunciar a su derecho a denunciar ante el TPI a ciudadanos norteamericanos responsables de violaciones semejantes -o peores- que las perpetradas por Gadafi. Una infamia más de un supuesto "orden mundial" que se está cayendo en pedazos gracias a los continuos atropellos de las grandes potencias. Y una lección para todos aquellos que confían –como en su momento lo hizo la Argentina de los noventas- en que consintiendo las "relaciones carnales" con el imperialismo se gozaría para siempre de su protección. Craso error, como se comprobó en el derrumbe de la Convertibilidad y como hoy lo experimenta en carne propia Gadafi, atónito ante la ingratitud de aquellos de quienes se había convertido en obediente peón. 

Siendo esto así, ¿por qué Obama, Cameron, Sarkozy y Berlusconi le soltaron la mano? En primer lugar, por oportunismo. Esos gobiernos, que se habían alineado incondicionalmente con Mubarak en Egipto durante décadas, cometieron el error de subestimar el fervor insurreccional que conmovía a Egipto. Cuando cambiaron de bando, dejando en la estacada a su gendarme regional, su desprestigio ante la revolución democrática se hizo ostensible e irreparable. En Libia tuvieron la ocasión de reparar ese mal paso, facilitado por la brutal represión que Gadafi descargó en las primeras semanas de la revuelta. Esto ofreció el pretexto que estaban buscando para desencadenar la no menos brutal intervención militar de la OTAN -con su funesta secuela de víctimas civiles producto de los "daños colaterales" de sus “bombas inteligentes”- y, por otro lado, dando pie al inicio de las actuaciones del TPI a cuyo fiscal general ni por asomo se le ocurriría citar al comandante de la OTAN para rendir cuentas ante crímenes tanto o más monstruosos que los perpetrados por el régimen libio. 

En una entrevista reciente Samir Amin manifestó que toda la operación montada en contra de Gadafi no tiene que ver con el petróleo porque las potencias imperialista ya lo tienen en sus manos. Su objetivo es otro, y esta es la segunda razón de la invasión: "establecer el Africom (el Comando Militar de Estados Unidos para África) actualmente con sede en Stuttgart, Alemania, dado que los países africanos, no importa lo que se piense de ellos, se negaron a aceptar su radicación en África." Lo que requiere el imperialismo es establecer una cabeza de playa para lanzar sus operaciones militares en África. Hacerlo desde Alemania aparte de poco práctico es altamente irritativo, por no decir ridículo. Ahora tratarán de que el régimen lacayo que se instale en Trípoli acepte la amable “invitación” que seguramente le cursará la OTAN. De todos modos, el operativo no será para nada sencillo, entre otras cosas porque el Consejo Nacional de la Transición (CNT) es un precipitado altamente inestable y heterogéneo de fuerzas sociales y políticas débilmente unidos por la argamasa que sólo le proporciona su visceral rechazo a Gadafi, pese a que no son pocos quienes hasta hacía pocos meses se contaban entre sus más obsecuentes y serviles colaboradores. Hay fundadas sospechas para creer que el asesinato aún no aclarado del ex jefe militar de los rebeldes, Mohammed Fatah Younis, ex ministro del Interior de Khadafy y ex comandante de las fuerzas especiales libias, fue causado por un sector de los rebeldes en represalia por su actuación en el aplastamiento de una revuelta islamista en la década de los noventas. Otro ejemplo, no menos esclarecedor que el anterior, lo ofrece el mismísimo presidente del CNT. Según Amin, Mustafá Abdel Jalil es “un curioso demócrata: fue el juez que condenó a las enfermeras búlgaras a la muerte antes de ser promovido a Ministro de Justicia por Gaddafi," cargo en el que se desempeñó desde 2007 hasta 2011. El CNT, en suma, es un bloque reaccionario y oportunista, integrado por islamistas radicales, socialistas " (estilo Zapatero o Tony Blair"), nacionalistas (sin nación, porque Libia no lo es) y, como señala el analista internacional Juan G. Tokatlian, "bandidos, empresarios, guerrilleros y ex militares" para ni hablar del faccionalismo tribal y étnico que ha marcado desde siempre la historia de ese territorio sin nación que es Libia. Por eso no existen demasiadas razones para suponer que el CNT inaugurará un período democrático. Sus miembros no tienen mejores credenciales que Gadaffi y pesa sobre ellos la irredimible infamia de haber invitado a las potencias imperialistas a bombardear sus ciudades y aldeas para viabilizar su derrocamiento. Por eso, lo más probable es que una vez derrotado el régimen las sangrientas luchas intestinas y la ingobernabilidad resultante tornen inevitable para las potencias imperialistas entrar en otro pantano, como Irak y Afganistán, para establecer un mínimo de orden que permita organizar su rapiña. Desgraciadamente, lo que le espera a Libia no es la democracia sino un turbulento protectorado europeo-norteamericano y, como dijera Winston Churchill de su país en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, sangre, sudor y lágrimas.



Khamis Gadafi dirige mas victorias de Gadafistas: La OTAN acorralada y desgastada en las arenas de Libia


1. Khamis Gadafi se levanta de entre los muertos por 5 ª vez - siguen luchandoahora buscado por la CPI después de la última afirmación que fue "asesinado"



2. Las ratas “rebeldes” cortaron el agua de Trípoli y cambian su versión pues ahora lo reconocen.
Siguiendo el libreto de sus amos de la OTAN el CNT dice: "Ellos (las fuerzas de Gadaffi) trató de envenenar el agua" y "mucha gente se enfermó", al justificar con mentiras el portavoz de NTC por qué han cerrado el suministro de agua en Trípoli

http://twitter.com/intent/user?screen_name=StopWarCrimes

Si está visto como son aquí no les interesa la vida lo que les interesa es como robar las riquezas naturales de libia....y los medios de comunicación, de manera complice e inmoral,  dándoles crédito todavía. Eso es porque están compinchados,...ratas y prensa.


3. Entrevista exclusiva con Saif Gadafi 29 08 2011, que se pretende manipular



4. Los "Rebeldes" y tropas de OTAN estan acorralados en libia y quieren crear 1 alarma mundial para salir del apuro. Han cortado el agua y electricidad de tripoli quieren evitar que el mundo sepa la verdad de sus crimenes, intentan ganar tiempo mientras presionan para el envio de tropas terrestres.... 

5. Invasión de la OTAN a Libia, debate desde venezuela...



6. tarhuna y el sur bajo control leal.
Noticias entregadas por teléfono satelital desde Libia: Todas las ratas que han intentado entrar en Tarhuna están ahora muertas. En el sur de cada rata que aparece es exterminada, también los Tuaregs están atacando en el desierto, y han declarado la lealtad al comandante y líder de la revolución Mouamar Al Gaddafi.

News delivered by satelite phone from Libya: Every rat thet tried to enter Tarhuna is now dead.In south every rat that apears is exterminated and also the touager are storming the desert and declared the loyality to the commander and Leader of the revolution Mouamar Al Gaddafi.

Fuente:

Hemos visto como han repelido también en Bani Walid, el asalto de los golpistas. Esto coincide con lo que venía afirmándose en ciertos medios de que esperaban que desde esas localidades se produjese un contraataque para llegar a Trípoli por parte de los leales.

Si es así, esas incursiones en Bani Walid y Tarhuna serian ataques preventivos y de tanteo tal vez.

Cinco reglas para entender lo que pasa en Libia



Cinco reglas para entender
lo que pasa en Libia

Por: Jon Lee Anderson

Para aquellos que puedan estar sintiéndose desconcertados por las noticias sobre Libia, aquí les presento una lista de algunas cosas que hay que tener en cuenta, y que son producto de la observación del desarrollo del conflicto a lo largo de los últimos siete meses.

1. Presuponga que nada es lo que parece

Cuando los rebeldes tomaron Trípoli, virtualmente sin oposición, se informó que el hijo y heredero oficial de Gadafi, Saif al-Islam, había sido arrestado. Antes de que terminara el día, se supo que tal especie era falsa: no sólo no estaba bajo custodia policial, sino que circulaba por la ciudad, supuestamente tomada por los rebeldes, haciendo alarde de su libertad y burlándose abiertamente de éstos, diciéndoles que habían caído en una trampa. Mientras tanto, su padre no aparecía por ningún lado y no había sido localizado; en torno a la ciudad, las fuerzas que le eran leales reaparecían y estaban dando la pelea, incluso cuando, un día después, los rebeldes tomaban la residencia del líder. Súbitamente, al “remate” de Gadafi le había salido una postdata, y parecía que era él mismo quien la escribía. ¿Cómo fue posible que esto sucediera? Siguiente regla:

2. Gadafi es un zorro del desierto

En sus cuarenta y dos años en el poder, Muamar el Gadafi se ha presentado como muchas cosas distintas para mucha gente: como autoproclamado libertador socialista; como el vidente beduino definitivo del Norte de África; incluso como el extravagante, a punto de ser ungido y futuro rey de África. Para muchos, tanto en su país como alrededor del mundo, Gadafi es un sabio y un payaso, cuyo largo gobierno e interferencia permanente a nivel global ha sido posible gracias a los petrodólares y a una brutal banda de mercenarios bien pagados. Hay algo de cierto en cada una de estas aseveraciones. Pero, más que cualquier otra cosa, Gadafi es, primero y principal, un diabólico y astuto sobreviviente que, cuando no ha podido recurrir al soborno o a ganarse la complicidad de los que se le oponen otorgándoles prebendas, ha triunfado sobre sus enemigos utilizando el engaño y la traición. Estas son sus señas más notorias en el campo de batalla, y han sido parte del panorama durante estos últimos meses de guerra.

A mediados de marzo, tras dos semanas de rápidos triunfos en su avance hacia la capital provisional de los rebeldes en Benghazi, y en vísperas del ataque ya anunciado por las fuerzas de la OTAN, Gadafi declaró un cese unilateral de acciones militares. Apareció en la televisión libia para decir cuánto amaba a la gente de Benghazi y cuánto deseaba hacer cosas por ellos; cómo, esencialmente, todo lo que quería era paz y amor. En ese mismo instante, como se sabría después, sus columnas armadas avanzaban, por orden suya, entre gallos y medianoche, para atacar Benghazi. Al amanecer, habían cruzado los límites occidentales de la ciudad, tomando a los rebeldes por sorpresa, lo que generó una batalla sangrienta pero, afortunadamente, breve. Las fuerzas de Gadafi fueron repelidas, y los aviones y misiles de la OTAN entraron por fin en acción, salvando Benghazi, a los rebeldes y, a fin de cuentas, a la rebelión libia misma, a la hora de las chiquiticas y con el segundero en marcha. Las tácticas de Gadafi, sin embargo, sirven de ilustración para la regla siguiente.

3. La confusión es el terreno ideal de Gadafi

La manera en la que los rebeldes entraron a Trípoli hace algunos días, llenos de júbilo ante la ausencia de oposición armada, fue un comportamiento característico de neófitos. En marzo y abril, cuando el conflicto armado comenzó a tomar fuerza, los rebeldes, de modo consistente, se arriesgaban en exceso, atacando las ciudades del este de Libia y “espantando”, en apariencia, a las fuerzas de Gadafi, que se retiraban, sólo para ser detenidos súbitamente, con contraataques sanguinarios por parte de las tropas del gobierno, que aparecían, invariablemente, —como ya había sucedido en Trípoli— “sin que nadie supiera de dónde”. En esas circunstancias, el aparentemente absoluto descuido de los rebeldes, en este momento decisivo, fue, desde donde se lo vea, asombroso, y pone de bulto serias y continuas deficiencias de mando y liderazgo que las fuerzas aéreas “a control remoto” de la OTAN y sus equipos encubiertos destacados en la zona de combate, constituidos por Fuerzas Especiales (francesas, inglesas y catarís, se dice), no han podido contrarrestar. En el campo de batalla, el conocimiento del propio enemigo es clave, y Gadafi conoce a fondo el corazón y la mente del pueblo libio, y su temperamento también, y ha mostrado de modo consistente que es muy hábil a la hora de explotar ese conocimiento para sacarle ventaja a las oportunidades que le otorga la desorganización de los rebeldes para sembrar aún más confusión entre sus filas. Todavía puede perder la guerra, pero en este momento, en Trípoli, lo que reina es la confusión, y eso le da a Gadafi, y no a la OTAN (cuyos aviones no pueden darse el lujo de bombardear una ciudad llena de civiles) ni a los rebeldes, una ventaja crucial.

4. Deje que la Teoría del Caos sea su guía

Si su capacidad de manejar el caos para su propio beneficio es una de las grandes cualidades de Gadafi, el caos es también, aparentemente, uno de los aspectos inevitables de la vida en Libia. Puede confiarse en que aparezca, y también en que, en última instancia, determine el campo de batalla en Libia. Es, en términos de Rumsfeld, un “imprevisto previsible”. Para decirlo en términos más prácticos, se puede contar con que el caos aparecerá, por ejemplo, cada vez que se tenga la impresión de que los rebeldes han logrado algo importante en el campo de batalla. Comenzarán inevitablemente a echar tiros al aire y a bailar y a cantar, sin tomar en cuenta que su enemigo puede estar cerca, a la espera, agazapado, preparado para abrir fuego y contraatacar. Cuando los rebeldes reaccionan de esta manera, lo hacen siguiendo una tradición de comportamiento libia que es parte esencial de su modo de concebir la guerra, y que viene de los tiempos en los que los guerreros beduinos, armados sólo con espadas, o quizás mosquetes, atacaban y hacían huir a sus enemigos en medio de una planicie del desierto, para luego declarar la “victoria” en ese instante y lugar.

5. Los rebeldes aún tienen que aprender a escribir sus propias reglas

Todavía le están siguiendo el juego a Gadafi. La falta de liderazgo entre los rebeldes es, de muchos modos, un problema: no hay ninguna figura carismática de su lado. En los momentos en los que la hubo, Gadafi consiguió el modo de socavarla, como con Fatah Younis, quien fuera su ministro del interior, se sumó a la rebelión y fue asesinado, finalmente, por otros rebeldes. (Gadafi sembró la confusión, en este caso, haciendo transmitir, por televisión, imágenes no fechadas de ambos, por ejemplo). Incluso si los rebeldes logran, como parece posible, hacerse con el control de Libia con la ayuda de la OTAN, el que puedan arreglárselas luego para crear un gobierno de unidad para este maltratado país debería darle a uno materia para la reflexión, sin importar lo que uno desee. Gadafi no sólo ha determinado el campo de batalla: también le ha dado forma al paisaje humano de Libia por cuarenta años.


La verdad real detrás de las guerras


Países de la OTAN tuvieron que jugar sucio para ganar la guerra en Libia



Países de la OTAN tuvieron
que jugar sucio para ganar la guerra en Libia...

Por: Armando Pérez

Países influyentes de la OTAN como Reino Unido y Francia, tuvieron que jugar sucio para ganar la guerra en Libia, y ahora, exponen argumentos para justificar la cacería a muerte emprendida contra Maumar Gadafi.

A medida que la guerra civil en Libia se aproxima su fase final con Gadafi prófugo, combates en el sur de Tripoli y sangrientas matanzas por parte de ambos bandos, la OTAN es de nuevo el centro de la atención.

Según la prensa, Inglaterra, Francia, Qatar y Jordania, infiltraron de forma clandestina unidades militares en el territorio libio para ayudar directamente a las agrupaciones armadas rebeldes durante los combates para la ocupación de ciudades, y de forma muy especial durante el asalto final a Trípoli la semana pasada.

Uno de los primeros en difundir estas noticias fue el diario británico The Guardian en una nota del 23 de agosto, según al cual, antiguos miembros del Servicio Especial Aéreo (SAS) británico, contratados por agencias de seguridad privadas realizaron operaciones de inteligencia militar en Libia a favor de la OTAN.
Organizados en varios grupos, esos mercenarios veteranos recopilaron información de alto valor profesional que posteriormente suministraron a comandos del ejército regular de países extranjeros también infiltrados en la fase final terrestre en el territorio libio.

El trabajo principal de los comandos extranjeras fue recopilar sobre el terreno información sobre la ubicación exacta de los objetivos claves de defensa de las tropas leales a Gadafi.

Con esa información a mano, el mando de la OTAN reforzó la eficacia de las incursiones aéreas de los cazas de la coalición que en las últimas semanas destruyeron bases de vehículos, tanques, piezas de artillería y arsenales del ejército libio.

Las labores de inteligencia de esas unidades permitieron a la aviación de la OTAN neutralizar la línea de defensa por el norte y los flancos oriente y occidental de Trípoli, por lo que las tropas rebeldes pudieron entrar en la capital prácticamente librando combates esporádicos de mediana intensidad.

Otro rotativo inglés, el Daily Telegraph citando fuentes propias, informó que militares del 22 batallón 22 de la SAS en Libia desde las últimas semanas, organizaron los operativos que pusieron en marcha los rebeldes para tomar por asalto los objetivos claves en Trípoli, como la televisión, el aeropuerto y otras instalaciones importantes.

Según el rotativo, el plan general para el asalto a Trípoli y la movilización de los grupos de la oposición por la ciudad fue elaborado por británicos que controlaban directamente el movimiento de los rebeldes tras confirmar la información suministrada por el comando de la OTAN responsable de la fase aérea de la ofensiva.

La contundencia de los ataques de la aviación de la OTAN sobre las tropas libias neutralizó su capacidad de reacción, por lo que Trípoli prácticamente cayó sin oponer resistencia.

Una vez anunciada la toma de la mayor parte de la capital, e incluso el cuartel general de Gadafi, el primer ministro británico David Cameron de la forma más natural del mundo, dio la orden de capturar a Gadafi y los rebeldes pusieron precio a su cabeza con una recompensa de más de un millón de dólares.

Talvez eso explica el fulminante ataque aéreo emprendido por cazas británicos contra un supuesto bunker de Gadafi en la ciudad de Sirte, patria chica del líder libio y ultimo baluarte de las fuerzas gadafistas.

Por primera vez, y con marcado alarde belicista, la prensa internacional explicó que los cazas Tornado británico lanzaron bombas de penetración especiales para destruir fortificaciones subterráneas, es decir, para liquidar a Gadafi en la parte más profunda de su refugio.

Al comentar el asalto a Trípoli expertos militares rusos destacan que el éxito de la operación estuvo condicionada por la coordinación de acción de la aviación de la OTAN y las tropas de tierra que marcharon según un plan coordinado, completamente diferente a la forma de combate utilizada antes por los rebeldes.
La intervención directa de militares extranjeros fue la única opción de los gobiernos occidentales implicados en la operación en Libia para sacar la situación del punto muerto porque ni los rebeldes ni las tropas de Gadafi tenían la capacidad combativa suficiente para obtener la victoria por sus propios medios.

Para Londres y París, una victoria rápida a cualquier precio se convirtió en una necesidad perentoria porque la opinión pública europea ya veía con ojos críticos la aventura del bloque atlántico en el país africano.

La sombría perspectiva de situación económica en Europa y la actitud crítica ante el problema de la inmigración hizo que la “defensa de los valores democráticos”, “la defensa del pueblo libio” y otras consignas políticas utilizadas por los gobiernos europeos cada vez tuvieran menos apoyo entre el contribuyente europeo, agobiado por sus propios problemas.

Entre tanto, las capitales europeas preparan una campaña para justificar la cacería contra Gadafi al que acusan de todos los crímenes perpetrados en Libia desde febrero cuando comenzó la revolución, y en especial las atrocidades cometidas durante el asalto a Trípoli.

Aprovechando la carencia de imparcialidad por parte de la prensa internacional, Gadafi ahora es responsable de los muertos aparecidos en su bunker de Trípoli y otros centenares desperdigados en hospitales y hasta los muertos abandonados en las calles.

Aunque Amnistía Internacional denuncio que tanto los gadafistas como los rebeldes han cometido ejecuciones y torturas indiscriminadas en las que la mayor parte de las víctimas es la población civil.

La carencia total de agua potable y electricidad en Trípoli también es obra maléfica de Gadafi, según la mayoría de los reportajes de los corresponsales occidentales.

Expertos rusos consideran que esta campaña es indispensable para que los gobiernos de Europa puedan justificar los juegos sucios cometidos por en la guerra, sobre todo cuando otros países como Rusia o China pueden denunciar que esos países violaron los términos establecidos por las resoluciones de la ONU que autorizaron la intervención en Libia.

Parte del juego político para repartir responsabilidades porque la caía de Gadafi no significará el fin de la crisis en Libia, sino el comienzo de otra fase mucha más aguda de consecuencias difíciles de predecir.
La mayoría de los expertos en Rusia como en el exterior coinciden en que Libia comienza una fase de incertidumbre en la que cualquier cosa puede ocurrir, desde su fragmentación en tres partes con el estallido de conflictos regionales muy sangrientos.

Son muy pocos los que se atreven a pronostican que Libia conservará su integridad territorial y establecerá un gobierno democrático de corte occidental conservando al mismo tiempo, todo el contenido de su cultura musulmán.

Viendo el actual desarrollo de los acontecimientos, son más pocos los que piensan que no habrá más violencia, más destrucción y más muertos.

Y a pesar del pesimismo, posiblemente nadie se atreverá a proponer la aprobación de otra resolución de la ONU para defender al pueblo libio.

GUERRA COLONIAL CONTRA LIBIA




La perversión de agencias estadounidenses y europeas y sus subordinados en el mundo al llamar "guerra civil" a lo que está sucediendo en Libia

GUERRA COLONIAL CONTRA LIBIA
Por Stella Calloni

La perversión de agencias estadounidenses y europeas y sus subordinados en el mundo al llamar "guerra civil" a lo que está sucediendo en Libia, demuestra cómo se convirtió una intervención colonial contra un país, del que Estados Unidos y sus socios quieren apoderarse por diversas razones de intereses, en una "rebelión" interna que "humanitariamente" debía ser ayudada.

La realidad es que el pueblo libio soporta desde mediados de marzo los bombardeos salvajes de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), contra un país de casi seis millones de habitantes, considerando que una buena parte de ese territorio es desierto.

Muerte y destrucción han producido los bombardeos en todo el país, para abrir camino a los mercenarios que fueron desde el principio el motor de la supuesta ''rebelión'' del pueblo contra Muammar Al Gaddafi.

No existe ninguna imagen de aquella rebelión ''popular'', ni de la ''excusa'': los supuestos ''bombardeos de Gaddafi contra la población civil''- con que ampararon una intervención brutal en pleno siglo XXI.

En tanto esa población civil está siendo masacrada por sus ''protectores'' de la OTAN y sus hogares, escuelas, centros de alimentación, laboratorios medicinales, universidades, hospitales, destruidos.

Nadie puede desconocer los avances producidos en Libia después que Gaddafi encabezara la rebelión que terminó con una monarquía colonial y con el status de colonia que tenía ese país en 1969.

Todo ese esfuerzo está siendo demolido, mientras siembran ese territorio con uranio empobrecido, lo que significa un desastre humano y ecológico para el futuro.

La resolución 1973 adoptada por Naciones Unidas el 17 de marzo de este año, para establecer un supuesto bloqueo aéreo en Libia, tenía como única finalidad impedir al gobierno de ese país soberano defenderse. Esa resolución se tomó sin escuchar lo que los observadores directos tenían que decir.

Se aseguraban así de que Libia no tuviera defensa aérea. Y se puede anotar como una derrota moral que ese país haya resistido durante casi seis meses los bombardeos, dejando en evidencia que los tales ''rebeldes'' sin la OTAN no existen.

Basta ver una fotografía que circuló en las últimas horas y publicaron algunos medios, mostrando supuestos ''opositores libios'' cuyo físico, vestimenta y armamento los asimila a los típicos mercenarios que las potencias llevaron a esa región, para tener una dimensión de la verdad que ocultan los medios.

Para poder comenzar y sostener la intervención, Estados Unidos y sus asociados utilizaron los medios masivos de comunicación en el mundo, que en realidad están bajo su control militar y de seguridad.

En este caso contaron también con la colaboración interesada o desinteresada, pero cumpliendo el mismo objetivo, de algunos periodistas e intelectuales considerados ''progresistas'' que fueron cómplices de esta intervención y de la red de mentiras que se utilizó para justificarla.

Ahora éstos esperan para justificarse ellos mismos, que gane la OTAN y cuente la historia de los vencedores sobre ''la horribles violaciones de los derechos humanos cometidas'' por el gobierno libio para encubrir lo que hacen los mercenarios y las tropas invasoras, como lo hicieron en Afganistán, Irak o mucho antes.

¿Olvidaron tan prontamente a los ''contra'' nicaragüenses cuando atacaban desde las bases de Estados Unidos en Honduras a Nicaragua sandinista, destruyendo aldeas, matando, torturando, violando a mujeres y niñas? Ronald Reagan les llamaba entonces ''los combatientes de la libertad''.

Llamar ''rebeldes'' a grupos de mercenarios manejados por la CIA y sus asociados, es faltar el respeto a los rebeldes reales que luchan en el mundo por su liberación.

El pueblo y el gobierno libio no sólo tenían el derecho, sino la obligación de defenderse. Cualquier país del mundo bajo ataque extranjero tiene el deber de hacerlo.

Si logran quedarse con Libia para transformar el país en ''una nueva Somalia'' como denunció el pasado 19 de agosto el portavoz del Gobierno libio, Mussa Ibrahim, ante el incremento de los bombardeos de la OTAN , todos los países del mundo quedan en la desprotección total.

Con el añadido de que un fiscal argentino de la Corte Penal Internacional (CPI) condenara a Gaddafi, mientras ampara las criminales intervenciones y el genocidio de Afganistán e Irak.

Somalia es una nación sin gobierno, con una crisis alimentaria, y es lo que pretenden hacer de Libia las potencias occidentales al continuar los ataques mientras nosotros trabajamos planes de paz recordó también el vocero libio. (Telesur 19 - 8 -11).

La capital de ese país está sufriendo en los últimos días una nueva oleada de ataques de la alianza imperial que causaron decenas de muertos y heridos.

Las autoridades advirtieron el 19 de agosto pasado que los bombardeos se incrementarían en días previos al aniversario 42 de la llamada Revolución Verde, que encabezó Gaddafi el 1 de septiembre de 1969.

A esta altura de los acontecimientos, cuando las potencias se han apropiado de los dineros del Estado libio, incluso han instalado en Washington una embajada del llamado Consejo de Transición, lo que nunca antes había sucedido, nadie puede dudar de que estos ''rebeldes'' jamás representaron al pueblo libio. De hecho antes de controlar territorio alguno, los ''rebeldes'' crearon el Banco Central de Benghazi. ¿Existe algo similar en la historia?

Nunca pudieron avanzar un tramo sin que la OTAN , mediante bombardeos feroces, les abriera el camino. No es posible ignorar de qué se trata la guerra en Libia, les guste o no les guste Gaddafi.

Si leemos los cables de las agencias y la mayoría de los periódicos del mundo, no hay referencias a las víctimas, no existen. El relato único es sobre los ''rebeldes''.

Bajo control de los mercenarios, todo tipo de historias se contarán sobre el ''terror'' gubernamental y los ''horrores'' de la guerra serán atribuidos al vencido. En un país invadido y ocupado sólo habla el ocupante. El resto queda atrapado en el terror y en la necesidad de la sobrevivencia.

Revisando toda la información desde que comenzó el conflicto, podemos escribir una manual de lo que es realmente el terrorismo mediático, y sus consecuencias. Cada palabra matará como los misiles y las bombas que caen sobre la población.

'Libia: un silencio ensordecedor'' tituló Jody McIntyre una nota en el periódico británico The Independent/ ICH.

''Así que ahora estamos enviando helicópteros Apache a bombardear civiles libios. Una escalada de otra sangrienta guerra de la OTAN. O , en boca del coronel Jason Etherington, ''sólo agrega algo más a la fiesta''.

''Todos los medios se alinearon. Es una guerra para proteger civiles. Es una guerra para obligar a que Gaddafi se vaya. Como si los gobiernos occidentales, con sus orgullosas historias de abusos contra los derechos humanos en todo el mundo, tuvieran algún derecho moral a juzgar al gobierno de Libia. La retórica de Etherington revela una verdad infame, esta guerra es un juego para nosotros, una 'fiesta' que vale la pena agrandar'' dice en una parte del texto McIntyre.

Y cita que ''hasta Al Jazeera publicó la historia aceptada de los 'rebeldes' que tomaban una ciudad tras la otra'' y también reclama que ''nunca muestran imágenes de los crímenes de la llamada brigada 'rebelde', que atacó violentamente a libios negros y a ciudadanos africanos negros en el este del país, calificándolos de 'mercenarios africanos' contratados por Gaddafi, a pesar del hecho de que todos los libios son africanos. No se informa de nada de todo esto porque no se ajustaría a la narrativa aceptada''

En otro párrafo se pregunta ''¿A qué se debe tanto silencio? A diferencia de Afganistán e Irak, que provocaron inmensas protestas en todo el mundo, la reacción a Libia ha sido relativamente sosegada. Nos han hecho creer una premisa falsa y, como diría Noam Chomsky, hemos permitido que fabriquen nuestro consenso''.

Razona que ''el imperialismo no conoce límites cuando ha iniciado una guerra. Siempre me ha impresionado que la gente sea casi histérica en sus reacciones cuando tiene que ver con una guerra en la que participa nuestro país. Si uno observa la realidad de la situación, le acusan de no interesarse por los civiles libios, o de apoyar a un dictador. En realidad, es a nuestro gobierno al que le gusta apoyar dictaduras, y nuestro gobierno es el que está bombardeando civiles libios''

También cita en su nota a Frank Natter  quien escribió en su blog, 'Straight Talk':''Todos los que pagamos impuestos consentimos tácitamente y financiamos indirectamente las bombas que se usan para matar a la gente en Afganistán y Libia. Para citar a Sartre: 'no sois maravillosos, sois asesinos'.''

Con claridad meridiana advierte McIntyre que ''esto no tiene nada que ver con la protección de civiles y todo con el restablecimiento de una debilitada dominación militar y económica en la región''.

Por eso este silencio es ''ensordecedor'' como lo titula en su nota y también aterrador. (Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens)http://www.informationclearinghouse.info/article28282.htm

En julio pasado los periodistas libios enviaron una conmovedora carta después de un bombardeo de la OTAN sobre la televisión libia. ''Ya se ha colmado el 'vaso' de la intervención extranjera colonialista y genocida sobre Libia, con este ataque contra las instalaciones de la TV, con la muerte de tres compañeros periodistas claramente pertenecientes a la población civil''.

Añaden que en realidad ''se tenía que haber colmado con el primer civil que hubiese muerto, pero cuando el dolor es ajeno la mayoría permanece aséptica y acostumbrada a este tipo de noticias y más cuando se justifican con la excusa que es necesario perseguir, expulsar o asesinar a un ''dictador''.

Y advierten que es un límite del que no se puede regresar cuando aumentan los objetivos de ataque que afectan a escuelas, hospitales, universidades y otros organismos o directamente medios de comunicación. En nombre de sus muertos piden una reflexión al mundo.

Por supuesto que nadie recogió estas palabras y no hubo ''periodistas solidarios'' y ese silencio no sólo es aterrador, sino cómplice.

Si Libia cae en las mismas manos que han cometido el primer genocidio del siglo XXI en Afganistán, Irak y otros lugares, habrá caído definitivamente la máscara de la ONU y de la legalidad internacional.

Habrá caído la posibilidad de utilizar negociaciones para la paz, porque nunca aceptó Estados Unidos- ni sus asociados o subordinados- escuchar las voces múltiples que se levantaron, entre ellos de la Unión Africana , de Venezuela y de otros países para evitar otra tragedia en el mundo. Y como sucede con Siria, el ''modelo'' de crear un foco en un país para arrasarlo luego en nombre del humanitarismo imperialista, será aplicado en cualquier lugar del mundo y ningún país quedará a salvo.

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