Libia, de la
'primavera' al infierno (Parte 1)
Recientemente, se ha cumplido un año del
asesinato de Muammar Gaddafi, momento en el que Libia desapareció totalmente de
los medios de masas occidentales, como si su muerte hubiera normalizado
democráticamente al país, otorgado a sus ciudadanos la anhelada libertad, y
establecido un respeto estricto a los derechos humanos. Pero en Libia ocurrieron,
han ocurrido y siguen ocurriendo cosas atroces desde que la Yamahiriya árabe
fuera desmantelada por la operación 'Odisea del amanecer', una operación que el
paso del tiempo se encargará de catalogar como uno de los episodios más
terribles de la historia de la Humanidad.
Tras más de 10.000 bombardeos y ataques de las fuerzas mercenarias infiltradas,
la muerte de Gaddafi a manos de un miembro de los servicios secretos franceses
abrió las puertas a una nueva ocupación y un caso más de flagrante expoliación
de los recursos naturales.
La inteligencia imperialista aprovechó la
oleada de protestas árabes de para sacarse de encima a un político tan molesto
para los intereses geoestratégicos anglo-sionistas. La Libia de Gaddafi era uno
de los pocos países árabes que todavía apoyaban sinceramente a la causa
palestina. Por otra parte, era una piedra en el zapato para el desarrollo de
AFRICOM , por su liderazgo anti-imperialista en el continente africano. En
tercer lugar, el petróleo y gas libio era un gran activo para las corporaciones
multinacionales energéticas occidentales. En resumidas cuentas: Libia era
la víctima perfecta y el único problema sería discutir cómo se repartiría el botín.
La 'guerra humanitaria' de la OTAN en Libia provocó en unos meses la
destrucción total del que fuera el país más desarrollado de África, y el
magnicidio de más de 120.000 personas. Otras 240.000 personas resultaron
heridas y más de 70.000 inocentes fueron encarcelados en las prisiones
inhumanas que las milicias infestadas de yihadistas extranjeros infiltrados
desde Túnez y Cirenaica, y armados hasta los dientes por las potencias
neo-colonialistas, habilitaron en las ciudades y pueblos que iban arrasando
tras los bombardeos de los cazas franceses y británicos.
Las únicas ONG´s a las que se permitió la entrada en Libia tras la invasión
fueron Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que ocultaron y han seguido
ocultando la magnitud de la catástrofe. Esta deliberada omisión no hace más que
confirmar que ambas organizaciones están controladas por la inteligencia
imperialista. Mientras la realidad de Libia era bombardeos masivos y entrada
masiva de mercenarios que se unían a los rebeldes y enfrentaban a lo que
quedaba de las tropas gubernamentales tras los bombardeos, la mercadotecnia
política y los servicios de inteligencia occidentales elaboraban todo tipo de
simbología revolucionaria, banderas y pancartas con inscripciones que
entregaban a las masas en Bengasi y a unos cientos de actores en la Plaza Verde
de Qatar para simular la toma de la capital, Trípoli, por los manifestantes y
grabar las 'manifestaciones'.
Así, mientras la gran mayoría de bengasíes y
tripolitanos paseaban pancartas contra la intervención extranjera, se
contrataron actores y se inició la gran campaña de intoxicación mediática desde
Qatar, donde el canal Al Jazeera puso a disposición de los agresores externos y
a sus medios hegemónicos todos sus recursos. De esta manera, la opiniones
públicas occidental y árabe fueron contaminadas durante toda la invasión y tras
ella, convencidas de que la 'Responsability to Protect' estaba llevándose a la
práctica respetándose estrictamente la legalidad internacional. Con algo tan
sencillo como imputar a las fuerzas de Gaddafi la autoría de las masacres
de civiles que dejaban tras de sí los bombardeos de la OTAN y mostrar los
vídeos que hieren la sensibilidad de cualquier ser civilizado, es más que
suficiente convencer a la opinión pública de que debe intervenirse para salvar
la vida de miles de civiles.
El típico guión hollywoodiense de buenos y
malos que rige la política internacional maniqueísta impuesta desde el
Pentágono.
Libia, de la 'primavera' al infierno (Parte 2)
Todo conflicto provocado requiere un intenso
trabajo de preparación, razón por la cual ciertos países destinan cada vez más
recursos presupuestarios a los servicios de inteligencia, lo que hace sospechar
que nos alejamos de una comunidad internacional regida por el Derecho.
En Libia, la operación militar fue precedida
por los contactos del 'filósofo' y sionista francés Bertrand Henri Levy con
algunos líderes tribales de la Cirenaica. Antiguo corresponsal de guerra, es
conocido por sus fuertes vínculos con la extrema derecha israelí, hasta el
punto que ha sido calificado como el “emisario israelí de la muerte” por su
experiencia en fomentar conflictos y preparar el terreno como paso previo a las
intervenciones militares de la OTAN en los Balcanes, Afganistán y Sudán.
Y por llevarlo a la práctica de nuevo en
Libia y conspirar para aplicar el mismo guión en Siria. Henri Levy ha sido la
mano derecha de Nicolas Sarkozy. Estrecho colaborador de la CIA y el Mossad,
fue el auténtico autor intelectual de la campaña de intoxicación informativa,
hasta el punto que dirigió la simulación de la toma de la Plaza Verde de Trípoli
en el plató preparado por Al Jazeera en Qatar, que provocó el reconocimiento
del CNT por más de diez países y fue la puntilla al Gobierno de Gaddafi.
Día tras día aparecen más evidencias del
maquiavélico plan que acabó con el Gobierno de Gaddafi. Cabe destacar las
declaraciones de la periodista 'freelance' británica Lizzie Phelan, testigo
directo de la agresión extranjera a Libia, que ha aportado todo tipo de pruebas
de la macabra operación militar de la OTAN. Dichas pruebas han sonrojado a la
prensa internacional, y en especial a la británica, que ha tenido que reconocer
que todo fue un complot en cortos artículos en zonas indetectables de los
rotativos.
Al igual que el prestigio de Tony Blair se
vino abajo tras la invasión de Irak y estuvo a punto de ser procesado por
engañar a la opinión pública británica, es posible que algún día veamos a
Nicolas Sarkozy o David Cameron también defenestrados, porque la verdad oculta
espera su venganza, y una conspiración de tal magnitud no puede ocultarse
durante mucho tiempo.
A continuación, los Rex Mundi y los poderes
financieros que los sustentan, ponen en funcionamiento todo el entramado de
corrupción, chantaje y soborno a través de los “cables diplomáticos”, a los que
los ciudadanos de a pie tuvimos acceso durante unos días gracias a WikiLeaks.
Finalmente, y por medio del mecanismo
anterior, se consiguen los apoyos necesarios para que las altas instituciones
internacionales, en especial la ONU y la OMC, permitan, respectivamente, el
inicio de conflictos expoliadores y la adopción de sanciones económicas que
mantengan al segundo y al tercer mundo suministrando mano de obra y recursos
baratos al primer mundo.
El caso de Libia, como antes Afganistán e Irak, y próximamente Malí, y
posiblemente Siria e Irán, entrarían todos ellos dentro de la categoría de
conflictos expoliadores inducidos.
Aunque el derecho de información veraz que
consagran diversas convenciones internacionales y muchas constituciones no se
complementa con una obligación de informar fidedignamente por parte de los
Estados e instituciones, en la era de Internet la verdad es sólo cuestión de
tiempo y la red de redes nos permite navegar a través de una blogosfera y un
universo de sitios web elaborados por periodistas y personas anónimas amantes
de la verdad y que de forma desinteresada nos permiten conocer otras versiones
de lo que acontece en el mundo.
¡Viva la democracia de la red!
Autor: Nagham Salman
es jefa de proyectos europeos de investigación y analista política especialista
en asuntos de Oriente Medio.
Fuente: http://actualidad.rt.com
Crímenes de la OTAN contra Libia
OTAN utilizó racimo (cluster) de bombas en Libia, pero niega. El país y sus habitantes, se convirtió en un campo de pruebas para el uso de armas inhumanas. Libia, 2011
OTAN utilizó racimo (cluster) de bombas en Libia. Libia, 2.011 bombas de racimo - un shell que contiene alrededor de 200 pequeños bombochek. El área total de la destrucción de bombas en racimo estándar de aproximadamente 80.000 metros cuadrados Cada uno de los bombochek 200 rota alrededor de 300 fragmentos con dispersión a 80 pm Además, no todos ellos explotar al impacto. Pueden permanecer en la lucha condición por muchos años, lo que representa una amenaza para los civiles.
Democrática Apocalipsis: las víctimas de la agresión de la OTAN en Sirte. La OTAN afirma falsamente que los crímenes contra el pueblo libio se hicieron.Sirte, Libia. Septiembre de 2011 (Leonor Massanet)
Aviones de la OTAN sometido ciudades alfombra bombardeo de Libia, de manera indiscriminada a lanzar bombas contra instalaciones civiles y viviendas. Libia, 24 de agosto de 2011 (Blog FAIR, 09/06/11).
Cuando se aplica el bombardeo de la OTAN de Libia, bombas y misiles con uranio empobrecido, tirado en un poco de polvo de uranio objetos. Esta sustancia radioactiva prohibida la ONU. Dijo al canal Press TV. Algunas fuentes han informado también de que en Libia, la OTAN usó gas mostaza y prohibido fósforo blanco. Libia, 28 de marzo 2011
Familia libia inspecciona una casa destruida alianza aérea. Sirte, Libia. 2011 (Leonor Massanet)
Bombardeos de la OTAN en Libia han dejado cientos de civiles muertos país. Libia, 2011
OTAN aviones "defensa" de la población civil de Libia, causando cerca de 20 ataques contra la capital, Trípoli. Hay muertos y heridos. Trípoli, Libia. 24 de mayo 2011
Cientos de libios han quedado sin hogar como consecuencia del aire Alliance huelgas. Libia, 26 de junio 2011
Fuente: Lucha contra el nato.com