Por: Basem Tajeldine
Pese a las manipulaciones mediáticas de las transnacionales, y al dolor de otros, la Paz negociada parece imponerse en Libia
Todo lo que hoy acontece en Libia, desde los primeros días del conflicto hasta el presente; desde las tomas de las guarniciones militares en la ciudad de Benghazi por los grupos “rebeldes”; los seguidos enfrentamientos surgidos en esas acciones por la residencia de los soldados leales al gobierno libio y las muertes que allí se generaron (-cerca de 200 personas entre “rebeldes” y soldados leales [1]-); seguido de la rápida condena por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, sin antes haber enviado una comisión para conocer a Ciencia Cierta los sucesos y las causas que generaron los acontecimientos del 15 de febrero del presente año, que dieron pié al inicio de los bombardeos y las masacres a la población civil Libia por parte de la OTAN, todo esto no habría sido posible sin una planificación previa y la participación activa de los medios transnacionales de difusión de información.
La primera victima de todas las guerras es siempre la verdad. Y es que la manipulación y el engaño se convierten en el primer paso fundamental de las guerras imperiales contemporáneas que necesitan apoyarse en la opinión pública internacional y en una falsa legalidad para intentar ocultarnos sus oscuros intereses. Las asimetrías de la guerra contra Libia no se limitaron al plano militar –por eso de la superioridad aérea de la OTAN- sino también al plano mediático. El gobierno libio dirigido por Muammar Al Gaddafi no pudo enfrentar con éxito las manipulaciones y la mentira construidas por los grandes medios transnacionales. Pues, muchos en el mundo creyeron en las mentiras de esos medios, y hasta varios intelectuales de izquierda se prestaron rápidamente en avalar con sus críticas -difundidas incluso en los mismos espacios de la derecha- la agresión contra el gobierno libio.
El tiempo es sabio, al igual que las arenas del desierto que todo lo limpia, nada mejor que el tiempo para dilucidar toda duda y las manipulaciones creadas por la canalla mediática transnacional. Muy pronto se descubrió que nunca existieron los “supuestos bombardeos ordenados por un “genocida dictador” que habrían logrado masacrar a más de 10 mil personas en Benghazi” [2] y Amnistía Internacional demostró que “las supuestas violaciones a mujeres libias eran falsas” [3] una patraña parecida a la inventada contra los soldados de Saddam Hussein en Kuwait (1991) sobre los niños muertos en un Hospital de la capital kuwaití [4]. La última de estos medios es reciente manipulación del discurso de Gaddafi del día 10/07/2011 cuando, ante miles de personas concentradas en un poblado ubicado al sur de Tripoli, Sabha, intentan poner en boca del líder libio un supuesto “reclamo de Canarias, Andalucía, el País Vasco y Sicilia como tierras árabes a ser recuperadas por él” [5]. ¿Por qué esa misma intelectualidad de “izquierda” no enmienda su error?
Definido por muchos como una acción inteligente, el líder libio Muammar Al Gaddafi resucitó el liderazgo de las tribus, fomentó una dirección colectiva, les encomendó a los jefes tribales responsabilidades militares y civiles, al tiempo que también armó a las milicias populares organizadas en las Asambleas Populares libias para defender la patria.
Si es como los medios transnacionales dicen al mundo: de que el pueblo libio vive “oprimido” y odia al “dictador” libio, entonces, ¿Cómo es posible que estando el pueblo libio armado no empuñe sus armas en contra de su supuesto “opresor” Gaddafi? Los mercenarios de Benghazi con el apoyo de la OTAN no han podido avanzar en Misurata y en las montañas de Nafusa cercanas a Trípoli (la ciudad capital Libia que reúne a la mayor parte de la población de todo el país), ni podrán hacerlo nunca porque, incuestionablemente, se enfrentan a la resistencia de todo un pueblo armado y conciente que reconoce muy bien a su mayor enemigo y sabe que tras los falsos “rebeldes” se esconde la descarada injerencia imperial que busca destruir a su país y apoderarse de sus grandes riquezas petroleras.¡El juego para la OTAN y sus mercenarios en Libia está trancado!
Los medios transnacionales no pueden tergiversar esa verdad por mucho que lo intente. Hoy son muchos quienes desde Europa y desde el frente de guerra comienzan a cuestionar la acción de la OTAN y reconocer sus fracasos militares y políticos en Libia. Ya comienzan a escucharse voces que claman por una salida negociada con Gaddafi. La propuesta de la Unión Africana (UA) comienza a encontrar aliados incluso dentro de la Unión Europea. Muy recientemente el General de División de Francia en Libia, Vincent Desportes, reconoció que “los bombardeos de la OTAN en Libia no funcionan", al tiempo que la Ministra Presupuesto del Estado francés admitía que las operaciones militares en ese país “han costado a sus arcas más de 160 millones euros” [6].
La guerra contra Libia ya comienza a ser insoportable para las fuerzas de la coalición. Una nueva esperanza se le abre al sufrido, digno y resistente pueblo libio. Para Europa sumergida en la peor de sus crisis económicas, mantener por mucho más tiempo un frente de guerra representa un mal negocio para las arruinadas arcas de sus ya golpeados Estados, aunque el Complejo Militar Industrial europeo (CMI) esté muy feliz por la bonanza alcanzada en esa injusta guerra.
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Rusia y Sudáfrica, llevaran una sola voz al encuentro de “Grupo de Contacto” que las fuerza imperialistas se reunirán este viernes en Turquía, piden intervención de la ONU para resolver conflicto libio y manifiestan que la orden dada por la CPI es imprudente y no debe ser acatada, solo hace fracasar los intentos de la paz y una negociación política.