Los aliados están arrojando sobre Libia bombas de 2.000 libras de peso que contienen uranio empobrecido, lanzados desde aviones y buques. El uranio empobrecido se mantiene activo durante años y deja secuelas entre los pueblos que se ven expuestos a su radiación, incluso los propios agresores podrían verse afectados si han estado sobre el terreno.
Con la doctrina militar estadounidense « Shock and awe » (« Conmoción y pavor »), se pretende doblegar a la población para que desista de apoyar a su líder, se han denunciado abortos involuntarios en Libia corroborados por el prelado de la Iglesia Católica en Libia, Giovanni Innocenzo Martinelli, uno de los líderes religiosos más populares en este país el 99,5% musulmana sunita, quien informó a los visitantes que en un día en el Hospital Verde de Trípoli, después de bombardeos de la OTAN que dirige desde marzo de 2011, hubo 50 abortos involuntarios y muertes repentinas. Estas estadísticas fueron confirmadas durante una reunión con el observador en 07.05.11 por el Dr. Mohamed Milhat, especialista en cardiología en el Centro de Libia British Medical quien describió el gran número de ciudadanos se quejan de enfermedades raras y relacionadas al estrés postraumatico.
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